Hace varios días vengo pensando en la idea de escribir acá algo - TopicsExpress



          

Hace varios días vengo pensando en la idea de escribir acá algo sobre los dichos de Alfredo Caseros y sus repercusiones. No lo hice hasta hoy porque si bien tiene un trasfondo político, se armó algo muy parecido a lo que puede verse en un programa de chimentos. De más está decir que en ese marco se empobrece todo tipo de discusión. Pensé que no tenía importancia como para sentarse en la computadora a escribir. Sin embargo, hoy un amigo con el que suelo debatir sobre política me planteó el tema, y ya que tengo que escribirle una respuesta lo hago de manera más amplia. Es solo una opinión, la mía. Acá queda por si a alguien le interesa leerla. El tema comenzó cuando Caseros publicó, mediante las redes sociales, su opinión acerca del los conocidos videos de Juan Cabandié. Hasta aquí todo bárbaro. Es un gran artista haciendo uso de su derecho a expresarse libremente. Como era de esperar a las cosas que escribió, fue refutado desde el programa oficialista 6,7,8. El tema es que no le gustó para nada que le respondan. Y empezó a publicar algunos videos en los que se victimiza de una manera fantástica. Llegó a decir que iba a pasar a la clandestinidad, que para que deje de hablar van a tener que matarlo. Esas dos últimas frases me parecen al menos un disparate. Quizás lo decía en broma y uno se lo toma enserio. Si hay algo que está claro es que en nuestro país hoy cada cual dice lo que quiere. Y eso está bárbaro. Eso es libertad de expresión. Parece que para algunos la libertad de expresión consiste en que los opositores digan lo que se les antoje, cualquier cosa que se les cruce por la cabeza, pero que nadie los desmienta o les confronte sus ideas. Porque ahí la cosa ya se transforma en una dictadura. Esta definición de libertad de expresión no nace con este tema de Caseros. Ya la habían aplicado cuando Cristina Fernández le respondió a Ricardo Darín. Todos los columnistas de los diarios estaban más enojados que el propio Darín. Claro, ¿cómo le va a responder? ¡eso es algo típico de un régimen! y ahí salen todos los Grondona y los Morales Solá a rasgarse las vestiduras. Porque naturalmente, la libertad de expresión es de ellos, para ellos como siempre, y de nadie más. ¿Cómo se atreven a llevarles la contra?¿Cómo se atreven los que no son opositores a expresar libremente sus ideas?¿Acaso se volvieron locos? No puedo dejar de decir que, personalmente, la victimización que hace Caseros me da un poco de gracia, porque inevitablemente me remonta a su fantástico sketch de Cha Cha Cha Sr. Ojete y Antúnez, en el que el mismo Caseros, haciendo el personaje de un empresario, se victimiza frente al gran Diego Capusotto que hace el papel de delegado gremial de los obreros. Entrando ahora en los dichos, creo que lo más triste de la situación es cuando Alfredo Caseros dice que a Juan Cabandié lo rescataron sus apropiadores. Me parece que eso no admite mucha explicación. A Cabandié le asesinaron a los padres y creció a cargo de apropiadores. Se entera de esto a los 25 años (creo). Y Alfredo Caseros le viene a decir que lo rescataron. De ahí no se vuelve. O al menos es muy difícil. Personalmente prefiero creer que Caseros no encontró la palabra adecuada en ese momento. Pero la verdad es que se me hace cuesta arriba. Otro punto que al parecer armó revuelo es cuando Edgardo Mocca dijo Que vos puedas hacer un producto humorístico y artístico muy bueno, no te habilita ni te autoriza a una opinión política. A más de uno le cayó mal, pero es cierto. Y a no mal interpretar. Mocca no dice que Caseros no pueda opinar. Alfredo Caseros puede opinar y decir cualquier cosa que se le antoje, pero su opinión no es más válida que la de cualquier hijo de vecino. El hecho de ser quizás el mejor humorista del país no hace a su opinión política más importante que la del resto de los argentinos. De lo contrario, Maradona, que fue el mejor jugador de fútbol del mundo debería ser presidente de la nación. Ese es el punto. Eso es lo que dice Mocca. El tema tuvo muchos más matices y contrapuntos, pero lo voy dejando acá para no aburrir tanto. Resumiendo, me parece un poco innecesario que Alfredo pase a la clandestinidad, que siga diciendo lo que se le dé la gana. Ojalá lo inviten a 6,7,8 como él está pidiendo, y pueda expresarse ahí.
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 23:27:11 +0000

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