Extraño mis antiguas emociones. Extraño ese amor que ciega, ensordece, enloquece. Extraño dormirme pensando en los labios de alguien. Extraño el temblor en mis intestinos, la piel que se eriza, la risa estúpida, loca. Los ojos muy cerca, las lenguas que luchas. El remolino de sensaciones. Extraño mis viejas emociones. Extraño que el tiempo se detenga en un beso, luego en caricias; que se pierda entre brazos y piernas, entre sudores, entre juegos, entre risas, entre alientos… Extraño que el mundo se reduzca a una habitación, luego a una cama, después a dos cuerpos. Extraño sentir que me descubres y te descubro. Extraño los planes, las fantasías, las sorpresas, la novedad. Extraño compartir. Extraño creer en el amor. Extraño ilusionarme pensando en un por siempre…Pero no. No extraño los celos que arden en el estómago. No extraño las frases a medias. No extraño que el tiempo nunca alcance para nada. No extraño las palabras que lastiman. No extraño las lágrimas antes de dormir, ni antes de cenar. No extraño suponer y suponer, ni tratar de adivinar. No extraño olvidarme de mi. No extraño el orgullo. No extraño la soberbia. No extraño el rencor. No extraño el dolor. No extraño el chantaje. No extraño la mentira, ni el engaño, ni el egoísmo, ni la indiferencia. No extraño la lucha de poder, ni la competencia. No extraño desconocerme. No extraño tratar de olvidar. No extraño esconder lo que siento. No extraño perder. No extraño sentir que corazón se me fractura a cada instante. No, pensándolo bien, no extraño enamorarme, embrutecer.
Posted on: Sat, 26 Oct 2013 05:53:19 +0000
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