Era el primer día de clases para Kagami Taiga un joven de 15 - TopicsExpress



          

Era el primer día de clases para Kagami Taiga un joven de 15 años, de 1,82 m de alto, cabellos y ojos rojos, contextura atlética y de mirada atemorizante. Kagami corría apresurado hacia su salón, estaba con la hora pues por culpa de su despertador malogrado se había levantado tarde de la cama y para comenzar mal su mañana también perdió su tren. No quería llegar tarde ya qué era un alumno transferido y eso nunca era bueno, siempre los nuevos eran los puntos de atención y también son carne fresca y deliciosa para el bullying, él lo sabe bien pues en Estados Unidos, el país de donde viene, así suele suceder. Había regresado a Japón, su país natal, sólo por el trabajo de su padre quien al instante volvió a viajar por asuntos de negocio dejándolo solo en ese país que no veía desde hace 7 años. Seguía corriendo con el corazón en la boca, sus largas piernas le ayudaba bastante a avanzar más rápido dando pasos muchos más largos. Estando ya dentro de los pasadizos sacó de su maleta de brazo la nota donde tenía apuntado el número de el salón de clases al que pertenecía, decía 1-A. Lo encontró doblando las escaleras, y al entrar abrió la puerta tan rápido y fuerte que asustó a toda la clase y hasta al profesor. - ¿U-Usted es el alumno transferido Kagami Taiga, no? - el profesor nervioso acomodó las hojas que por el susto las soltó de sus manos regándolas por todo su escritorio. - S-Si.... di-disculpe por....la tar...danza - respondió exhausto por la carrera que acababa de dar. - Claro, pase y preséntese a la clase.... - al ver entrar a su nuevo alumno se puso nervioso ya que Kagami era mucho más alto que él. Se sentía un enano, un bicho insignificante a su lado. Kagami se paró al frente, toda la clase lo miraba fijamente atentos a lo que diría. Alistó su garganta para hablar. - Mi nombre es Kagami Taiga; he vivido durante los últimos 7 años en América por el trabajo de mi padre y por los mismos motivos regresamos a Japón.... no tengo nada más que decir creo.... - terminó. Antes de que el profesor le diera la orden de sentarse dio un vistazo a sus compañeros, todos tenían pinta de ser personas normales. Se sentó con la confianza de que este año tendría un año escolar tranquilo. En la última fila sentado en una carpeta junto a la ventana se encontraba un extraño joven de ojos azules y de un peculiar color de cabello, celeste. No dejaba de tener la mirada fijada en el nuevo alumno. Al comenzar el receso Kagami quiso salir a comprarse algo de comer cuando de pronto un grupo de jóvenes lo rodeó para hacerles preguntas. Todos eran alumnos de grados superiores pertenecientes cada uno a un club. Parecían pirañas atacando a Kagami con sus invitaciones para ver si quería unirse a sus clubes pero él siempre respondía lo mismo. -No gracias, no me interesa - Pero nadie se rendía, el chico nuevo tenía todo lo que ellos querían, en especial los equipos deportivos. Otro alumno de fútbol, tenis, fútbol americano, béisbol, natación, vóley y demás seguían insistiendo. El pelirrojo ya se estaba hartando, tenía hambre y no le dejaban ir a ninguna parte, pero no podía ser grosero, empujarles y gritarles para que se apartaran, él no es así. Intentó ser educado y pedir cordialmente que le dejaran ir pero no le hacían caso. De la nada salió una mano, lo tomó de la muñeca y lo jaló lejos de todos ellos. Salieron corriendo hacia la puerta de afuera, entre todo el trajín Kagami vio que su salvador era en realidad una mujer de cabellos cortos, marrones al igual que sus ojos y delgada; corrieron hasta llegar a las bancas junto a los árboles. - Gra-gracias... - dijo al fin cuando se detuvieron a tomar un respiro. Se preguntaba cuánto más correría ese día. La joven se paró firme y le extendió la mano como señal de saludo. - ¿Kagami Taiga, verdad? - el otro asintió - Me llamo Aida Riko - - ¿Riko? - le recibió el saludo a la vez que volvía a la compostura, ella sonrió - ... Y... - - Quítate la camisa - - ¡¿Eh?! - - Ya te lo dije, quítate la camisa - - No - - No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando - - Que no - - ¿Así le agradeces a la persona que te salvó? Muy mal nuevo alumno - comenzó a llamarle la atención y a fastidiarle haciendo una mala actuación de víctima. - ..... - se incomodó con las lágrimas falsas de ella - ....