Era de noche, nos inundaba la oscuridad, estábamos sentados sobre un tronco viejo frente a la fogata que expulsaba chispas y reclamos, un rico aroma a naturaleza nos invadía, predominantemente a eucalyptus, las palabras y carcajadas salían fáciles, de pronto quedamos en silencio, un silencio que parecía hablar, qué tendrá el fuego que deja todo en silencio, qué tendrá la fogata que motiva a mirarla, a cuestionar y a reflexionar, se dice que existen tribus que rinden tributo hasta hoy a su dios fuego, prendiendo todos los días una fogata, contemplándola y adorándola. Y pensar que deben haber otros hombres, de otros lados, que miran al cielo, guardan silencio, lo contemplan, lo admiran y se dicen: pensar que existen países que rinden tributo a un hombre que reina en el cielo.
Posted on: Thu, 21 Nov 2013 01:44:10 +0000
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