Extraído de " que ardan todas las patrias"... nada que envidiarle - TopicsExpress



          

Extraído de " que ardan todas las patrias"... nada que envidiarle a Pio Moa (se adjunta un enlace a un artículo suyo): Las reivindicaciones de las “nacionalidades históricas” pronto generaron un efecto dominó. Así, ya sea por pura imitación o por agravio comparativo surgen nacionalismos que son una triste y tardía copia de los nacionalismos del norte aunque sin llegar a tener tanta fuerza como los nacionalismos gallego, vasco y catalán. En efecto, ya bien entrado el siglo XX, Blas Infante creó prácticamente de la nada el nacionalismo andaluz, un nacionalismo que apenas tuvo calado popular por la sencilla razón que la proletarizada Andalucía era uno de los bastiones históricos del anarquismo en la península. Para ello contó con la inestimable ayuda de los nacionalistas gallegos que le contaron cómo habían explotado el mito céltico. De manera análoga, el “Padre de la Patria Andaluza” buscó en la historia andaluza un mito nacional y se encontró con el pasado musulmán, que le llegó a obsesionar hasta el punto de viajar a Marruecos, donde, según dicen, se convirtió al Islam. El nacionalismo de Infante tiene ese punto de fantasía y falseamiento de la realidad que caracteriza a todos los nacionalismos pues, por mucho que se considerase descendiente de pobladores de Al-Ándalus, él y la práctica totalidad de los andaluces descienden de gentes venidas del norte de la península (gallegos, leoneses, castellanos, aragoneses, etc.) con la Reconquista49. De hecho, casi toda la población morisca fue deportada al norte de África en el silgo XVI y la poca que quedó fue trasladada desde Andalucía y Levante (donde había más población morisca descendiente de los mudéjares o musulmanes de los reinos cristianos, que en Andalucía, por cierto) hasta zonas del interior (Castilla y León, principalmente) donde perdieron sus costumbres y se fundieron con la población local50 (como han demostrado estudios genéticos recientes). En lo que sí tenía razón el “Padre de la Patria Andaluza” era en la denuncia de la miseria y el caciquismo existente en el campo andaluz, pero su denuncia, aunque bien intencionada, era la de un individuo de clase acomodada (notario de profesión) que conocía las cuitas de los jornaleros desde fuera. Éstos sabían bien que su problema no derivaba del “centralismo de Madrid” sino de la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, cosa que no sólo ocurría en Andalucía, y se habían inclinado por la lucha global contra el capitalismo que preconizaba la CNT. Por otra parte, Infante y sus correligionarios cayeron en el error que comenten todos los nacionalismos, a saber, reducir la historia de Andalucía al elemento árabe (¿acaso no habitaron también los tartesios, los fenicios, los romanos, etc. en aquellas tierras?), es más, monopolizaron el término Al-Ándalus, cuando Al-Ándalus llegó a comprender la mayor parte de península, no sólo la actual Andalucía. Sea como fuere, ni siquiera hoy día, los andaluces tienen especial espíritu patriótico y ello a pesar del esfuerzo y los recursos gastados por el gobierno autonómico y de que en 2007 el parlamento andaluz declarara a Andalucía “realidad nacional” dentro de España. Prueba de que dicha reivindicación nacionalista no tenía base social ninguna es que sólo tras una campaña institucional para fomentar el patriotismo el número de encuestados que consideraba a Andalucía una “nación” pasó del 4% al 18%. Aún así al 82% de los andaluces les seguía importando bien poco la identidad nacional. libertaddigital/opinion/ideas/nacionalismos-secundarios-1276207779.html
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 20:58:48 +0000

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