José Gervasio Artigas. Nació en Montevideo el 19 de junio de 1764. Murió en Paraguay el 23 de setiembre de 1850. Nacido en Montevideo, hijo y nieto de cabildantes y descendiente de las primeras familias pobladoras de la ciudad, fue educado por los padres Franciscanos. Su juventud se desarrollará en el interior trabajando en las estancias paternas, acopiando cueros para el comercio y contrabandeando ganado hacia el Brasil. Estas actividades le permitieron un amplio conocimiento de la realidad humana y geográfica de la región. En 1797 ingresa a los cuadros del recientemente formado Cuerpo de Blandengues, con lo cual obtiene el perdón por sus delitos de contrabando. Rápidamente se convierte en el custodio de los intereses de los estancieros que agradecerán de diversas maneras el trabajo de vigilancia de ganados y tierras que realiza el joven oficial, quien rápidamente asciende en la carrera militar. En el año 1800 acompaña a Felix de Azara por el territorio y todo hace suponer que en él encuentra una fuente importante de ideas que se convertirán con el tiempo en insumos para su actividad política. En enero de 1811 abandona su puesto en Colonia y se pasa al bando del movimiento revolucionario. Al frente de cerca de mil hombres derrotará el 18 de mayo al ejército español en la Batalla de Las Piedras lo que permitirá a las tropas revolucionarias poner sitio a la ciudad de Montevideo. A partir de este momento comenzará una larga serie de conflictos con la Junta de Buenos Aires a la cual Artigas demorará en desobedecer pero que tendrá como hitos importantes el desarrollo de la redota y la marcha de muchas familias simpatizantes de la revolución que buscaban la protección del ejército oriental y de su jefe. El año 13 verá el enfrentamiento entre las ideas políticas de Artigas y los intereses de los bonaerenses; el Congreso de Abril y las Instrucciones se convertirán en las tesis fundamentales de un nuevo ordenamiento político que cristalizará en 1815 con la Liga Federal. La preocupación por defender los intereses económicos y la representación política de las provincias del interior del Ex virreinato del Río de la Plata obligarán al enfrentamiento entre estos nuevos federales y el centralismo que pretendían sostener los porteños. En medio de una situación internacional compleja, en donde buena parte de los destinos americanos se seguían decidiendo en la agitada Europa napoleónica, Artigas, que no se caracterizaba por su flexibilidad política, irá radicalizando su programa político y económico y aislándose de buena parte de los aliados de las primeras horas de la revolución. Debilitado políticamente y obligado a sostener dos frentes militares, contra porteños y portugueses, será derrotado en 1820. Su marcha al Paraguay, para su cosmovisión regional parte indisoluble de su región de pertenencia quedará siempre rodeada de una aureola de misterio. Sufrió prisión, fue homenajeado, se resistió a volver al Uruguay como país independiente y finalmente murió treinta años más tarde, olvidado por los ciudadanos de un nuevo país que todavía se mantenía en guerra, ahora fratricida e hija de un mal gestado proceso de Independencia en el cual Artigas no tuvo arte ni parte. Fernando Pita
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 00:41:01 +0000
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