Hace 20 años, el municipio de Zaragoza, en el Bajo Cauca, gozaba - TopicsExpress



          

Hace 20 años, el municipio de Zaragoza, en el Bajo Cauca, gozaba de las aguas cristalinas de sus quebradas Ocá, Juan Vara y El Criminal. Allí se pescaba e incluso se descansaba en familia. Hoy la situación es otra. La minería artesanal y la ilegal contaminaron las aguas con mercurio. Son ya veneno. Y el pueblo no tiene agua potable. Mientras tanto, los habitantes de Jardín se oponen a los proyectos de explotación minera que empresas privadas tienen allí. El argumento es contundente: “Sacar un gramo de oro requiere dos mil litros de agua”. Tristemente, en Andes no ha habido el mismo compromiso ciudadano. El corregimiento de Santa Rita sufre ya la tragedia de la explotación de oro. Los vecinos del río San Agustín cada vez pescan menos sardinas y sabaletas, y los pocos peces que quedan presentan llagas en su cuerpo. Según la Defensoría del Pueblo, son más de 35 los casos de minería ilegal en el Suroeste. Y así, podemos enumerar casos en los que “la locomotora minera” viene arrasando legal e ilegalmente con los recursos naturales, entre ellos el más importante: el agua. Según cifras de la misma Defensoría, la extracción ilegal de minerales se da hoy en el 44 por ciento de los municipios de Colombia, poniendo en peligro la riqueza hídrica. Lo peor es que si se observa el mapa de zonas protegidas, títulos y solicitudes mineras, la mancha roja de la explotación amenaza humedales, páramos y parques naturales (Ver: pic.twitter/fYKNhXpZ). Solo una región poco se tocaba en ese mapa: la Amazonia. Hasta ahora. La creación de la “reserva estratégica minera”, que comprende 17 millones de hectáreas de los departamentos de Amazonas, Guainía, Vaupés y Vichada, bastiones de la biodiversidad, es el tesoro que el Gobierno Santos pretende licenciar. Para el Banco Mundial resulta inconveniente desarrollar minería en zonas de diversidad biológica y donde el Estado no tiene una presencia sólida, como es este el caso. No podemos ser ajenos a las políticas de desarrollo minero y mucho menos cuando ponen en riesgo el futuro de un recurso estratégico como el agua. Es claro que no se puede frenar el desarrollo del sector, pero debe ser sostenible y servir para reducir la pobreza, no para multiplicarla. Pero si todas las ganancias de la minería se van a ir a manos extranjeras o van a darse a expensas de destrozar la naturaleza, estaremos padeciendo la maldición minera, en la que tener riquezas naturales es una tragedia por la ambición desmedida de nuestra dirigencia y la indiferencia ciudadana. Si dejamos que esto suceda, mereceremos, sin duda, ser un pueblo maldito. @waldirochoa Interacción y participación 52 4.8 LA MALDICIÓN MINERA Calificación de los lectores de ElColombiano: LA MALDICIÓN MINERA Link has been Rated 4.8 stars Vote por este artículo
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 21:27:50 +0000

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