FINO HUMOR... Las aventuras de Lorenzo (en Arabia) de Enrique - TopicsExpress



          

FINO HUMOR... Las aventuras de Lorenzo (en Arabia) de Enrique Gallud Jardiel. Hoy les contaré una «peli» requetegalardonada con óscares y demás llamada Lawrence de Arabia. ¿Por qué? Porque me apetece mucho el hacerlo. ¿Qué pasa? (Ahora creerán los lectores que esto lo hago por ansia de dejar a David Lean en ridículo. Pues nada, se equivocan, porque yo —que soy más malo que un ántrax con muchos— puedo apreciar las cosas buenas que saltan a la vista y, aunque a veces escriba en tono de chanza, no significa que no me gusten mil obras clásicas del arte, como es el caso de la «peli» ya citada.) La actuación merece un diez: Alec Guinness (¡qué pasada de actor!) Seguro que todos recuerdan lo bien que estaba en el Río Kwai, en Zhivago, en Pasaje... y otras tantas producciones. Yo aseguro que actuaba mejor que Ana Obregón y que el Noriega, (que son lo que ofrece España). ¿Y Omar Sharif? ¿Qué me dicen? ¡Lo guapísimo que estaba de árabe malo en camello cuando la toma de Áqaba! Al O’Toole y a Anthony Quinn alabarles no hace falta porque ya sabemos todos que son actores de talla. Una anécdota curiosa (aunque yo no sé si falsa) cuentan sobre su rodaje, relativa a una manada de caballos alazanes que habían costado una pasta: pues resulta que en la toma había una cabalgada; los «extras» eran gitanos (pues esto se rodó en Anda- lucía, no estoy seguro de si fue Almería o Málaga). Pues el caso es que corrieron hasta una buena distancia. A David Lean le gustó la toma y la dio por válida. Pero cuando dijo: «Vuelvan», ellos dijeron: «¡Naranjas de la China!» y se largaron a celebrar la artimaña llevándose los caballos y un buen montón de chilabas. Bueno, como les decía: la «peli» es buena, aunque larga. Cuatro horas de desierto que, la ves, y en cuanto acabas te vas al bar más cercano y te bebes siete Fantas, porque la historia conmueve pero da una sed que espanta. La cosa va de un teniente más pirado que una cabra al que le gusta sufrir, que le zurren la badana, que le insulten, que le escupan y yo diría que hasta que le hagan algo muy feo —no es cosa para nombrarla— que le hace un effendi turco, dejándole hecho una lástima. En fin: el teniente tiene la voluntad empeñada en que los árabes tengan un país como Dios manda y para eso pone bombas en los trenes y se carga un buen puñado de turcos que no le habían hecho nada. Pero como él es inglés, pues es el bueno, y no pasa nada porque escabechine a los turcos a mansalva. La moraleja es que hay dos categorías humanas: occidentales y cafres; si eres inglés, pues te hartas de darle gusto al gatillo y te dan una medalla, y si eres tercermundista te endiñan y tú te aguantas. (Hay otra enseñanza más: pues Lawrence se va a su casa y con su motocicleta se pega tan gran castaña que para juntar sus restos hay que usar una cuchara. O sea: que el que salvó el pellejo en cien batallas acabó muy malamente estampado en una tapia. ¿Y cuál es la moraleja? ¿Que el que la hace la paga? No: es que la gente no debe conducir si está borracha.)
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 22:42:06 +0000

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