John Rick Miller Ejecutivo corporativo y de gobierno del Reino Unido hasta que su conversión total a través de la Virgen María John Rick Miller nació en Nueva York, Estados Unidos, es casado y tiene dos hijos. Fue ejecutivo corporativo y de gobierno del Reino Unido hasta su conversión total a través de la Virgen María hace ya 21 años, cuando comenzó a combinar su trabajo profesional con el ministerio especial del enfermo y oprimido. Dentro de las diferentes actividades apostólicas que ha realizado, están: - Cofundador de la Sociedad Católica "Apostolado de San José". - Cofundador y director del Santuario Mariano de Nuestra Señora, en Londres. - Cofundador del Santuario Nacional de nuestra Señora de Willesden. - Participó en la creación de una organización de la iglesia Católica, en Londres, cuyos miembros oran diariamente por la protección y conversión de esta ciudad. - En el Cairo (Egipto), se le conoce por su labor de evangelización y la enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica, lo cual realizó durante aproximadamente 5 años. - En Colombia, como consecuencia de las conversaciones con el cardenal primado del país, su eminencia Pedro Rubiano y con el Sr. presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, se hizo una renovación de la consagración de la nación al Sagrado Corazón de Jesús y una consagración al Inmaculado Corazón de María. - Ha trabajado en América Latina, con notables progresos, para exhortar a las personas a consagrarse a los Corazones de nuestro Divino Jesús y de su Santísima Madre. - Su ministerio es marcado también por el establecimiento de un gran número de cenáculos de oración en varios países del mundo. En su página web fortheloveofgodworldwide/ nos explica su misión: EXPLICACION DE LA MISIÓN Queridos hermanos y hermanas en Cristo, vivimos días en que la confusión crece en el corazón de muchos creyentes. Como ovejas dispersas, se mantienen en silencio a pesar de observar como la inmoralidad, la corrupción y la maldad aumentan cada día más en sus pueblos, ciudades, países y alrededor del mundo. Muchos han comenzado a sentir la necesidad imperativa de hacer algo contra la iniquidad que nos rodea, pero muchos no saben qué hacer o como hacerlo. Esta Misión nos ofrece las herramientas que necesitamos y en las cuales podemos depender, ya que están basadas en la historia de la Iglesia Católica y en las Sagradas Escrituras. La herramienta a la cual nos referimos es la oración consagrada. En esta Misión le pedimos a cada uno de ustedes que comience consagrándose y consagrando a sus familias al Doloroso e Inmaculado Corazón de María (como lo pidió en Fátima) y al Sagrado Corazón de Jesús. Luego deberán consagrarse diariamente en la mañana, antes de comenzar el día. Luego de ofrecerle nuestras vidas al Señor mediante los Dos Corazones, comenzamos con fe y confianza total a entender la necesidad de orar los unos por los otros, especialmente por los líderes que nos dirigen y a orar por los lugares donde vivimos. Esta Misión pide que se establezcan cenáculos o grupos de oración y que se reúnan semanalmente. Deberán reunirse con la intención de orar por intenciones específicas, dirigidas a los diferentes niveles dentro de la sociedad. Al entregarse a una vida de intimidad con Dios, comenzamos a comprender con más claridad el regalo de la fe. En esta Misión le animamos a familiarizarse nuevamente con el Catecismo de la Iglesia y el tesoro que representan el regalo de los Sacramentos. A medida que adoptemos una vida de oración diaria, conjuntamente con las prácticas dadas por la Misión, seremos protegidos por las Gracias de Dios, por la Presencia de Dios dentro y alrededor nuestro. Con el amor y protección de Dios tendremos la habilidad de entregarnos incondicionalmente a la Voluntad de Dios para nuestras vidas. Si suficientes personas dentro de la Misión entregan sus vidas a la voluntad de Dios, podremos cambiar nuestros pueblos, ciudades, estados y países alrededor del mundo. Cuando rehusamos ofender a Dios, comenzamos a cambiar la faz de la Tierra, uno por uno. Mediante el cambio personal, comenzamos el camino hacia el Amor de Dios. Este proceso se acelera a medida que nos unimos a pedir que nuestra Iglesia Consagre nuestros pueblos, ciudades, estados y países al Doloroso e Inmaculado Corazón de María y al Sagrado Corazón de Jesús. La historia de la Iglesia está repleta de ejemplos de las gracias que recibimos del Cielo y de los grandes milagros consecuencia del acto de consagración pública. A su vez, la Misión nos ayuda a conectarnos con otros grupos para comenzar la lucha contra todo lo que se opone a los mandamientos de Dios en nuestra sociedad. Desde líderes religiosos a laicos, esta Misión se compone de aquellos que se han entregado al amor y la protección de Dios, el Padre de toda la humanidad, mediante la intercesión de la Sagrada Familia, los Ángeles y los Santos. Le damos la más calurosa bienvenida a los que se unan a esta familia de Dios. El único requisito para participar en la Misión es que debe amar a Dios. Al convertirnos en discípulos verdaderos de los Corazones de Jesús, María y José, no podemos mantenernos silentes frente al presente mal en nuestras vidas que causan que nuestras familias, hermanos y hermanas en el mundo pierdan sus vidas por toda la eternidad. En el Siglo 17 d. C, el filósofo irlandés Edmund Burke escribió: ""Basta con que un hombre bueno no haga nada para que el mal triunfe ". En el Evangelio de San Lucas, capitulo 18, versos 18- 19, nuestro Señor le dijo al hombre rico: "Nadie es bueno, sólo Dios". Por eso, para el propósito de nuestra Misión, hemos modificado la cita del Sr. Burke a: "Basta con que los hombres y mujeres piadosos no hagan nada para que el mal triunfe".
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 06:07:32 +0000
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