Estrella 12, el objetivo de Armani vía @El Colombiano. Si a alguien lo sostiene su trabajo en Nacional es al portero Franco Armani. En esta final, frente al Santa Fe, el guardavallas no quiere que se repita la suerte que corrió en la final de la Superliga cuando sufrió la peor lesión de su carrera. En aquel momento, recién Juan Carlos Osorio estaba terminando de conocer el grupo de futbolistas, entonces, esa lesión dejó a Franco con la incertidumbre de lo que pasaría con su futuro. Después de ese amargo trago, la salida de Gaston Pezzuti fue otro duro golpe, porque su compatriota era un apoyo incondicional en el proceso de recuperación. Mientras tanto Cristian Bonilla se consolidaba y un nuevo portero llegaba a suplir a Pezzuti. Con el arribo de Luis Enrique Martínez, la ilusión de ser el 1 en la portería se esfumaba. "En el momento de la lesión uno se pone triste, se bajonea. Pero tenía que meterle moral y pensamientos buenos para regresar de la mejor manera, porque sabía lo que podía dar". Armani pasó parte de su proceso de recuperación en Argentina. Estar al lado de sus seres queridos le sirvió para adquirir un nuevo aire y regresar lleno de positivismo a la última etapa de su convalecencia. "Era estar con la familia, tomar otra motivación. La verdad fue una linda experiencia y ese tiempo se pasó volando". Cuando dejó la lesión atrás nunca se refirió de malas maneras a sus compañeros del arco, siempre habló respetuosamente de las decisiones del técnico Juan Carlos Osorio. Nunca las cuestionó. Hasta que le llegó de nuevo la oportunidad. Atrás habían quedado los sentimientos de rabia, las lágrimas, la incertidumbre. Por delante, estaba asumir un reto y demostrar porque el fútbol lo eligió para ser portero. En sus manos cargaba las ilusiones de miles de aficionados y no los defraudó. De partido en partido, Armani salía figura. Osorio rotaba el equipo, pero Franco se mantenía en su posición. "Ya de la lesión me olvidé. En un momento me pareció muy mala esa situación, pero ahora comprendo que Dios me tenía guardadas cosas mejores", dice con la voz entrecortada. Pone a volar su imaginación y visualiza el partido del domingo: "me imagino entrando al Atanasio y después a una cancha llena a la que no le quepa ni una persona más y después, con alzar el título en el partido de vuelta en Bogotá". A sus 26 años todavía posee la misma ansiedad de niño, cuando en Casilda, la provincia argentina en la que nació, tenía un partido importante, en el barrio o el colegio. Es un tipo noble y siempre se refiere a sus compañeros de puesto en los mejores términos: "creo que los otros tres arqueros, cuando les tocó la oportunidad han rendido. Así que tranquilo, porque si no me toca estar a mi, ellos van a dar lo mejor para conseguir ese título". elcolombiano/BancoConocimiento/E/estrella_12_el_objetivo_de_armani/estrella_12_el_objetivo_de_armani.asp
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 23:47:51 +0000
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