Gala de Clausura del XVIII Festival Internacional de Ballet de - TopicsExpress

Gala de Clausura del XVIII Festival Internacional de Ballet de Miami El domingo 8 de septiembre del 2013, también en el Fillmore Miami Beach del teatro Jackie Gleason, tuvo lugar la Gala de Clausura de las Estrellas del XVIII Festival Internacional de Miami, donde, luego del discurso de apertura de la gala a cargo del maestro Pedro Pablo Peña, fundador y director del festival, se le otorgó el premio “Crítica y cultura de ballet” al señor Clement Crisp, renombrado crítico inglés de danza, cuyas palabras de agradecimiento fueron leídas en su nombre por Alfio Agostini. La primera parte de la Gala de Clausura comenzó con Homeless (coreografía de Octavio de la Roza y música de José Luis Merlín), del Octavio de la Roza Lausanne (Suiza), con textos de José Tcherkaski y voz de Cipe Lincovsky, bailado por Camilla Colella y por el propio Octavio de la Roza; una feliz simbiosis de poesía, música y danza, donde la pareja logró un gran acople en esta coreografía tan inusual y original. A seguidas, Ana Elisa Ramos y Erick Rodríguez, de la Compañía Nacional de Danza de México, nos regalaron el pas de deux –puro adagio en verdad– del segundo acto de El lago de los cisnes (Petipa/ Chaikovski), los dos con una hermosa línea y el lirismo adecuado que este primer encuentro amoroso entre Odette y Sigfrido requiere. Laura Valentín y José Rodríguez, del Balleteatro Nacional de Puerto Rico, se atrevieron a salirse de los moldes clásicos para interpretar Entre cuerdas rotas (una experiencia con el cáncer), con coreografía de María Julia Landa y música de Joaquín Rodrigo (segundo movimiento de su Concierto de Aranjuez), y salieron airosos de la prueba, con hermosas cargadas y un abrazo final, muy emotivo, con todo el drama de una despedida para siempre. Les siguió Davide Dato, de la Ópera y Ballet Estatal de Viena, Austria, que repitió con igual éxito que en la función del día anterior el solo “Liza” from Who Cares?, coreografía de George Balanchine y música de George Gershwin. Folia (Cristina Helena/ Heitor Villalobos), bailado por Carla Amancio y Andre Valladon, de Dance Alive National Ballet (USA), fue la siguiente propuesta, que comenzó con ambos sentados en sillas, que después les servirían de original apoyatura, para pasar a lo que yo llamaría esbozos de un baile de salón, y luego de los buenos saltos de él, en emotiva interacción con su compañera, culminar en una especie de “T” invertida conformada con los cuerpos de ambos: ella acostada sobre las dos sillas, y él, parado de cabeza al centro de su cuerpo. Julieta Paul, del Ballet Estable Teatro Argentino de La Plata; y Juan Bautista Parada, del B.C.C. de Miami, nos trajeron de vuelta a lo clásico con el pas de deux del ballet El talismán (Petipa/Drigo), en cuyo adagio Juan Bautista debió hacer girar más centrada a su compañera. Ya en sus respectivas variaciones, el bailarín se destacó por sus saltos con volteretas en el aire y sus precisas caídas, mientras que los bellos arabesques de Julieta fueron su sello distintivo, completamente en música. Unos fouettés simples rematados con pirouettes por parte de ella, a la par de los veloces giros de Juan, fueron el antecedente de una rauda cargada que puso fin a la hermosa entrega argentino- miamense. Tras un necesario intermedio para “refrescar” en el vestíbulo, Elena Glardjidze, del Ballet Nacional de Inglaterra, vino transformada en cisne moribundo (Mijaíl Fokín/ Camile Saint Saens), mas su entrega careció del drama necesario y pasó sin penas ni glorias.