Esta mañana no escribí el mejor de los poemas, tampoco elevé - TopicsExpress



          

Esta mañana no escribí el mejor de los poemas, tampoco elevé una plegaria al todopoderoso, esta mañana amanecí con el aroma perfumado de tu perfecta armonía, enamorada, dueña de un corazón de latidos desbordantes, de un corazón concebido solamente para amarte. Todo empezó en una noche fría que decidí entrar a un lugar, donde conversas con personas que no conoces y estaba allí, en algún rincón de la ciudad, fue como si de pronto una voz tocara mi hombro y tras un suave giro, se posara un encuentro en mis ojos y anudara de silencio los sentidos. Desde entonces, supe que ese día quedaría en mi memoria. Ese día de la semana me pasó lo inesperado, una llamada que hizo pensar que no era un sueño, era realidad, mi realidad. Después de ese día las llamadas se volvieron interminables, luego en una tarde sombría que para entonces, sólo era propicia a la casualidad disfrazada del destino. Era él, con un traje azul, tan reluciente como salido de vitrina, y esto, sin mencionar el enigma que envolvía su mirada, por momentos perdida. Estaba segura de saber por qué no podíamos vernos a los ojos frente a frente, pues la tentación de ignorar el tiempo mientras brotaban las preguntas, se veía venir. Me enredó sin notarlo la angustia de volver a verlo, mientras por dentro salpicaban chispas que encendían poco a poco el cristal de mi alma. Lo recuerdo todo. Sus amenas charlas que duraban horas sólo eran nuestras, no había tema alguno que despeje un instante el pensamiento del otro, no sabíamos de despedidas y poco importaba que llegase el amanecer. Lentamente el silencio parecía inocente. Me atrevo a decir que después de algunos días mezclados de encuentros y llamadas, me envolvía la duda de saber si fue él o fui yo, quien hizo de un momento sin el otro. La distancia para extrañar funcionaba muy bien, empezaba a quererlo. Él travieso con las palabras me acercaba un poco más, hasta lograr pintar su silueta en mi papel, y oscurecer de intimidad las emociones para perder la dirección de sus manos, a base de música que te envolvía y te hacia olvidarte de todo. Cada noche más que piel y presencia de los besos que acababan semiocultos en la sombra de la noche. Le dije mil palabras al pronunciar su nombre, se escuchaba como una melodía, la voz, entre tanto silencio, decirle "cuánto te pienso", llegaste a mi vida y sin saber como ni cuando entraste en mi corazón y te adueñaste de mi completamente. Me enamoré de él paralelamente a todo, disfrutaba de su cuerpo despojado de ropaje y abrigado con el mío. Resultó sencillo que aprendiera el idioma de dominar mis manos, o de cada susurro que su voz liberaba el grito de sentirse amada, cubriendo de la noche que llevo dentro cada uno de sus latidos convertidos en vibraciones. Jamás alguien había besado mi cuerpo entero de un solo respiro, ni dejó tatuada la pasión que en mi alma parecía callada y a la vez tentadora; cada poro de mi piel se abría a su llamado y mientras tanto; dilataba mi corazón, el momento de vivirla, su mirada nocturna, esa lluvia que resbala y dos voces casi cortadas. Pasó todo y con eso digo, que mi vida a su lado no siempre fue noche. Compartimos una risa y secamos un llanto. Es todo perfecto, cuando hay sonrisas, pasatiempos de limpieza que raramente era un juego; las tardes una locura cuando algo me pasaba siempre lo sanaba con un "te quiero". Así llegaron los meses como llegan las estaciones que lo cambian todo, tan sólo para dar vida, tan sólo para darla. Dueña de un sentimiento que lo había podido todo, dueña de un mundo que fue creado para los dos, dueña de una promesa que para hoy sé, fue cierta. He pecado al pensar que se puede alejar de mi, sin saber como duele ese sentimiento, escuchar los pasos de la gente que va de prisa al encuentro de una vida que les pertenece. Y ahora pensando en este amor que a los dos nos quema fuertemente, quizá esta noche haga una locura... Esta historia es mi historia, y puedo decir que soy feliz, inmensamente feliz, me encuentro sentada mirando las estrellas pensando en mi amor y los recuerdos fluyen, esta noche se parece tanto a esas noches, que me dan la certeza de creer en lo que siento. attt gustavo alejandor alvarez pulido 10/juli/2013
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 01:59:50 +0000

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