Fragmanto de la novella Que bueno baila usted; la musica cubana a traves de Benny More. Para adquirir en librosenred La Clave no hablaba en lenguas viejas ni sabía de brujerías, por eso nunca iba a las fiestas de santo. No vino de España con los hombres de mar. La estridencia de las castañuelas la irritaba y la voz trebejosa de las tejoletas le resultaba desabrida e inconsistente. No quedó como elemento sobreviviente de aquellos seres de piel aceitunada, a los que la benevolencia del clima permitía andar sencilla y naturalmente como si todo el cuerpo fuera la cara y que Cristóbal Colón, el más iluminado de los almirantes de antaño, llamó indios cuando buscaba nuevas rutas para el comercio, con la ignorancia de creer que Cuba era Cipango o la China, y los moradores de Japón o la China los habitantes del país de las vacas sagradas. Descendiente de los arboles, que brotan de las tierra, la Clave había nacido en medio de la Bahía, vigilada y protegida por la Virgen de Regla. En aquel nido de barcos azucareros y de guerra fue engendrada por las manos de los condenados a remar, por los negros de carga y descarga del muelle, por los esclavos descascaradores de troncos, por los mulatos carpinteros, libertos ebanistas, calafates y herreros de Triana. Por eso su canción doliente a veces expresaba voluntad indomable, otras, tomaba la distancia del forastero y siempre, desde lo más profundo, evocaba la soledad de las celdas, el alma bagarina, la pena de los condenados, el dolor y el ansia de libertad de los sometidos a latigazos por siglos incontables.
Posted on: Sat, 26 Oct 2013 11:55:35 +0000
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