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**Histórias De Terror** LA LLORONA La llorona En este país se dice que La Llorona era una mujer que mató a sus hijos arrojándolos a un río; ella se suicidó por el sentimiento de culpa por sus acciones. Se le describe como una mujer alta y estilizada vestida de blanco, a la cual no es posible observarle la cara y en algunas ocasiones, tampoco los pies, por lo que parece que flota en el aire. Se aparece por los caminos lanzando grandes lamentos que enloquecen incluso a los perros, y en algunos relatos cumple la función de espíritu vengador al subirse a los caballos de los trasnochadores y matarlos de un helado abrazo mortal.9 Se le considera un espíritu de malos presagios. Puede causar enfermedades a las personas, empeorar a los enfermos o traer desgracias a los seres queridos. En otros relatos se presenta como un ser inofensivo que necesita consuelo y ayuda, despertando piedad en la gente que, cuando se acerca a consolarla, les roba todas sus pertenencias.9 En la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba, se solían escuchar llantos que se decían provenir de la Llorona, resultando ser que venían de algunos bromistas que, usando grabadoras y otras herramientas tecnológicas, asustaban a los vecinos de la ciudad. No solo ocurrió en Marcos Juárez sino que también en los pueblos aledaños como Leones. Chile Las diferentes leyendas chilenas sobre la Llorona van desde algunas versiones muy semejantes a la mexicana, hasta versiones muy particulares del folclore chileno. Las versiones chilenas definen al espectro como el espíritu de una mujer que busca a su hijo, caracterizándos e por ser un espíritu que tiene una relación especial con la muerte. En cualquier caso, se trata de una mujer que estaba celosa de su marido, porque compartía más tiempo con sus 2 hijos y con ella no compartía nada, por lo que la mujer tiró a sus dos hijos a un río, donde los ahogó. Al llegar su esposo a casa le pregunta por sus hijos, ella oculta la verdad pero su marido se dio cuenta que en el rio hay 2 niños ahogados, el por la pena mato a la mujer y ahora ella va buscando a sus hijos. La Pucullén En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona se llama la Pucullén (de cullen, lágrima, y pu, plural).8 Se dice que llora eternamente porque le quitaron a su hijo de sus brazos a muy corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de blanco, a la que sólo puede ver la gente que está cercana a la muerte, algunas personas con habilidades especiales (como las Machis o los Calcus) y los animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, que lanzan lastimeros aullidos cuando perciben su presencia. La Pucullén es una guía de los muertos, que indica con sus pasos y llantos el camino que debe recorrer el muerto para dirigirse desde su morada terrenal hacia el más allá. Se dice que llora como plañidera por todos los familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la pérdida; además, evita que el espíritu del muerto decida acudir a penarlos, disconforme con las pocas lágrimas y manifestaciones de pesar de sus parientes. Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de perro, podrá verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la imagen será espantosa. Con sus abundantes lágrimas, que forman un charco cristalino, la Pucullén señala el sitio preciso en el campo santo donde debe abrirse la fosa para depositar el féretro. Se dice que si esto sucede, debe utilizarse toda la tierra necesaria para cubrir por completo el féretro, pues en caso contrario antes de un año morirá un familiar del difunto. Como castigo por el descuido que la llevó a perder a sus hijos, roba los hijos de otras madres, confundiéndolos con los de ella La Llorona del puente de San Carlos Según otra versión, los hechos sucedieron en el puente Lingue, en Litueche. Era un día de lluvia torrencial y el puente tenía mucha corriente, siendo muy peligrosa. Un señor que observaba lo que pasaba vio a una mujer con un bebé en los brazos. Ella, muy afligida por la lluvia, se apoyó en el palo del puente, gritó y gritó, confundiéndose sus gritos con los llantos del niño. Después, el bebe desapareció entre las aguas y la mujer se lanzó al agua, donde murió ahogada sin llegar a encontrar a su bebé. Desde entonces, cada vez que llueve se escucha llorar de forma inconsolable a la mujer. Sólo cuando encuentre a su hijo cesará su llanto. La Llorona y el Diablo En Valparaíso se dice que la Llorona fue una mujer que se casó con el Diablo. Esta mujer