Hoy día, regresando de mi centro de estudios, fui victima de un robo cobarde. Yo suelo regresar siempre leyendo en el que era mi Kindle (lector de e-books). Ahora estaba leyendo Cosmos, de Carl Sagan, para tener información y entusiasmo fresco para el proyecto. Caminando/corriendo con el Kindle en mi mano, paso por la avenida César Vallejo, en Lince/San Isidro. Me encuentro con uno de esos motociclistas que transitan sin ninguna consideración por los demás en medio de la vereda. Lo miro a los ojos, reprochándolo, y el me mira también, conchudamente. En eso, de lo más tranquilo, extiende su mano, me quita el Kindle y acelera. Me quedé atónito por un momento. Tardé en darme cuenta porque no deja de sorprenderme cómo es que una persona puede rebajarse al nivel de un parásito y aun ser capaz de mirarte a los ojos con tal confianza. Como estaba caliente por haber corrido, traté de perseguirlo y grité ratero muchas veces, pero no lo pude alcanzar. Gracias al egoísmo que ha poseído cual demonio a esta ciudad Gris, perdí una de las herramientas más importantes para mi estudio y crecimiento personal. Estoy decidido a poner mi grano de arena para acabar con esto. Ese es el propósito de este esfuerzo personal. Acabar con la escoria mental y retraso existencial de nuestra ciudad, tratando de abrir nuestros ojos a lo que hay más allá de las barreras físicas y mentales. ¿Por qué las personas roban? No sé si tenga la capacidad de entenderlo algún día, pero puedo suponer que existe gente tan miserable que no puede llegar a ver más allá de lo que tiene frente a su nariz, que piensa que el mundo y todo lo que puede lograr como individuo es la misma miseria que tiene frente de sí y que rodea su vida. Destruyamos las barreras. Veamos siempre más allá. Seamos coscientes del velo gris y veámonos trascendiendo lo que somos ahora. Que esta experiencia nefasta me sirva para fortalecer mi compromiso con este empuje.
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 20:48:33 +0000
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