Koldo Portaldorado "Una tierra comienza a ser tuya..." y otros - TopicsExpress



          

Koldo Portaldorado "Una tierra comienza a ser tuya..." y otros artículos e informaciones Artaza 8 de Octubre de 2013 Queridos/as amigos/as: Adjunto os envío los últimos artículos. Encontraréis sobre todo temática internacional. Viajamos a Chile, Brasil, Alemania, Siria y Lampedusa, pero antes de coger el avión nos daremos una vuelta por Galicia. En tono más personal os presento también algunos apuntes que he ido tomando a lo largo de las diez etapas que he recién he realizado por el Camino del Norte hacia Santiago. Va en archivo adjunto. Por último os os van también tres imágenes en las que se detalla el contenido de los talleres que vamos a impartir en el este curso escolar. Las pautas también para poderlos organizar en nuevos lugares. La lectura os sea provechosa. Si alguien no quiere seguir recibiendo más envíos, favor de hacerlo saber por este medio, igualmente si deseáis que estas comunicaciones lleguen a nuevos allegados. Seguimos unidos/as construyendo un mundo más justo, sostenible y fraterno. Fuerte abrazo : Koldo Una tierra comienza a ser tuya... Una tierra comienza a ser tuya cuando tus pasos se posan sobre ella con ternura y la caminas con cariño; cuando sus bosques te hablan, sus ríos te interpelan, sus mares te abrazan... Una tierra comienza a ser tuya, cuando duermes sobre sus hoja caídas y sus firmamentos se clavan en tus retinas; cuando te aseas en sus fuentes y renaces entre sus olas. Una tierra comienza a ser tuya cuando tu sudor la va empapando día tras día y la oración aflora silente en sus alboradas; cuando su lengua se acomoda a tus oídos, tu espalda a sus árboles, tus ojos a sus verdes horizontes. Cierto, no hay patria, pero en algún sendero ha de brotar el poema, bajo algún ancho alero reposar el cuerpo agotado... Recorro a pie ya por varios días una Galicia que empieza a ser un poco mía, no en el sentido de propiedad, sino en el de sentirte integrado cada vez más en ella. La propiedad no existe, mañana sólo agradecimiento, sólo reverencia. El adjetivo posesivo sobra en nuestros diccionarios aún no actualizados. Somos con cuanto convivimos, pero cuanta maravilla nos rodea no nos pertenece, nosotros le pertenecemos a ella. Una tierra comienza a ser tuya cuando la danzas en sus lunas y te embruja en sus otoños; cuando no dejas de mirar sus tejados de pizarra e imaginar un invierno tras otro calentándote junto a sus fuegos; cuando de repente te sorprendes con un nuevo tono y ritmo en tus labios; cuando su lengua no te habla, sino te canta y lo hace con eco; cuando su mapa está gastado de tanto mirarlo, roto de tanto abrirlo. Una tierra comienza a ser tuya, cuando te llueve y no corres; cuando te escupe y no devuelves; cuando una recóndita emoción te embarga antes de penetrar sus castañares tamizados de amarilllo. Descansemos la mochila, anclemos bien la tienda. Hoy somos de esta tierra, mañana de nuevo del viento. Me ha ganado esta Galicia. Su lluvia incesante terminó por refrescar mis días, su sol escondido por calentar mi alma. Los amores suman, nunca restan. Sólo hay una canción de cuna, sólo un origen en medio de todos los trasiegos, pero la nostalgia no es una anciana conmovida que hay que sacar a pasear todas las tardes. Todas las tierras son nuestras; sólo nos falta saborearlas, sudarlas, soñarlas. Sólo el alto y ardiente ideal de fraternidad humana y cósmica puede alcanzar a colmar nuestros corazones. La patria no existe. A lo sumo, suma de recuerdos y salitres, de nuevos barros y antiguos hórreos. Amo esta tierra que me acoge como otra casa, como otro sagrado hogar que gozosos atravesamos, rumbo a las estrellas. Marina de la selva La selva no puede con el asfalto brasileño también inmenso. Marina Silva sabe que aún debe esperar para llegar a la presidencia. Sus eventuales 20 millones de votos no bastarían para auparle al palacio de Planalto en unademocracia tan grande. Ella aguarda agazapada en la arboleda. No se lo han puesto nada fácil. Por de pronto no han permitido a su nueva formación, Rede (Red de sustentabilidad), concurrir a las elecciones. Las crónicas apuntan que a esa oscura maniobra no ha sido ajeno el Partido de los Trabajadores, que ya acusa los habituales achaques de su larga permanencia en el poder. Las más valientes y lúcidas cuentan siempre “a priori” con las zancadillas de sus antiguos camaradas. Es ley de visionarios. El poder además no se le rendirá tan fácil. La ex-ministra de Medio ambiente con Lula, apunta aún demasiado lejos para poder concitar un apoyo tan masivo. De trayectoria impoluta y entregada, ha sido firme en el intento de satisfacer dos importantes postulados sociales: la defensa firme y reverente de la Tierra y la articulación de mecanismos de participación políticos dentro de su propio movimiento, merced a las nuevas tecnologías. Brasil y la riqueza y poderío de sus movimientos sociales se lo permiten. Marina es de selva y tierra adentro, pero ha sabido montarse en la ola de nuestros días. Ha acertado a situarse plenamente en el aquí y ahora, en las circunstancias actuales. En este presente único de enormes posibilidades de emancipación, ha volcado todo su talento, su vigor intelectual, su entrega social, su poesía de selva; pero Brasil no puede aún aceptar una presidenta tan de la Madre Tierra. Deberá aguardar Marina Silva y todos/as los/as que estamos llegando de tantas selvas y montañas del planeta, de todos los que llevamos tanto tiempo esperando a que el respeto y amor a la Creación se instaure como valor supremo, también en el ámbito de la política y la