¡Está bien! Lo haré - Riko celebró saltando y Kagami fijándose de que no haya nadie a excepción de ellos dos se la quitó. Ella no tardó mucho en quedar helada ante su presencia. - ¡¡I-Impresionante!! - gritó asustando al pelirrojo - ¡Tus números son mucho más altos de lo normal! - Kagami seguía aún comprender de lo que hablaba la joven - Kagami Taiga, únete al club de basket - - ¿Eh? - - Nuestro equipo necesita a jugadores como tú - - No me interesa - la ignoró vistiéndose nuevamente. - ¿Pero por qué? ¡Eres alto y tus números me dicen que ya has jugado y que eres muy bueno! ¡¿Por qué?! - - El basket de Japón no es tan bueno - respondió cansado. A Kagami le encantaba el basket desde que era un niño, además que era el único deporte que hizo que su estadía en otro país fuera más cómoda. Le traía grandes recuerdos. Pero desde que regresó se dio cuenta de que el nivel de juego en Japón no se le igualaba a la de los americanos, así que no le interesaba en nada. - ¿Cómo puedes decir eso? Nuestro basket es el mejor que hay - renegó. Lo vio por otro segundo y volvió a hablar - .... Por cierto ¿Qué año cursas? - - Primero... - - ¡¡¡¡¿Ehh?!!!! ¡Eres un año menor que yo! - - ¿Qué, eres de segundo? - - P-Por supuesto, soy tu sempai así que debes hacerme caso y únete al equipo de basket de Seirin - - No quiero - - ¿Tú sí que tienes agallas para no obedecer tu sempai, no? - le salían unas venitas en la cabeza por la terquedad del pelirrojo, se sacó conejos de las manos y acto seguido lo cogió de la oreja para nuevamente jalarlo hacia otro lugar. - ¡¡¡Ay, ay, ay, ay, ay!!! - se quejaba caminando encorvado a no sabe dónde. - Llegamos - Riko por fin lo soltó y Kagami cayó al suelo adolorido. Cuando logró levantarse y reconoció ese sonido tan peculiar y conocido que escuchó durante 7 años: el sonido de una pelota de basket rebotar. Alzó la mirada y quedó maravillado, la cancha era inmensamente hermosa, bien iluminada, el piso estaba tan bien encerada que se podía ver el reflejo de los jugadores en él, era tan grande que se podía separa en cuatro pequeñas canchas. - Suena bien... - habló inconsciente. - ¿Genial no? - Kagami asintió pero rápidamente volvió en sí. - Quiero decir, no está nada mal para Japón - La joven estaba a punto de estallar cuando de pronto otro joven la llamó. - Riko ¿Dónde estabas? - se les acercó un chico alto de cabellos negros en punta, usaba lentes y vestía un polo y short deportivo; pertenecía al equipo de basket de Seirin, al ver al pelirrojo junto a su amiga se sorprendió - ¿Es nuevo? - - Hyuga. Sí, lo recluté para nosotros - dijo orgullosa al igual que un pescador que acaba de capturar a un gigante pez extra raro - Viene de América - - ¿De América? - no le creía por su apariencia. - Mi padre es japonés y mi madre norteamericana - le comentó viendo que no le creían - Kagami Taiga, de primero - se agachó como saludo. - ¡¿De primero?! ¡Sí casi mides lo mismo que yo! - - Bueno, en América estoy casi por el tamaño promedio.... - - L-Los americanos dan miedo... - susurraron Riko y el joven de lentes al mismo tiempo. - ¿Ah? - Kagami ni captó lo que dijeron, a veces podía llegar a ser una persona muy despistada. - N-Nada, n-nada - ella negó con las manos nerviosa. - - ¿Así que quieres unirte, eh? - Hyuga cambio de tema de conversación. - No, no quiero - volvió a negar desconcertándolo. - ¿Entonces qué haces aquí? - no podía creerlo, el pelirrojo de primero lo tenía todo el físico como para jugar ¿Por qué entonces no quiere? - Fui secuestrado por ésta chica - la señaló. - ¡¡¿Eh?!! - se sintió acusada. - Riko, no es bueno que estés fastidiando a los nuevos - - No lo estoy fastidiando - le respondió con un puchero y luego se dirigió con firmeza hacia Kagami - No digas que no quieres hasta que lo hayas intentado, espérate aquí, voy a traer a algunos jugadores para que jueguen un 1 a 1 - se fue corriendo emocionada. - ¿Que hará qué? - - Vas a jugar - le respondió el sujeto que se quedó a su lado - Por cierto, disculpa mis modales, mi nombre es Junpei