se enamoró de él pensando que era un hombre bueno, sin saber quién era en realidad. Un día, el Diablo llegó más temprano de lo normal a su casa y la mujer aún no tenía preparada la comida. Salió a comprar para cocinar, pero el Diablo no aguantó más y tuvo que matar a sus hijos. Cuando volvió la mujer, desconsolada lloraba por sus hijos todas las noches. Un día, el Diablo se cansó de sus llantos continuos. La amarró a la cama con unas cadenas y le enterró una estaca en el corazón. Desde ese momento, la Llorona recorre las calles de toda la región arrastrando sus cadenas y llorando por sus hijos perdidos. Colombia Junto a la Patasola y la Tunda, la Llorona también es una leyenda en Colombia. Según la versión de la leyenda en la tradición colombiana, la Llorona es el fantasma errante de una mujer que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata negra que la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo, negro y rizado, algunos dicen que de color plateado, café y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un bebé muerto.10 Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Dice la leyenda que la gente la oye llorar en los llanos, cuando no hay ruido o gente. También dicen que la Llorona asusta a las muchachas que han cometido actos de los cuales sus padres no estarían orgullosos. Como toda leyenda, los detalles cambian de pueblo en pueblo y de persona en persona. En Antioquia, por ejemplo, se le llama «la María Pardo», mientras que en la región de Pasto, «la Tarumama». Esta última es una vieja monstruosa con cascos de mula por pies y grandes senos que se echa a la espalda, castigada como un alma en pena por haber abandonado al hijo que tuvo sin ser casada, para tapar su vergüenza. Su apariencia e historia tiene semejanzas con la Tulevieja de las leyendas de Costa Rica y Panamá, países vecinos de Colombia. Finalmente, también existe la versión de una mujer hermosa que llora por sus hijos en los cementerios, sosteniendo una vela encendida con llantos lastimeros.10 Costa Rica Véase también: Leyendas de Costa Rica. ¡Maldita seas! Los espíritus malignos te perseguirán siempre y vivirás miles de años llorando tu desgracia para ejemplo de las hijas que manchan la frente de sus padres. ¡Maldición sobre ti! —Margarita Castro Rowson. «La Llorona».11 Un niño de luna llena se le escapa por las frondas y se le ahoga en el agua verdinegra de las pozas. ¡Ay, que mi niño, mi niño!... ¡Ay, que el agua me lo roba! —Carlos Luis Sáenz. «La Llorona».12 La Llorona es, según el escritor costarricense Carlos Luis Sáenz, uno de los cuatro personajes principales de las leyendas costarricenses, junto al Cadejos, la Cegua y la Carreta sin bueyes.13 La tradición cuenta que se trataba de una muchacha indígena muy hermosa, hija de un rey de la etnia huetar. Cuando la conquista española, ella se enamoró de un español y él se enamoró de ella, por lo que pidió su mano a su padre, pero este ya la había prometido a otro rey indígena, por lo que su amor era imposible. Por esto, se veían secretamente en lo alto de una cascada, para que el padre de ella no se diera cuenta. Ella quedó embarazada y dio a luz un hijo, al cual escondió por temor a la ira de su padre, el cual, sin embargo, se enteró del idilio, por lo que retó al español a un duelo por haber deshonrado a su hija. Intentando reconciliar a su padre y a su amado, la mujer intervino, pero el padre le reveló que, enterándose de la existencia del niño, se había apoderado de él y lo había arrojado desde lo alto de la catarata. Luego, él la maldijo, y la condenó a vagar eternamente por las orillas de los ríos buscando a su hijo perdido, perseguida por los espíritus malignos y llorando su desgracia. Desesperada, la mujer huyó por el bosque dando estridentes alaridos, mientras el indígena y el español se lanzaron a un combate a muerte que le costó la vida a ambos. Desde entonces, los viajeros que atraviesan los bosques en las noches calladas cuentan que, en la vera de los ríos, se escuchan ayes quejumbrosos, desgarradores y terribles que paralizan la sangre: es la Llorona que busca a su hijo y cumple la maldición de su padre.14 Perú En Perú también se habla mucha de esta historia se dice que es muy vista en la chacras o en los campos los guardianes o los que viven ahí dicen que escuchan lamentos de una mujer llorando pidiendo por sus hijos los guardianes o los vecinos cuando van al lugar donde se escucha los ruidos no se encuentra a nadie y luego oyen como de una voz de ultratumba que les dice:¿ustedes saben o han visto a