GUIA Y GUEGO DEL ESPIRITU SANTO. El querer ser guiados por el - TopicsExpress



          

GUIA Y GUEGO DEL ESPIRITU SANTO. El querer ser guiados por el Espíritu Santo de Dios depende de nosotros. Así como cada ciego necesita de alguien para ser guiado, así también nosotros para avanzar en el crecimiento Espiritual, dependemos solamente del Espíritu Santo de Dios. Esta dependencia del Espíritu Santo de Dios es fundamental para que se inicie esta guía. Al sentirse el Espíritu Santo de Dios considerado por nosotros para que nos guíe, el por su infinito amor nos guiara. La guía más común es a través de la Biblia. El nos puede guiar a través de los sueños. Puede ser por una visión. Podemos también llegar a tener una guía más directa con el Espíritu Santo de Dios, a través de varias de sus manifestaciones.La Biblia dice que, al bautizarse Jesús, espíritu santo descendió sobre él bajo la apariencia de una paloma, no como forma humana. (Marcos 1:10.) Esta fuerza activa de Dios le permitió a Jesús curar enfermos y levantar muertos. Como dice Lucas 5:17: “El poder del Señor [Dios] le hacía [a Jesús] obrar curaciones” . El espíritu de Dios también dio a los discípulos de Jesús facultad para hacer cosas milagrosas. Hechos 2:1-4 relata que los discípulos estaban reunidos en el Pentecostés cuando “de repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, [...] y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse”.De modo que el espíritu santo dio a Jesús y a otros siervos de Dios poder para hacer lo que ordinariamente los seres humanos no podrían hacer. La Biblia describe a Dios como un “fuego consumidor” (Hebreos 12:29), así que no es sorpresa que el fuego aparezca a menudo como un símbolo de la presencia de Dios. Los ejemplos incluyen la zarza ardiente (Éxodo 3:2), la gloria Shekinah (Éxodo 14:19; Números 9:15), y la visión de Ezequiel (Ezequiel 1:4). El fuego ha sido muchas veces un instrumento del juicio de Dios (Números 11:1, 3; 2 Reyes 1:10, 12) y una señal de Su poder (Jueces 13:20; 1 Reyes 18:38). Por razones obvias, el fuego fue un elemento importante para los sacrificios del Antiguo Testamento. El fuego en el altar de las ofrendas fue un regalo divino, habiendo sido encendido originalmente por Dios Mismo (Levítico 9:24). Dios encargó a los sacerdotes que mantuvieran Su fuego encendido continuamente (Levítico 6:13) y les aclaró que el fuego de cualquier otra procedencia era inaceptable (Levítico 10:1-2). En el Nuevo Testamento, el altar puede servir como una imagen de nuestro compromiso con el Señor. Como creyentes en Jesucristo, somos llamados a ofrecer nuestros cuerpos como “sacrificios vivos” (Romanos 12:1), consumidos por el divino don: el inextinguible fuego del Espíritu Santo. En los inicios del Nuevo Testamento, el Espíritu Santo es asociado con fuego. Juan el Bautista predice que Jesús será El que “os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.” Cuando el Espíritu Santo inició Su ministerio de morar en la iglesia primitiva, Él eligió aparecer como “lenguas de fuego” que se posaban sobre los creyentes. En ese momento “se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.” (Hechos 2:3-4). El fuego es una maravillosa figura de la obra del Espíritu Santo. El Espíritu es como un fuego en al menos tres maneras: El trae la presencia de Dios, la pasión de Dios, y la pureza de Dios. El Espíritu Santo es la presencia de Dios cuando Él mora en el corazón del creyente (Romanos 8:9). En el Antiguo Testamento, Dios mostraba Su presencia a los israelitas cubriendo el tabernáculo con una apariencia de fuego (Números 9:14-15). Esta presencia de fuego les proporcionaba luz y guía (Números 9:17-23). En el Nuevo Testamento, Dios guía y consuela a Sus hijos con el Espíritu Santo morando en sus cuerpos – el “tabernáculo” y el “templo del Dios vivo” (2 Corintios 5:1; 6:16).El Espíritu Santo crea la pasión de Dios en nuestros corazones!!! AMEN!!!
Posted on: Thu, 31 Oct 2013 16:08:48 +0000

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