Hyuga, de segundo año y capitán del equipo de basket de la escuela - - Mucho gusto - - Y dime ¿Por qué no te interesa jugar? - - El Basket de aquí no es igual al que jugaba en América - fue sincero con su respuesta. - Ya veo... pero no pienso igual que tú - también fue honesto, él siempre estaba orgulloso de su juego y jugadores - El basket de Japón es muy bueno, si te quedas encontrarás rivales fuertes... - - ¡Ya regresé! - Riko los interrumpió - Y traje a tus contrincantes - sonrió. Al lado de ella se encontraban dos chicos igual de altos que él. A simple vista ambos eran muy llamativos. - Hola - el primero era de piel morena, sonrisa arrogante y de cabello color azul oscuro igual que sus ojos. - ¿Un nuevo? - el segundo se veía mucho más feliz, de tez clara, cabellos amarillos y ojos dorados. Su sonrisa era tan cálida que podía derretir el hielo. - Kagami Taiga - - Aomine Daiki - - Kise Ryota - - Ellos serán tus contrincantes, 1 a 1 - dijo y por su cara se notaba lo emocionada que estaba - Primero jugarás con Kise, te parece? - - No hay problema - respondió rascándose la cabeza. Quería acabar con eso rápido. - Hay que divertirnos - animó Kise. - No lo canses mucho que luego jugará conmigo - - Ok Aominecchi - - Oye nuevo ¿Jugarás así? - Aomine le preguntó viendo que el otro iba a jugar llevando el uniforme puesto. - Si, no creo que haré mucho esfuerzo - se sentía muy confiado en sus habilidades. - ¡Me gusta esos ánimos positivos nuevo! - le dio una palmada en la espalda y fue corriendo al centro de la cancha. Kise siempre se caracterizaba por ser una persona muy alegre al jugar. - En serio creo que esto es una pérdida de tiempo.... - se dijo para sí mismo. Estaba cansado y ahora tenía mucha más hambre. El partido comenzó normal, Kagami logró robarle el balón unas tres veces pero fue duramente derrotado por Kise quien le robó diez veces el balón, le hizo tropezar incontables ocasiones y más que nada encestó 36 puntos. - ¡Fin del primer encuentro! - avisó Riko tocando su silbato - El vencedor es Kise con 36 contra 14 - - Nada mal Kagami - lo felicitó el rubio. - I-Igualmente - el pelirrojo a comparación suya acabó agotado y sudoroso. Había dado una dura batalla. - Oye Kise - Aomine se les acercó con las manos en los bolsillos - .... ¿Por qué no has jugado en serio? - sonaba algo molesto. - ¿Eh? Bueno.... jeje me atrapaste - - ¿Cómo es eso que no jugó en serio? - no podía creerlo, había sido aplastado por una persona que no le había tomado en serio. - Ya no importa, tú, ahora nos toca a nosotros - el peliazul le pasó el balón tan fuerte que casi se le cae de las manos al nuevo - Y no te preocupes, yo sí jugaré en serio - estaba molesto con él; no le había agradado en nada que fuera tan arrogante y que los menospreciara. No duró mucho, Kagami no logró tocar el balón ni una sola vez. Aomine lo venció con 68 a 0. Fue una total humillación. - ¡Fin del segundo encuentro! - - ¿Y dices que el basket de América es mejor? No me hagas reír - se fue dejándolo con el habla en la boca. - Etto.... discúlpalo, se comporta así con los nuevos - Kise dijo eso para que él no se sintiera mal - Pero no sé por qué fue tan duro contigo.... - no entendía la amargura de su amigo, no era una persona maliciosa al momento de pensar el por qué de las acciones de los demás, así que no tenía ni idea de la razón. - Sí, esta vez se pasó - renegó Riko. - Bueno, siempre anda diciendo que él único que puede vencerle es él mismo.... - Hyuga trató de explicar su extraño comportamiento aunque para él también fuera todo un misterio. - Con que es eso.... - fingió comprender - Quiero unirme - dijo secándose el sudor de la frente. - ¿Disculpa? - Riko no creía lo que oía, por fin había conseguido lo que quería. - Quiero unirme y mostrarle a ese tipo que está equivocado - sonreía motivado - Además parece que tienen jugadores interesantes - - ....Bueno, es un avance... - suspiró ella. - Kagami déjame ser el primero en darte la bienvenida - le extendió la mano forma de saludo. - Juguemos de nuevo, Kise - le respondió estrechándole la mano. - ¡Ay! ¡Ya va a acabar el descanso! - Kise se alarmó - ¡Me tengo que ir a devolver un libro! Nos vemos Kagami - se despidió y se fue