Entrevista a Alejandro de la Sota ( 1987) La presente entrevista - TopicsExpress



          

Entrevista a Alejandro de la Sota ( 1987) La presente entrevista es una transcripción hecha en del nº 172 de ““Quaderns d’Arquitectura” de la entrevista mantenida con Alejandro de la Sota, en la demarcación del Colegio de Arquitectos de Tarragona. Cataluña el 10 de abril de 1987, en la que participaron entre otros Pepe Llinàs y Antón Pàmies. _Es difícil que en un proyecto, sobre todo en el de un edificio público, se permita al arquitecto un nivel de precisión tan alto como para poder responsabilizarse de la definición última del mobiliario y del acabado final y del acabado final de todos los interiores. En el Gobierno Civil sin embargo, tú pudiste, de una manera bastante infrecuente, diseñar todos estos elementos. ¿Cómo se dio esta circunstancia? Sota_Bueno, más que diseñarlos... los diseñamos. Porque mi hermano Jesús fue una pieza muy importante en todo este proceso. Yo era el arquitecto y por lo tanto mi pensamiento era hacerlo todo lo mejor posible. Ahora en España este tipo de muebles están más al alcance, pero en aquella época apenas se encontraban; los diseños europeos eran caros y difíciles de importar y yo no quería imaginar lo que podía ser amueblar este edificio o base de «salir de compras», llenándolo de muebles de serie fácilmente adquiribles. Cuando ya estaba avanzada la obra se pensó en lo necesidad de regular todo ello. Mi hermano, que también era pintor, era una persona que se había hecho a sí mismo, tenía uno gran cultura que le permitía alcanzar cualquier actividad creativa. Cuando se hizo el Gobierno Civil hacía poco que diseñaba (yo tengo una colección de diseños suyos, no sólo para Tarragona sino en general, verdaderamente delicados). Pues bien, se pidió permiso al Ministerio y a partir de entonces trabajamos en común, aunque en este terreno él trabajaba mucho más que yo. De hecho sólo la mayoría de las mesas, la del Gobernador, la de juntas, las mesitas cuadradas y las de la sala de honor, son diseños propiamente míos. El resto, en buena parte, es de Jesús. _¿Compatibilizar tareas tan diversas no representaba algún problema? Sota_No excesivos. Además no sólo era esto... el Gobierno Civil se inauguró en el 64... Pues bien, esta obra se simultaneó con el gimnasio Maravillas del 62 y con Clesa, la central lechera. De hecho todo ello no hacía sino alentar lo que en algunas ocasiones he definido como un cierto «eclecticismo personal»; una de las cosas que a mí siempre me ha maravillado es ver como un compositor como Mozart, por ejemplo, en momentos trágicos de su vida podía crear por encargo obras verdaderamente alegres. Y viceversa. En otros momentos más apacibles componía obras de gran contenido dramático. Pues bien, simultanear obras tan dispares, a lo que obliga finalmente es a estar exigiendo constantemente TODO del sentimiento de quien lo hace. Yo en aquella época realizaba tres obras que parecen de tres arquitectos distintos: lejos de todo presunción me gustaría decir que cada obra acaba siendo más de sí misma que de quien la había concebido. Yo iba de una a otra y de la otra a la siguiente, e incluso llegué a creerme arquitecto de verdad por poder con las tres siendo tan distintas... ! _¿Qué quieres decir, acaso no había una sola arquitectura detrás de todas ellas? Sota_En cualquiera de estos proyectos había cierta independencia respecto a cualquier tendencia o camino arquitectónico. Yo no creo que haya arquitecturas, no. Tú resuelves un problema y te encuentros con una Arquitectura, (si se puede llamar de alguno manera). En efecto... resuelves problemas, pero no hay consecuencias. Porque el proyecto está tan en sí mismo que no puedes trasladar su circunstancia. Creo que sólo la pereza, la comodidad o la prisa te obligan a utilizar un mismo sistema constructivo para resolver problemas distintos, y aun así no puedes trasladarlo todo. Cada edificio es hijo de sí mismo... un hijo sin padre ni madre... él mismo... aunque eso sí, por intención de quien lo ha concebido, el arquitecto. Fijaos sino en el tema aparentemente tan menor como el de las barandillas. Cada edificio contiene metros y metros de barandillas generadas a partir de un sólo lenguaje. En el edificio de Correos de León, por ejemplo, son de tubo cromado y cables, pero aquí en Tarragona son de chapa de cobre doblada; y esta misma idea se traslada a las planchas de acero de las puertas, dobladas para hacer de tiradores. _En este sentido, ¿existía algún tipo de regla general más o menos rígida a la hora de definir los elementos interiores? Sota_Bien... lo que recuerdo es que intentábamos constantemente que las medidas se acercaran lo máximo posible a la proporción 1/2. En las puertas teníamos pues, en principio, un metro de ancho por dos de alto. Pero yo quería que, al ser tratadas como un trozo de tabique, parecieran más anchas, así que opté por modificar ligeramente las medidas convirtiéndolas en 1,05x1,95 es decir 1 +0,5 y 2-0,5. _Siguiendo con el mismo tema, seguramente existía una voluntad de conservar, a pesar de la gran variedad de elementos, una unidad de conjunto. Parece que en los apoyos preferías emplear prioritariamente el tubo de acero inoxidable (sobre todo en las camas, en los pies de los sillones y en los taburetes) o la pletina calibrada de acero inoxidable (en sofas, pies de mesa, sillas como la tipo Mies), todo ello conjugado con piel en sotas y butacones, rejillas en cabezales y sillas giratorias o trenzados de tiras de cuero en sillones y butacas. ¿Con qué criterios se adoptaban estas decisiones? Sota_Posiblemente a partir de eso que llamamos cultura, pero que no es cultura propiamente sino conocimiento proveniente de otros órdenes y que te hace recordar que las pletinas curvas de este sillón o las rejillas de esta silla sugieren aquel diseño o aquel otro mas propio o las rejillas de esta silla sugieren aquel diseño o aquel otro mas propio de Mies. Algunos diseños tuvieron bastante fortuna... sobre todo los sillas de oficina, en especial dos modelos diferentes ambos con rejilla. _Los muebles de madera, sobre todo los de la vivienda del Gobernador, como el baúl, la librería o la cómoda, parecen grandes bloques de madera. ¿Cómo están hechos? ¿Con chapados? ¿Ya trabajabais con aglomerados? Sota_En efecto, la mayoría de los muebles son chapados. Están hechos con tablero contrachapado acabado con diferentes recubrimientos de calidad (nogal, limoncillo, etcétera). De hecho todos los grandes muebles de la historia han sido realizados a base de chapados con materiales nobles como la caoba, sobre armazones de maderas ensambladas. _Pasando a otro tema: debe ser especialmente doloroso ver cómo algunos de estos elementos han estado a punto de desaparecer... Sota_Se ha hecho lo que se ha podido para evitarlo... Los apliques circulares de la escalera, por ejemplo, Pepe Llinás los ha utilizado como luces de emergencia consiguiendo así conservarlos, evitando que los retiraran.
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 15:30:51 +0000

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