GERUNDIO DEL VERBO AMAR* Les pido apreciables lectores comprensión a la siguiente digresión. En mis últimos artículos he estado abordando la cuestión de las Comisiones de la Verdad en distintos países, especialmente en El Salvador, para desembocar en breve con la acordada para Guatemala. Para hablar solamente de la historia reciente de nuestro país, basta periodizar a partir de la tragedia de 1954, para darse cuenta de la cruenta pesadilla en la que se convirtió la existencia de vastos sectores sociales, que han luchado por la sobrevivencia o el enriquecimiento, social y económico; por el poder político, generando una lucha armada de cuatro décadas, que hasta recién ha sido formalmente concluida. En todos estos años e inclusive durante los de su adolescencia, que coincidió con el fin de la dictadura ubiquista y la alborada revolucionaria del 44, Amando Parrilla Barrascout (Mazatenango, 25/08/1920) ha librado su propia lucha. Al contrario, de muchos de sus contemporáneos, no en el cultivo del odio y de resentimientos brotados de la propia lucha, sino en la fragua del amor, del erotismo y de las canciones románticas en el convivir cotidiano. Preocupado por Este afán de quererte, más que en los graves problemas sociales del país. Por ello, él mismo es una gran feliz contradicción –un poeta y un compositor romántico- en el centro del corazón del país más triste de la Tierra, como dijese Otto René Castillo. Su enfrentamiento ha sido cruento como nuestra propia historia. Los resultados diversos: Innumerables composiciones y poemas, tres hijos y su prole, la esposa en la memoria y en el corazón, hoy infelizmente, muerta. Desde lo alto de sus 77 años, sus armas continúan siendo las mismas: la poesía, la música, la guitarra y las musas. Por causa del gusto hacia la música de nuestras familias, nos conocemos desde hace mucho tiempo. A partir de nuestro encuentro en la antigua casa de tus hermanos, Beto y Martita en Altamira, y de la lacónica respuesta de nuestro querido y ausente Edgar Anzueto Parrilla, ante nuestra pregunta de quién es el maestro de la guitarra: ese es un mi tío que le dicen Mando; hasta tu relato de las circunstancias, el momento y de la inspiración de Qué Vergüenza, cuando eras vendedor viajero, enamorado para variar de una musa, enajenado en los confines del Petén de los años 50. Te recuerdo Mando, hablando desaforado sobre las calles y avenidas con sus nombres antiguos de nuestra ciudad en el limbo de los años cuarentas y cincuentas. Te rememoro en los pasos de doña Rosita Barrascout, tu viejecita. Por ello, ahora que la Fundación Rigoberta Menchú, la Asociación de Cantantes Profesionales de Guatemala y el Ministerio de Cultura y Deportes te rinden un merecido homenaje, el miércoles 14 de mayo en el Teatro de Cámara del Centro Cultural Miguel Angel Asturias (20:00 horas; Q20.00; teléfono 597-1770), pienso que culminas el proceso de convertirte en uno más de los guatemaltecos fundamentales, que por cierto no son muchos. Tu obra poética y musical, sin duda te sobrevivirá. Las penurias económicas y la falta de comprensión a tu arte esperamos no te sobrevivan. Por otra parte, los guatemaltecos, cantando tus canciones, no te dejaremos descansar en paz. Entre otros, te lo demostrarán en el homenaje del próximo miércoles: Roberto Rey, Paco Cáceres, Karin May, Carlos Emilio, Jorge Luis Diéguez, Paola, Axel Hernández. Ana Reyna, Pedro de Sinaí y el Grupo Kopante. Recuerdo cuando te dije: Armando, ¡qué linda canción! Respondiste pronto: Yo no me llamo Armando, mi nombre es el gerundio del verbo amar. Hágase tu voluntad.
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 14:42:22 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015