corriendo. - Adiós - se quedó con la mano alzada... ¡¡¡Waaaa!!! ¡Se acaba el tiempo y yo todavía no he comido nada! - - Calma nuevo, por haberte unido, hoy día te invito el almuerzo - Riko dijo feliz sin saber del voraz apetito del pelirrojo y que por ello no le quedaría mucho dinero en el bolsillo. - ¿De verdad? ¡Gracias! - Se fueron juntos y ella aprovechó para contarle más sobre la historia del instituto junto con sus grandes logros. Seirin era reconocido nacionalmente por sus equipos deportivos ya que siempre eran victoriosos en todas las competencias escolares y nacionales, o como mínimo conseguían una buena posición en los marcadores que nunca bajan del segundo puesto, y eso que sólo tienen 10 años de fundación. Kagami quedaba asombrado con cada historia ¿En serio este lugar tiene grandes jugadores? Se puso a pensar que quizás su padre ya sabía sobre esos logros y que por eso lo inscribió allí, quién sabe... Seguían caminando en dirección al comedor cuando un estallido de gritos eufóricos los asustó. Era un gran número de alumnos, la mayoría mujeres que corrían detrás de alguien. Kagami creía que tal vez se había presentado una estrella, un actor o un cantante famoso, alguien tan importante como para poder enloquecer a tanta juventud. Se alzó para poder ver mejor, le invadía la curiosidad. Logró ver un joven de cabellos dorados oscuros largos, alto de ojos azules y más que nada de buen aspecto. Les sonreía y saludaba a todos sin distinción; parecía un actor de Hollywood, no, a un cantante famoso quizás, no sabía a qué pero sentía qué lo rodeaba un aura brillante, ese tipo de aura que a muy pocas personas acompaña. Vio que vestía el mismo uniforme que ellos, entonces era un alumno ¿Pero de qué año? No lo sabía, no tenía ningún distintivo que pudiera decirlo. El brillante alumno se detuvo y comenzó a hablar con sus seguidores; no escuchaba nada, estaba demasiado lejos como para oírlo pero sí podía ver lo que hacía: coquetear. - Cierto, olvidé contarte sobre la Realeza - le dijo Riko notando que el nuevo se quedó mirando al tumulto. - ¿Realeza? - - Sí, la Raleza del Instituto Seirin - su voz era seria, no había broma en lo que hablaba - Son los Idols de la preparatoria - - ¿Idols? ¿También aquí hay eso? Que interesante... - - Si, los tres alumnos más arrogantes, conocidos por ser los mejores cada uno en su campo, por ser mujeriegos, por imponer sus deseos y hacer lo que quieren sin importarle los demás, los llaman Los Reyes Arrogantes - - ¿Arrogantes? - La chica volvió a sentir y continuó. - Y luego le siguen los tres alumnos que al parecer no muestran emoción alguna, también son los mejores en sus campos no te olvides de eso, son famosos porque no aceptan o mejor dicho nunca se han sentido aludidos a los mensajes o a las confesiones de amor que les han dado en persona... son Los Príncipes Helados - Todo sonaba interesante y divertido para el pelirrojo. - ¿Y quiénes son? - - Eso Es lo divertido - sonrió - Nosotros tenemos a dos de ellos - - ¿A dos? - ser impresionó. - Jinguji Ren de tercero es el Rey Perfecto; Grimmjow Jaegerjaquez de segundo es el Rey Pantera; y Aomine Daiki de primero es el Rey del Basket - nombró al último con mucho orgullo. - Aomine, un rey arrogante, no era de esperarse... - - Hijirikawa Masato de tercero es el Príncipe Perfecto; Ulquiorra Cifer de segundo es el Príncipe Vacío; y por último y no menos importante, Kuroko Tetsuya de primero es el Príncipe Fantasma - seguía orgullosa - ...Por cierto Tetsuya es del equipo de basket - - Kuroko Tetsuya... - no lo conocía - ¿Por qué los llaman así? - - Los seis, cada uno de ellos son los mejores, populares, todas las chicas (menos yo, claro) se mueren por ellos y son admirados por todos los chicos... ahora que lo pienso, ellos no saben nada sobre los apelativos que les han puesto los alumnos - - Ya veo.... - Después de esa pequeña plática se fueron. Riko cumplió su promesa de comprarle el almuerzo, y para su bien, Kagami fue considerado y ordenó lo más grande y económico que había. Luego de eso, su primer día de clases fue común y corriente. 󾥡󾇟 klara-chan ♥
Posted on: Fri, 15 Nov 2013 19:35:24 +0000

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