GIRO DE ESFERA Del horror de la tormenta salté al pudor del cielo con su cruz de esmalte tallada en verso en la estación mansa de la estrofa el resto se lo tragó la caída la palabra en fuego desde la boca sin otro candor que un giro de esfera nombrando la luz y el silencio A cada beso que di le sobrevino un destello un detalle en el labio mordiendo el eco un calor en el lejano centro del universo. EL LECHO DE LA BOTONADURA Era la noche soterrada el filo del instrumento haciendo nadas en la hondura cuando la casa no tenía techo y uno sembraba estrellas y cosechaba cielos y ladraba la perra vida a la sombra de la luna y tú te arrodillabas donde el sudor embriaga todo pájaro en el lecho de la botonadura. MALVIVIENTE A caminar calles oscuras, suburbios, a perseguir las noches del vicio; a reconocer la infamia y la desdicha en el paso brutal del mal viviente. Pasar, como si la noche en la urbe, fuera interminable y sin luces y el día, el amago de un placer hosco y sin nombre. A caminar feroz entre la gente dando zancadas sobre el charco por no pisar el descontento, ni oír la voz de los muertos. LA OTRA MUERTE Soy pecho, arma firme, puro diente; de cada dedo epicentro del volcán que me preside. A nada le temo. Ni a un golpe del destino ni a un salto de muerte. He vivido en la sombra inmerso de un árbol que se derribó en el viento. Nada me fue ajeno, incluido tu cuerpo. Vago en tu sangre. Cada átomo de lo que soy, lo viví en tu sueño en la vida de la otra muerte.
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 03:39:27 +0000