Está mas claro que el agua. El que mal empieza mal acaba y también recordar que el que siembra viento recoge tempestad. Esta es la lamentable historia de una persona que nunca debió entrar en el ayuntamiento de Pozoblanco (debiera dar la cara ahora quien lo promocionó y lo elevó a esos altares). Lo mas lamentable de todo esto es la incidencia que esta situación personal está teniendo sobre todo un pueblo que ha pasado de la prosperidad a la parálisis gracias a unos cuantos personajes que pensaron que la política era solo salir en las procesiones y hacerse la foto para aparecer, de vez en cuando, en algún periódico provincial. En conjunto el gobierno del desastre, de la inutilidad, de la mediocridad mas profunda.
Posted on: Fri, 07 Jun 2013 05:43:00 +0000
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