Imagina que estás en un hospital, el oncólogo te recibe en su consulta con muy malas noticias: el cáncer que padeces ha seguido avanzando implacable y te tienen que amputar tu pierna derecha. Te deshaces en lágrimas y no encuentras consuelo alguno. El médico finaliza su triste discurso con un feliz "eh, ¡tranquilo! Tienes otra pierna, y quizá no te mueras; así que no eres un completo enfermo de cáncer". Ahora cambiemos un poco la historia: Eres mujer, llegas a duras penas al hospital a las 3 de la madrugada. Tienes el labio hinchado, un ojo morado y lo que parece ser un brazo roto. El médico te atiende, un agente de policía te pide datos del suceso. Pero llega el Gobierno y sentencia que "¡tranquila! No estás muerta y no tendrás que ser hospitalizada; no eres una víctima más de la violencia machista". Ojalá fuera una mierda de relato y no la realidad de un país que, con paso firme, regresa a la oscuridad de los años 40. Una buena forma de hacerse una idea de cómo de admirable es un país, es ver cómo trata a las mujeres. Estoy esperando que algún imbécil me venga a mostrar su orgullo por ser español.
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 15:24:36 +0000
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