HOMBRE RECONCILIADO Text Box: Tal y como estudiáramos en páginas - TopicsExpress



          

HOMBRE RECONCILIADO Text Box: Tal y como estudiáramos en páginas anteriores, el hecho de que nosotros estemos en esta tierra no es de mera casualidad sino que desde antes de los tiempos de los siglos, ya Dios se había ocupado de nuestras vidas. Text Box: Como Adán fue el único ser humano que no fue creado antes de la fundación del mundo, Dios tuvo que “soplar” de su Espíritu en un ente físico que formó del polvo de la tierra por cuya acción le fue “instalado” el hálito de vida cuando fue “formado”: ”Formó, pues, el Señor Dios al hombre del polvo de la tierra, no de la tierra, sino ”del polvo” de esta, y alentó, o sopló, en su nariz soplo de vida, espíritu, y fue el hombre en alma viviente” (Ge. 2:7) Cuando Adán cumplió la obra que Dios había establecido de antemano, o sea: Desobedecer para destituir al hombre de la gloria y la comunión con su creador, todos los espíritus post-Edén que Dios envió a la tierra con calidad “espíritus perfectos”, “llegaron” para morar en cuerpos que ya habían sido dañados por el pecado para que al posar en esos entes físicos, fueran automáticamente destituidos de la gloria de Dios por habérseles imputado el pecado del primer hombre: “Porque así como por la desobediencia de un hombre, llamado Adán, los muchos fueron constituidos, imputados o inculpados, pecadores” (Ro. 5:18) Text Box: Desde la era adánica hasta este siglo XXI, nada de lo sucedido debajo del cielo atmosférico toma por sorpresa a Dios ya que nuestro creador, no es Dios de “casualidad” sino de “causalidad”. El Señor es Dios de causas y efectos, no de improvisaciones inconclusas. Dios tuvo el control de nuestras vidas desde mucho antes que nos enviara como espíritus a morar en cuerpos viciados por el pecado de Adán, sin embargo, como solo él sabía lo que habría suceder con nuestras vidas, se hizo hombre y experimentó “cómo” vivir en un cuerpo terrenal para poder proveer en sí mismo nuestra salvación. Text Box: La imperfección del hombre por causa del pecado no fue por concepción sino por imputación o constitución, dicho en otras palabras: “El hombre no concibió el pecado sino que le fue imputado sin que se le pidiera permiso para ello”, pero la salvación igualmente fue también imputada bajo el mismo concepto: Sin autorización. “Dios nos salvó porque le plació, le pareció bien, dicho en palabras coloquiales: Porque le dio la gana de salvarnos” sin que nosotros tuviéramos arte ni parte en ese acto soberano: “Nos salvó, tiempo pasado, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, dentro de este contexto, el hombre no puede, o tiene que hacer nada para obtener la salvación, sino que es por su misericordia, por el lavamiento de la re-generación y por la re-novación en el Espíritu Santo el cual derramó, tiempo pasado, en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador” (Ti. 2:5) Text Box: Después de que miles de millones de espíritus perfectos bajaron a hacer morada en cuerpos viciados por el pecado de Adán y llenos de deseos engañosos, le tocó el turno a Dios cuando descendió igualmente como espíritu perfecto para nacer de una de mujer que ya había sido predestinada para eso. He aquí que la virgen, escogida desde antes de los tiempos de los siglos, concebirá, parirá hijo, y llamara su nombre Emmanuel” (Is. 7:14) el ente natural producido fue Jesús de Nazareth quien nació, vivió y murió bajo la dispensación de la ley pero que al resucitar, “inauguró” e instauró la dispensación de la gracia cuyo elemento principal propiciatorio, garante y pactante fue él mismo, por esa inmutable razón, ahora, después de la cruz, ya no es por “hacer” sino por “creer”. Text Box: De la misma manera que se nos “imputó” el pecado de Adán Text Box: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por UN hombre, llamado Adán, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó, por imputación, a TODOS los hombres, por cuantos todos pecaron, en Adán” (Ro.5:12) Text Box: “Así que, como por la trasgresión de UNO, llamado Adán, vino la condenación a TODOS los hombres, de la misma manera por la justicia de UNO llamado Jesús, vino a TODOS los hombres, por imputación, la justificación de vida” (Ro.5:18) Text Box: ARBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL (Ge. 2:17) Text Box: “Mas Dios muestra amor para con nosotros, que siendo aún pecadores, por culpa del pecado de Adán y de Eva, Cristo murió por nosotros ...porque Cristo, cuando aún éramos débiles, por causa del pecado de Adán imputado en nosotros, a su tiempo murió por los impíos. No fue que él murió “en lugar de” nosotros, sino que murió “por causa de” nosotros porque esa era su misión, no la nuestra. (Ro. 5:8,6) Text Box: Así mismo se nos “imputó” la justificación en Jesucristo. Text Box: ARBOL DE LA VIDA (Jn. 6:47) La Maldición perfecta y completa en un hombre llamado Adán La Bendición perfecta y completa en un hombre llamado Jesús Text Box: El otro regalo que recibimos a causa de la muerte de Jesús, es que como estábamos muertos espiritualmente y separados de la comunión con Dios, en la tarde del Calvario se re-estableció esa koinonía que tuvimos con El Señor desde antes de los tiempos de los siglos. “Porque si siendo enemigos, por causa del pecado imputado, fuimos re-conciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando, re-conciliados, presente continuo, seremos salvos por su vida, y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos, tiempo pasado perfecto; recibido ahora, para el presente de Pablo, la re-conciliación” por los méritos de él en el Calvario. Obsérvese la palabra compuesta re-conciliar que se traduce como: “volver al concilio”; acá la palabra “concilio” no se refiere a alguna organización sino más bien a “una amistad sin medida”. Text Box: Después de la Cruz del Calvario el hombre y Dios hicieron las paces mediante la sangre derramada por Jesús. La sangre era el único elemento validado por Dios para la remisión de los pecados. sin ella no existía re-conciliación ni perdón de pecados. Text Box: Después del acto vicario del Gólgota el hombre recuperó el acceso que tuvo en un principio con su creador. El velo o la pared intermedia que nos separaba de su presencia fue quitada, destruida, desarraigada para que nosotros pudiéramos entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo; de acuerdo a esta expresión se entiende que hubo un camino “viejo y muerto”, esto era la ley de Moisés. El verso continúa: que él, Jesucristo, nos abrió a través del velo, esto es, de su carne” (Heb.10:19,20) lo cual era la “cortina” que “opacaba” el conocimiento de nuestra verdadera posición en Cristo. Esa misma “cortina” que es nuestro cuerpo gobernado por el alma, hoy nos impide por sus razonamientos, recibir estas verdades. Text Box: Concluyendo podemos decir que al Jesús reconciliarnos, justificarnos, perdonarnos, libertarnos de la ley, del pecado, de la muerte y del diablo, nos eximió de la condenación en la cual nos metió Adán: “Ahora, pues, ninguna condenación en absoluto, hay para los que están imputados, en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, ya no la ley de la Moisés que producía muerte, me ha librado, presente continuo, de la ley de Moisés, del pecado en Adán, y de la muerte espiritual acaecida en Adán para con nosotros.” (Ro. 8:1,2). Por esta verdad podemos declarar que somos salvos y libres en Cristo Jesús, no por obras con apariencia de justicia que nosotros podamos realizar, sino por los méritos de él al triunfar en la cruz del Calvario, resucitar y ascender a los cielos. Somos salvos eternamente porque a Dios le plació imputar la victoria eterna de su Hijo en nosotros.,.
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 04:25:04 +0000

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