mis hijos?. Ecuador En Ecuador ésta es una leyenda muy conocida, junto a la leyenda de la dama tapada. La Llorona era una mujer cuyo esposo la abandonó junto a su bebé. Ella enloqueció y ahogó al bebé en el río, pero después se arrepintió y se echó al agua a buscarlo. Cuando lo encontró, ya estaba muerto y sin uno de sus dedos, el meñique. Entonces la Llorona se suicidó y desde entonces su alma en pena vaga, cortando el dedo meñique de quien se le aparezca. Sin embargo, también existe la versión más conocida, en la que ahoga a su bebé y ahora llora buscándolo sin descanso. Estas historias son muy creídas por los campesinos. También se dice que se aparece cuando hay una mujer pariendo en su casa y se trata de llevar al niño y para que no pase eso le ponen dulces para que se empalague y se marche. El Salvador En El Salvador, junto con La Siguanaba y La Descarnada, la Llorona es el personaje legendario más conocido de este país. Los ancianos cuentan a menudo su historia. Se dice que vaga por las calles de pueblos rurales llorando por sus hijos y, tras entrar en la iglesia local, desaparece. Afirman que el alma de quien la mire y la siga vagará durante toda la Eternidad. La llorona es un personaje que al entrar por la calle principal de algún pueblo lanza su primer grito y comienza a llorar. Se dice que busca el camino que lleva al cementerio de la comunidad, y las personas que la escuchan experimentan escalofrios en sus cuerpos. Se recomienda jamás darle la espalda, porque de hacerlo aparecerá de pronto al lado de uno. España La llorona de Barceloneta La leyenda cuenta que una mujer joven y bella, conoció a un hombre rico y respetuoso. Al pasar el tiempo llegaron a contraer un matrimonio lleno de mucho amor concibiendo sus hijos con gran ilusión. Pasaron los años y la buena mujer fue abandonada por su esposo. Ella quedó sola con sus hijos y con una gran responsabilidad que la llevó a la depresión. Una noche invitó a sus hijos a dar un paseo por la playa. Allí los lanzó al agua viendo como poco a poco se iban ahogando. Su macabra acción le llevó a huir despavorida del lugar. Mientras corría por la oscura carretera en forma aturdida fue atropellada por un vehículo. Su muerte fue al instante. A raíz de este suceso, vecinos de la playa del pueblo de Barceloneta, comentan sobre la misteriosa aparición de una dama a la que han apodado “La Llorona”. Dicha mujer aparece en altas horas de la noche produciendo un extraño sonido similar al llanto. Guatemala En la versión guatemalteca, la Llorona es una mujer llamada María, condenada a repetir hasta el fin de los tiempos su grito («¡Ay, mis hijos!»). En efecto, mientras su esposo estaba fuera, María tuvo amores con un mozo que llegó a revisar un problema en su casa y la dejó embarazada. Angustiada, ahogó a su hijo, Juan de la Cruz, en el río (o, según otras versiones, a sus tres hijos). La Llorona es bien conocida en toda Guatemala. Según la tradición, pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas, ríos, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al más valiente y paralizan al pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que cuando se la escucha cerca, en realidad está muy lejos, y viceversa. Se dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la vida) si ésta usa la ropa interior al revés, se le presenta a los hombres mujeriegos pensativo en una mujer para engañarlos, se dice que si se le habla ella les quitara la vida, y que un hombre acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de la mano, pues el espectro sólo ataca a personas solitarias. También se cuenta que si uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito, o la Llorona se la ganará. Para evitar encontrarse con ella, o ahuyentarla, hará bien en rezar al santo de su devoción o repetir las oraciones tradicionales católicas. Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso; otro la ven vestida de blanco. También se dice que el pelo suele taparle la cara, algunas personas dicen que su cara es como la de un caballo. otro aspecto propio del espectro según otra leyendas guatemaltecas es que su grito viene acompañado de un viento frío que hiela la sangre. Otros dicen que si ves los ojos de la llorona, esta te quita la vida. Honduras La Llorona y la Sucia son personajes bien conocidos en las leyendas hondureñas. Se cuentan muchas versiones de su historia. Generalmente, se la sitúa junto a los ríos,a las 12:00 de la noche, vestida de blanco, gritando: ¡Aaaaaay, mis hijos!. La tradición oral es muy famosa, en las áreas