Gaceta de Madrid núm. 71, de 03-09-1782, páginas 723 a 727 Madrid 03 de septiembre de 1782 Aunque el Publico se halla ya instruido de la sobresaliente y afortunada maniobra ejecutada en la noche del 15 al 16 de Agosto por las tropas del Ejército destinado al sitio de la Plaza de Gibraltar y se hará aquí relación de lo ocurrido allí desde el principio del mes para no cortar el hilo al diario de aquellas operaciones. En el intermedio que pasó desde el 31 de Julio hasta el citado día 15 no hubo suceso de consecuencia de parte de los enemigos ni de la nuestra, por haberse entibiado mucho el fuego de ellos y haber cesado enteramente el de la línea; pero siempre se vio que obraban con la mayor actividad en echar barrenos, abrir cuevas en la montaña para resguardo de su gente y sus depósitos, y en aumentar las cortaduras, espaldones y todo género de defensas, ademas de colocar en sus muelles y fondeaderos nuevas cadenas y otros artificios para impedir la aproximación a estos. También se les ha visto tomar dimensiones fuera de la Puerta de Tierra y sondear su laguna, sin poder hasta ahora saberse el verdadero objeto de tales disposiciones. Últimamente se les ha notado que deshacían varias embarcaciones y que descargaban los efectos de otras, con especialidad gran porción de carbón de piedra. Por nuestra parte se seguía aparentando a los enemigos una perfecta inacción; pero en la realidad se ha trabajado con increíble eficacia en todos los preparativos correspondientes al sitio, aproximando a la línea los grandes acopios de salchichones, guías, sacos a tierra, y útiles necesarios con la mira de emplearlos rápidamente en momento oportuno. Habiendo resuelto el General Duque de Crillon que empezase la formación de la trinchera en la noche del 15, y sabiendo que según el itinerario que seguía el Sr. Conde de Artois no podría llegar S.A. a tiempo de presenciar aquella brillante acción, le despachó un correo para noticiárselo; y apenas se halló instruido de ello dicho Príncipe tomó la posta con el séquito de muy pocas personas, y logró entrar en el campo el mismo día 15 por la mañana, como ya se ha dicho. Salió a encontrarle a alguna distancia el citado General, aunque se hallaba en aquellos días bastante indispuesto, y condescendiendo a los deseos, que le manifestó el Sr. Conde de Artois le condujo inmediatamente a la línea en donde fue recibido por el Comandante General del Cuerpo auxiliar de tropas Francesas, Barón de Falkenhayn y demás Oficiales del mismo Cuerpo que estaba justamente en dicho día encargado de las guardias de la línea y trinchera: llevando todos a S.A. hasta la cabeza de la zapa, y mostrándole los parajes del desembocadero para las obras proyectadas de cuyas resultas se transfirieron al Cuartel general de Buenavista y honró S.A. al mismo General Duque de Crillon comiendo a su mesa acompañado y obsequiado de otros muchos Generales y Jefes. Ya se ha hecho mención en Gazeta del 23 de Agosto de que este Príncipe asistió aquella noche todos los trabajos que hizo el Ejercito y así solo añadiremos que luego que se concluyeron todas aquellas maniobras se retiró S.A. a la habitación que le estaba dispuesta y alhajada en San Roque con la comodidad y decencia que permitían las circunstancias y la estrechez del Pueblo. El día 16 quiso el Sr. Conde de Artoís reconocer por sí mismo las obras ejecutadas en la noche anterior, y fue acompañado por el Capitán General y demás Jefes de aquel Ejército, comiendo después todos juntos en la misma casa del Duque de Crillon. En la propia mañana llegó al Campo el Sr. Conde de Dammartin, y fue recibido con las distinciones que correspondían, asistiendo desde entonces a todo cuanto se ha ejecutado. No se tuvo por conveniente continuar los trabajos en la noche inmediata, así por dar algún descanso a la tropa como por no exponerla sin grave necesidad, si, como era regular, hacía la Plaza un fuego general hacia aquella parte; bien que esto no se verificó. En el día 17 pasó el Capitán General a San Roque, y volvió con aquellos Príncipes a su Cuartel de Buenavista desde donde después de comer los condujo a ver la línea y los fuertes y baterías de ella, de que se mostraron muy satisfechos. En esta noche se continuaron los trabajos así para perfeccionar las obras hechas cómo para la formación de nuevas baterías, y se adelantaron bastante, sin embargo del fuego enemigo. Deseoso el Sr. Conde de Artois de ver las baterías flotantes y todos los inmensos preparativos marítimos que se hacían en Algeciras para los grandes ataques meditados contra la Plaza, y dado aviso de ello por el General Duque de Crillon al Comandante de la escuadra D.Buenaventura Moreno, se dieron las convenientes disposiciones para que a las 10 de la mañana del día 18 saliesen todas las falúas y botes con la división de las lanchas cañoneras (habiéndose anticipado los