Esta es una nota que le hizo un amigo a uno de nuestros héroes - TopicsExpress



          

Esta es una nota que le hizo un amigo a uno de nuestros héroes reconocido y admirado por los británicos, condecorado por el Senado de Estados Unidos pero ignorado por los gobiernos democráticos... “Tenía a mi mando 700 hombres del batallón, y alrededor de 200 efectivos del Ejército, con los que luchamos en el momento más critico y más feróz del ataque británico; pese a ello, se registró un grado increíblemente ínfimo de bajas: 30 muertos y 105 heridos. Como contrapartida, les provocamos al enemigo el más alto número de muertos: aunque no lo reconocen oficialmente, en la zona donde peleó el BIM 5 los británicos perdieron 359 hombres, de donde saco esa cifra? ellos mismos me la dijeron.” “De los 74 días que pasamos en Malvinas, 44 recibimos fuego permanente sin poder responder. Solo los 4 o 5 últimos días fueron de real combate para nosotros… Recuerdo un momento del último día, el 14 de junio, a las 10 y media de la mañana. Era un momento muy crítico. Nos estábamos replegando sobre Sapper Hill, desde Tumbledown y Williams. Veo que el segundo comandante, Daniel Ponce, capitán de fragata, cae, agotado, rendido. El fue un segundo comandante perfecto, un ejemplo. Cuando cae, dos conscriptos van a auxiliarlo. No estaba herido. Estaba agotado, no podía más. Ponce ordena a los conscriptos que lo dejen. Ellos le dicen: “Si hay que morir, morimos los tres”. Lo ayudaron, lo levantaron, lo llevaron y los tres salieron con vida. A esto yo le llamo cohesión.” “Todos sabían lo que estaban haciendo. Me conmovió la entrega del subteniente Silva, del Ejército, que se incorporó a mi unidad cuando se replegó el Regimiento 4. Silva era un valiente. Vino y me dijo que lo destine en el lugar donde se iba a luchar más duramente. Fue a Tumbledown. Murió con sus 4 soldados, peleando con la mayor bravura. Allí estaban los escoceses (muy buenos, como los paracaidistas ingleses) y los famosos gurkhas, que eran pura propaganda. Caían como moscas. También recuerdo a un conscripto que desobedeció mis órdenes. En un momento del combate en que los británicos eran rechazados, él corre detrás de ellos, baleándolos sin parar. Yo le ordeno que se detenga. Pero él sigue. El fuego enemigo lo alcanza y cae muerto. Yo mismo lo enterré estaba a 500 metros delante de las posiciones en que debía estar…y rodeado de enemigos muertos. Actos de arrojo así hubo a montones, aunque no por desobedecer mis órdenes.” “Yo no soy ni bravo, ni valiente, ni nada por el estilo. Soy un hombre común. Tengo miedo cuando cruzo la calle. Pero en Malvinas no pude tener miedo. No pude tenerlo porque creo que Dios no me dejó tenerlo, y la preocupación por mis hombres, su entrega, obviamente no me podían permitir el privilegio de tener miedo.” “Sí sentí amargura. Ha sido la más grande amargura de mi vida, en dos momentos críticos: uno, cuando tuve que ordenar el inicio del repliegue hacia Sapper Hill; y el segundo, terrible, cuando entró mi batallón, desfilando, armas al hombro, entero, a Puerto Argentino. Eso significaba la rendición. Ahí aflojé. Más de uno me habrá visto llorar”. Cenando con nosotros en el Círculo de Periodistas de Bahía Blanca pocos meses antes de fallecer, en un aparte lo grabé con el celular; Allí contó una anécdota –o varias en una- cuando ya habiéndose entregado y responsabilizado de sus actos de guerra eximiendo a sus hombres, y ante el estado mayor de Jéremy Moore, un oficial se reía; giró y lo miró fiero, el inglés se disculpó ceremoniosa y militarmente, y le dijo: “perdón señor pero pensé que usted era más alto” la expresión se relacionaba con el daño que hizo su legendario BIM5 y la supuesta imagen que tenían de su aguerrido comandante. Para ellos era un gigante. Atrás quedó un pacto; “it’s a deal” se dijeron ceremoniosamente ambos comandantes... “Recojan sus muertos y colaboren con los nuestros, saquen las minas que han puesto y se podrán ir a casa”. Los ingleses los trataron con respeto y hasta con cierta reverencia y cumplieron. Con el paso del tiempo varias veces lo invitaron a dan conferencias y sus regimientos e institutos de cómo había hecho tanto daño moviendo sus baterías de noche y otras tácticas. Como dijo Jorge Luis Borges..”tenían la certidumbre de haber sido valientes, de haber cumplido ya con las exigencias del valor y del honor.. Robacio falleció repentinamente caminando por la vaya paradoja para un héroe real ignorado por los ignorantes...By Néstor A. Martínez Falcón.-
Posted on: Wed, 02 Apr 2014 15:19:49 +0000

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