rurales la personas están convencidas de su existencia. La llorona mato a sus 3 hijos ahogándolos en el río y por eso ella mata a la gente que esta en el río pensando que son sus hijos. México La Catrina (derecha) es el emblema del tradicional Día de Muertos mexicano. Su figura huesuda y cara de calavera recuerda las formas de las cihuateteo (izquierda) aztecas, espíritus femeninos de las mujeres que mueren durante los partos, de los cuales la Chocacíhuatl (la Llorona) es la primera de todas. Es el país en el que se encuentra más arraigada esta tradición. Según la tradición mexicana, la leyenda de la Llorona nace donde hoy se encuentra la Ciudad de México. Existen dos versiones conocidas. La primera es la más conocida y difundida en México: Existió una mujer indígena —criolla en algunas versiones— que tenía un romance con un caballero español. Fruto de esta pasión, nacieron tres niños, que la madre atendía siempre en forma devota. Cuando la joven comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba, quizás por temor a lo que dirán. Un tiempo después, el hombre dejó a la joven y se casó con una dama española de alta sociedad. Cuando la mujer se enteró, dolida y totalmente desesperada, asesinó a sus tres hijos ahogándolos en un río o apuñalándolos, según la versión. Luego se suicida porque no soporta la culpa. Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la joven en el río donde esto ocurrió. Luego de que México fuera establecido, comenzó un toque de queda a las once de la noche y nadie podía salir. Es desde entonces que dicen escuchar un lamento cerca de la plaza de la Patria, y que al ver por las ventanas para ver quien llamaba a sus hijos de forma desesperada, veían una mujer vestida enteramente de blanco, delgada y que se esfumaba en la Presa Calles. La segunda es la versión que precede a la anterior, a pesar de esto es poco conocida y es la versión más antigua de todas las leyendas de la Llorona: Antes de la llegada de los españoles a lo que ahora es México, la gente que habitaba la zona del lago de Texcoco, además de temer al dios Viento de la Noche, Yoalli Ehécatl, podía escuchar en las noches los lamentos de una mujer que estaría por siempre vagando y lamentando la muerte de su hijo y la pérdida de su propia vida. La llamaban «Chocacíhuatl» — del náhuatl «choka», llorar, y «cihuatl», mujer —,15 y ella era la primera de todas las madres que murió al dar a luz. Allí flotaban en el aire las calaveras descarnadas y separadas de sus cuerpos (Chocacíhuatl y su hijo), cazando a cualquier viajero que hubiese sido atrapado por la oscuridad de la noche. Si algún mortal veía estas cosas, podía estar seguro de que para él esto era un presagio seguro de infortunio o incluso muerte. Era esta entidad una de las más temidas del mundo nahua desde tiempo antes de la llegada de los españoles. Tiempo después, José Guadalupe Posada, durante el refinamiento porfiriano, la plasma en una de las estampas más emblemáticas de todos los tiempos, y desde entonces, bautizada por Diego Rivera como «Catrina», esta huesuda elegante se pasea por las calles de la ciudad arrastrando a las personas que andan errando en horas que deben ser para estar dormidos.16 Fray Bernardino de Sahagún recoge la leyenda de Chocacíhuatl en su obra monumental, «Historia general de las cosas de Nueva España» (1540-1585) e identifica a este personaje con la diosa Cihuacóatl.2 Según el Códice Aubin, Cihuacóatl fue una de las dos deidades que acompañaron a los mexicas durante su peregrinación en busca de Aztlán, y de acuerdo con la leyenda prehispánica, poco antes de la llegada de los españoles emergió de los canales para alertar a su pueblo de la caída de México-Tenochti tlán, vagando entre los lagos y templos del Anáhuac, vestida con un vaporoso vestido blanco,nota 2 y sueltos los negros y largos cabellos, lamentando la suerte de sus hijos con la frase «...