buques de la escuadra, unos y otros engalanados y empavesados en debida forma), a encontrar al citado Príncipe quien se embarcó con el Sr. Conde de Dammartin y los Generales de mar y tierra en el muelle de Puente-Mayorga, pasando a una primorosa falúa que se había construido en Cádiz á este propósito. Fue recibido en el embarcadero por el Teniente General de Marina D. Antonio Rodríguez de Valcarcel y toda su Oficialidad, hallándose la brigada de Guardias-Marinas sobre las armas, la que se unió con las Guardias de la persona: y al embarcarse S. A. y desplegarse el estandarte Real disparó toda su artillería la división de lanchas cañoneras, como lo ejecutaron respectivamente todos los demás buques de la escuadra con las demostraciones de vivas y saludo a proporción que se adelantaba este Príncipe, igualmente que a su arribo a Algeciras. Allí bajó a tierra S.A. con toda su comitiva y pasó a reconocer interior y exteriormente las grandes baterías flotantes que se hallaban ya concluidas, de cuya invención y ejecución hizo grandes elogios. Sucesivamente se embarcó de nuevo recibiendo igual saludo general, y pasó a bordo de la fragata Juno en la que honró al General de la esquadra D. Buenaventura Moreno comiendo a su mesa en compañia de las personas de su séquito y de varios Oficiales de graduación. En este intermedio se puso a la vela la 1ª. batería flotante nombrada Paula, que mandaba D. Cayetano de Lángara, y se observó con aplauso y contento general que maniobraba con gran presteza y agilidad. Concluida la comida en que este Príncipe y el Sr. Conde de Dammatin colmaron de honras y distinciones así al cuerpo de Oficiales de Marina que allí se hallaban, como a todas las personas que tenían la fortuna de estar empleadas en los preparativos de tan gloriosa empresa, se embarcaron de nuevo para Puente-Mayorga, y fueron conducidos en el mismo orden, y saludados según correspondía por todos los buques de la escuadra. Por lo que toca a las operaciones de nuestro Ejército en este día se emplearon al pié de 200 hombres en continuar las obras empezadas; y se hizo progreso en ellas a pesar del fuego de los enemigos que fue bastante vivo: observándose también que estos seguían echando muchos barrenos y fortificándose por todos lados cuanto podían. Lo mismo puede decirse, así respecto a ellos como a nosotros, del dia 19; pero en este ocurrió el accidente de volarse una pequeña casa de madera en que estaba el laboratorio para cargar espoletas con un corto repuesto de ellas, de cuyas resultas fueron maltratados 9 hombres y conducidos inmediatamente al hospital para su curación. En el día 20 siguieron los trabajos sin particular novedad, y se notó en los enemigos igual actividad que en los días anteriores en sus disposiciones y preparativos, sin dejar de hacernos un fuego muy sostenido especialmente de noche. Todo siguió en iguales términos el día 21; pero a las 5 de la tarde prendió fuego una granada enemiga en el nuevo camino cubierto hecho de salchichones, y apenas se advirtió en la Plaza el humo que salia, empezaron a jugar todas las baterías del monte, puerta de tierra, muelle viejo y demás que tienen dirección a nuestro campo, habiendo acudido a ellas muchos refuerzos de tropa para servirlas y disparando mas de 1200 tiros. Sin embargo de esto por las acertadas disposiciones que desde luego dio el Teniente General de día Conde de Lacy, y la intrepidez con que así las tropas Francesas que guarnecían la línea como varios piquetes de las nuestras acudieron a cortar el fuego y remediar el daño extendido a unas 22 toesas de línea, se lograron ambos objetos al cabo de 2 horas, habiendo sido sostenidas por un vivo fuego de nuestras principales baterías que contrarrestaron oportunamente a las enemigas, y según se ha podido descubrir después, causaron bastante estrago en ellas. Apenas tuvieron aviso de esta novedad los Sres. Condes de Artois y de Dammartin, se transfirieron a la línea para asistir personalmente a cuanto se ejecutaba, y mostrando el mayor espíritu y bizarría en lo mas vivo de la acción, dieron un digno ejemplo a todo el Ejército. En este mismo día 21 llegaron a Algeciras 14 barcas planas procedentes de Cartagena; y condujo el corsario Español nombrado la Villa de Reus que manda D. Martin Badia un bergantín Ingles de 18 cañones que había salido de Gibraltar para Levante el día 14. En la noche del 22 se continuaron por nuestra parte las operaciones indicadas anteriormente sin haber ocurrido especial novedad: resultando de todo que desde las del 15 hasta el 23 por la mañana solo habíamos tenido 6 muertos entre Españoles y Franceses, y de 15 a 20 heridos, la mayor parte de poca consecüencia. También había sido herido últimamente el Teniente de Artillería, graduado de Teniente Coronel, D. Rafael de Cuellar, pero no de cuidado.
Posted on: Fri, 21 Jun 2013 07:45:01 +0000