Estos actos salvajes nos denigran como ciudadanos del mundo, maleducan a nuestros hijos en un ambiente de crueldad, desdeño e indiferencia hacia los animales, y atrasan nuestra condición de personas avanzadas y respetuosas con nuestro entorno, por lo cual es obvio que tiene repercusiones mucho más graves y lamentables para toda una población. Efectivamente, como ha ido ampliamente argumentado por psicoanalistas, psicólogos infantiles, criminólogos etc., la exposición de los niños a los espectáculos de maltrato animal dañan su psiquis y atentan inexorablemente contra su equilibrio emocional, quebrantando su sistema de valores e induciéndolos a conductas violentas.
Posted on: Fri, 14 Jun 2013 23:11:43 +0000
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