¡Aaaaaaaay mis hijos... Aaaaaaay aaaaaaay!... A dónde iréis....a dónde os podré llevar para que escapéis a tan funesto destino....hijo s míos, estáis a punto de perderos...».5 Posterior a la Conquista de México, durante la época colonial, los pobladores reportaban la aparición del fantasma errante de una mujer vestida de blanco que recorría las calles de la Ciudad de México, lanzando tristes alaridos,nota 3 pasando por la Plaza Mayor (antigua sede del destruido templo de Huitzilopochtli , el mayor dios azteca e hijo de Cihuacóatl) donde miraba hacia el oriente,nota 4 y luego seguía hasta el lago de Texcoco,nota 5 en el cual se desvanecía entre las sombras.4 17 Panamá La leyenda de la Llorona es el cuento folklórico más popular de Panamá. Su llanto suele escucharse siempre de noche, y casi siempre en las comunidades cerca de los ríos o playas. En este país centroamericano esta leyenda se fusionó o influenció dos leyendas: la Tulivieja, muy popular en las provincias centrales, y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas y muy popular en las tierras de las provincias de Los Santos, Veraguas y Chiriquí. La Tulivieja Según la tradición, la Tulivieja era una hermosa y joven mujer casada que tenía fama de ser muy fiestera, en una ocasión había un baile en un pueblo vecino y ella porsupuesto no se lo quería perder, la mamá se negó esa noche de cuidarle al bebé ya que ya estaba cansada de hacerlo mientras ella se iba siempre de parranda. Esa noche por querer ir al baile de todas maneras dejó al bebé junto a su tule cerca de un río, con la intención de recogerlo después del baile. Sin embargo,cuando regresó al río a buscar a su hijo no lo encontró y comenzó a llorar, el río se lo había llevado corriente abajo. Arrepentida por el grave error que había cometido comenzó desesperada a buscarlo. Dios viendo lo que pasaba la castigó por su irresponsabilid ad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se le viraron y se transformaron en patas de gallina. Desde entonces, anda vagando por la eternidad buscando a ese hijo perdido. La Tepesa En cuanto a la Tepesa, su historia se remonta a la conquista, cuando un español enamoró a una hermosa joven indígena de la comarca Ngöbe Bugle y la dejó embarazada. Para que nadie en su tribu se percatara de su falta, la joven escapó hacia lo más profundo de las montañas, y cuando nació su hijo, lo ahogó en un río. Al ver el crimen, Dios le habló desde lo alto y la maldijo: "Ese pecado te pesa y te pesará hasta la eternidad, y desde ahora llorarás para pagar tu culpa". La Tepesa quedó transformada así en un ser espantoso que, al igual que la Tulivieja, anda vagando por los ríos y quebradas llorando, arrepentida de su pecado. Uruguay En Uruguay la leyenda de la Llorona es muy popular. Corren numerosas versiones, como éstas: La Llorona del Parque Rivera Una tarde de otoño, hace muchos años, una joven mujer decidió salir a pasear por el Parque Rivera. Aunque soplaba un viento frío y cortante que hacía gemir a los árboles y sumía al parque en la más absoluta soledad, la chica, madre soltera a punto de casarse, salió a dar un paseo con su bebé y se aventuró por el parque, por entonces más agreste que ahora y embarrado por las recientes lluvias. Se la vio bordear el lago con su niño, mientras el viento arreciaba con fuerza, hasta desaparecer de la vista. La futura novia no regresó. Al día siguiente hallaron su cuerpo inerte en el lago del parque, sin rastros del paradero del pequeño. Cuenta la historia que desde entonces, en las noches brumosas y tristes del otoño, puede verse a una joven vestida de novia en los alrededores del lago. Camina sola y llora desconsoladamen te, mientras clama por un bebé que perdió hace mucho tiempo. La Llorona y los ladrones Hace mucho tiempo, en los inicios del mismo Parque Rivera, vivía una pareja en una casa contigua al lugar. Un miércoles 9, mientras la pareja se hallaba fuera, unos ladrones irrumpieron en la casa. El esposo llegó antes de que terminaran su faena y los sorprendió in fraganti: desesperados, los delincuentes le quitaron la vida con un cuchillo. Cuando intentaban esconder el cuerpo, sintieron ruido: era la mujer, que, vestida de blanco, llegaba a la casa. Se escondieron detrás de una puerta y observaron cómo la joven, aterrada, descubría el cuerpo de su marido. Mientras la mujer lloraba desconsoladamen te sobre él, los ladrones, decididos a todo, llegaron por detrás y la mataron de igual manera. Para ocultar las huellas, los delincuentes arrojaron los dos cuerpos a la laguna del parque. Desde entonces, los vecinos de la zona comentan que el día 9 de cada mes se oyen extraños llantos y quejidos que provienen de la laguna, en el lugar donde los cuerpos de los infortunados amantes fueron arrojados. La bufanda de la Llorona Un hombre fue a un boliche y se encontró con una hermosa mujer. Estuvieron juntos y él decidió acompañarla a su casa. Como ella tenía mucho frío, él le prestó su bufanda. Al otro día, cuando él fue a buscar su bufanda, al tocar la puerta salió una señora mayor. Le preguntó qué quería y él dijo que venía a ver a la chica. La mujer, llorando, dijo que su hija había muerto hace 20 años a orillas de un río y que su