Gabriel, creo que tienes razón en muchos puntos, escribí mi comentario en tweet impactado por una imagen sin tener todos los datos. Me pareció penoso que el mismo día domingo, mientras ardia Valparaiso, un grupo se preocupara antes de las mascotas. Me parecía que reflejaba algo que hace tiempo veo en muchos, una visión equivocada de las prioridades morales. Puede que este no haya sido el caso, y definitivamente no era el momento para plantear ese debate. Me he disculpada no se ya cuantas veces sin que el odio incesante, las amanazas, la gente que se alegra que hayan exiliado a mis padres que han sido calificados de escoría, o que explican mi supuesta aversión a los animales porque me habrían torturado con ratones, paren. Son esos comentarios, de un calibre que nada tiene que ver con el de mi comentario, lo que para mi desgracia me dan la razón. En ese cerro, en ese día esos jovenes no estaban haciendo nada malo, pero flota en el mundo que los aplaude y respalda una visión de la vida y del hombre peligrosa para todos. Esta historia desagradable me ha permitido ver hasta que punto la prioridades sentimentales y los equilibrios eticos están perdidos en demasiada gente, toda la que una y otra vez me explico que elegiría salvar un gato, una rata o un burro en vez de mis hijas o de mi propia imbecil, aweomada, asquerosa persona. Yo me hago cargo de mis dichos. Trato de explicarlo, de justificarlo y cuando me equivoco lo confieso, pero tu no te haces cargo en ningún momento de tu carta de ese odio, ni lo explicas, sino que sólo lo minimizas. Así es demasiado fácil. Contestas algunas frases mías fuera de contexto, utilizas mis dichos como quieres sólo para venir a decirme que debo quedarme tranquilo y feliz mientras me amenazan, insultan y denostan. Es eso, Gabriel, eso mismo, te apiadas por los animales, te horroriza su maltrato pero cuando se trata de un ser humano, es decir yo, le explicas en su cara que se merece los golpes, que tiene que aguantar, que así es la vida que de alguna forma de los golpes se aprende. Te apiadas de los débiles cuando no hablan, te sientes buenos ayudando a quien mueve la cola cuando lo haces, abrazas tu abandono en el perro abandonado pero no tienes piedad con lo que si exigue un esfuerzo moral, amar, respetar, defender al que no piensa como tu, al que no vive como tu, al que se equivoca o no esta en tu misma parada. Eso es lo que llamo pequeñez moral, y lo siento, ser escritor, o tener 99 mil seguidores no me impide decirtelo. Más bien me obliga a hacerlo.
Posted on: Wed, 16 Apr 2014 18:03:01 +0000
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