Hermosillo, el antiguo Pitic de los indios, era una ciudad alegre - TopicsExpress



          

Hermosillo, el antiguo Pitic de los indios, era una ciudad alegre y confiada, bullanguera y luminosa; su gente no era alegre solamente durante el Carnaval, pues el mal humor lo enterraban simbólicamente el sábado anterior a las carnestolendas, pero verdaderamente permanecía bajo tierra durante todo el año. Las bodas, los bautizos, los onomásticos, las fiestas patrias, los aniversarios, eran motivo para organizar fiestas y bailes. Se bailaba continuamente y se llevaban serenatas sentimentales a las muchachas casi todas las noches. ¿Dónde andará la música hoy?... en casa de la Fulanita o de la Menganita… Siempre tenían trabajo las dos mejores orquestas de la ciudad: la de Arreola y la de Campodónico; Don Antonio Arreola tenía una orquesta que dirigía desde su violín; era un buen músico y además prestigiado Juez de Paz. Se hizo tan popular que aunque no fuese su orquesta la de turno, en los toros o en el béisbol los de sol pedían siempre “que toque Arreola”. El otro director, Campodónico, fue un artista y un gran amigo. Su popularidad se extendió no solo por Sonora y Sinaloa, sino también en todo el territorio nacional. Además de dirigir su orquesta de diez profesores, Campodónico componía dulces melodías; sus valses traspasaron las fronteras patrias dándole merecida fama y en varios países.
Posted on: Fri, 22 Nov 2013 18:12:47 +0000

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