cuerpo enterrado se encontraba en el Cementerio del Norte. Rápidamente él fue allí y buscó la tumba de la joven. Encontró la bufanda enroscada en la cruz. Preguntó por todos lados si conocían a la chica y todos decían que era la Llorona. Quiso saber por qué la llamaban así y averiguó que la chica se suicidó al ver a su esposo muerto en el río y desde entonces se escuchan día a día en su tumba fuertes llantos y lamentos. Venezuela En Venezuela también se conoce la leyenda de la Llorona, que circula en prosa y en forma de corrido (canción narrativa). La Sayona es otro personaje similar, pero sólo se aparece a los hombres parranderos, que gustan de estar de fiesta en fiesta. Cuenta la leyenda que la Llorona es el alma en pena de una mujer muy jovencita que tuvo amores con un soldado. De esos amores quedó embarazada de una niña, a la cual dio a luz. El soldado la abandonó y ella, como no tenía idea de cómo criar a un infante, desesperada por el llanto de la niña, la mató con sus propias manos. Cuando la joven vio lo que había hecho, comenzó a llorar y a gritar fuertemente, lo que atrajo a los vecinos y familiares. Al ver lo sucedido, la maldijeron. Ella salió corriendo hacia el llano y se convirtió en espanto. Siempre está llorando, y cuando entra a los poblados dicen que llama a su hija. Se sabe que roba niños que están solos, ya sea en sus casas o en las orillas de ríos o quebradas. Por lo general, se la oye llorar en tiempos de Semana Santa. Otra versión cuenta que era una mujer indígena llamada Yoltzin que tras llevar una mala vida en México se vino a vivir a los llanos de Venezuela con sus dos hijos Ollin y Tonatiuh. Como era una mujer sola tenía que trabajar duro y cuidar su chinampa. Poco a poco se fue ganando el cariño de toda la población del llano, hasta que un mal día de esos cuando Yoltzin llegó a su casa con sus hijos vieron cómo aquella casa estaba envuelta en llamas. Ela dejó a sus niños en la canoa y trató desesperadament e de apagar el fuego, pero no se dio cuenta de que la canoa donde estaban sus hijos se iba alejando. Cuando se dio cuenta de su ausencia ya era demasiado tarde, no quedaba ni rastro de los pequeños. Durante dos días enteros toda la población ayudaba para buscar a los niños hasta que un campesino encontró a dos niños muertos junto al canal. Yoltzin quedó envuelta en un dolor muy grande y poco a poco su vida se fue apagando, y cuando su historia fue quedando en el olvido, a medianoche se escuchan los gritos desgarradores de aquella mujer, así que en venganza se lleva a los niños para encontrar la paz, pero también cuenta la leyenda que solo encontrara la paz al ver la tumba de sus hijos. Según otras versiones, la Llorona fue una muchacha joven que vivía en un pequeño pueblo de los llanos venezolanos. Esta muchacha cada vez que daba a luz a un hijo lo mataba sin piedad. Le confesó todo al sacerdote que vivía en su pueblo, añadiendo que no sentía ningún remordimiento por lo que había hecho. El cura notó que estaba embarazada de nuevo y le dijo a la muchacha que cuando tuviera a su hijo le diera de mamar antes de matarlo, y así lo hizo; tras darle leche materna lo mató, pero el solo hecho de amamantar despertó su instinto maternal, haciéndole sentir una gran culpabilidad. Desde entonces, vaga por los campos llorando de dolor, buscando a sus hijos y asustando a todo el que se le atraviesa en su camino. Se la representa como una mujer joven, con una larga cabellera morena y la piel blanca. Lleva una bata blanca larga y encima otra bata de color negra con capucha, y suele portar un bebé en los brazos. Llora y grita diciendo "¡Mi hijo, mi hijo!". A veces, las madres castigan y asustan a sus hijos diciéndoles que si las desobedecen, la Llorona vendrá a buscarlos y asustarlos por las noches. La diferencia entre la Llorona y la Sayona es que esta última normalmente sólo se viste de blanco, tiene ojos rojos y colmillos que parecen de león. Asusta, mata o vuelve locos a los hombres que son o fueron infieles, no a todas las personas o niños, como hace la Llorona, se dice que tenía un frasco de agua de río y otro de sangre pura de niños, se ponía la sangre en los ojos y hacia que cada persona se le acercara y lo ataba a ella, lloraba por que su marido estaba con otra mujer y por eso decidió matar a sus hijos ahogándolos en el mismo río de donde sacaba el agua, su alma ronda en ese río diciendo: ¡mis hijos, devuélvanme mis hijos!
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 06:17:31 +0000

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