economía. Deberá esperar ella y cuantos creemos en un planeta más verde, sostenible y solidario para todos. Los mitos se han de relevar unos a otros. La historia avanza en base al vislumbre de horizontes cada vez más lejanos, que son capaces de presentar los grandes líderes. Lula, el tornero presidente, con toda su buena fe y determinación por elevar la dignidad de los más desfavorecidos, no deja de ser un hijo de los arrabales de Sao Pablo. No se avezó a cuestionar los pilares de la sociedad desarrollista. Más bien apretó el acelerador, no sólo en el ámbito económico, sino también armamentístico. Lula ya le propinó buenos tariscos a la Amazonía. Él y sus estrategas del desarrollo apostaron decididamente por el agrocomercio de soja y de vacuno, las plantaciones de transgénicos y las cosechas de caña de azúcar para la producción masiva de bioetanol. La carismática líder ecologista es hija de la selva, no del asfalto. Viene desde ella precisamente cuestionando las bases de ese desarrollismo a ultranza. Nació en Acre, en el extremo oeste de la República. Su origen extremadamente humilde concede valor añadido a su trayectoria brillante. En medio de los grandes mitos, otra mujer también fuerte no exenta de su propio carisma, Dilma Rousseff, la guerrillera revolucionaria que ha alcanzado la presidencia siguiendo fielmente los pasos de su mentor. Se ha encontrado sin embargo con una protesta social que no puede satisfacer, entre otras cosas porque una sociedad aún tan injusta y materialista, difícilmente podrá responder a las necesidades de una ciudadanía brasileña de día en día más empoderada, madura y consciente. Las protestas de los días pasados son buen índice de ese nivel alcanzado. Conviene estar al tanto de las iniciativas que a nivel planetario van emergiendo como alternativa al ya obsoleto y caduco sistema de partidos, en un intento de propiciar una participación más auténtica y directa. Tomemos nota en una España tan agotada y tan lastrada por las peores lacras del partidismo, de tan ejemplar liderazgo. El espíritu participativo de red ya va incidiendo en una nueva forma de hacer política en diversas geografías. Para lo que aquí ya se ensaya, será preferible tomar la referencia de los ejemplos más intachables. A la vista de las sincronías, a veces las comparaciones son inevitables. Mejor que mirar a ese cómico italiano, cargado de ira y de personalismo, que en su ciego radicalismo en pocos meses ha diezmado el inmenso capital político del descontento en el país vecino, podemos observar al otro lado del Atlántico a esta vieja luchadora que a tan alto nivel ha elevado el ejercicio de la política. Marina ha dejado camaradas en el camino, Chicho el líder serengueiro asesinado, pero habla de superación de la confrontación política. Podemos escuchar a esta mujer que lleva ya décadas cargando con toda su fina poesía, con toda su selva a cuestas, a esta líder que ha sabido verdaderamente conectar con las nuevas y despiertas generaciones y trabajar con ellas, para juntos abrir un futuro de más auténtica y entusiasmada participación ciudadana. La dársena de nuestros corazones Y si mañana el trigo no se dora y el hambre aprieta. Y si hay que buscar barca, mares y nuevo horizonte. Y si mañana el agujero es en nuestro bote y el agua en nuestro cuello... La historia siempre juega con los grandes vientos. Mañana el remo desesperado puede ser en nuestras manos. Encendamos pues los faros de las atalayas olvidadas. Arrojemos ahora los flotas, los salvavidas demasiado amarrados. Lancemos ahora una esperanza bien hinchada en los mares de los naufragios. Su suerte es la nuestra. Navegamos en sus buques destartalados rumbo a una costa amiga... No son los pescadores italianos los que han mirado para el otro lado. Somos un poco todos los que desoímos el socorro que nos alcanza de tantas geografías que naufragan. Ayer nosotros también embarcamos rumbo a una Lampedusa que se llamaba México, Inglaterra, Rusia... Mañana las costas vuelvan a ser abrigo, refugio de los que pasan hambre, injusticia, enfermedad, persecución, desaliento... No naufrage el alto ideal de fraternidad humana. Aún podemos enderezar la deriva, salir de las peligrosas corrientes del materalismo e idividualismo. Los últimos doscientos muertos subsaharianos en el Mediterráneo terminen de abrir la estrecha compuerta de nuestros sentimientos, la dársena enmohecida de nuestros corazones. Una victoria que nos emplaza La aplastante victoria electoral de la canciller alemana invita a una profunda reflexión, seguramente más en clave de psicología colectiva, que de análisis político. Una sociedad como la nuestra que no termina de aceptar sus errores y fracasos, estará siempre condenada a inventar sus chivos expiatorios, a fabricar sus Merkels de turno. La mandataria alemana semejara la madre de todos nuestros males, pero habrá que explorar si en realidad no personifica también algo de lo que carecemos. Por pocos lares la autocrítica, por pocos foros el reconocimiento de que quisimos vivir mas allá de nuestras posibilidades, por encima a menudo de la elemental cordura e incluso ética... Sin responsabilidad no se puede forjar carácter, ni porvenir. Es cierto que ésta no se reparte por igual en toda la población, pero algo ocurre cuando nadie quiere asumir su cuota.Una sociedad que sólo tiende hacia los derechos no puede percibir las responsabilidades. "El camino de la sabiduría es el camino donde persistimos en sentir esas responsabilidades." (Parvati Kumar) Y si Merkel ganara rozando la mayoría absoluta, para invitarnos de una vez por todas a encarar esas responsabilidades, a comenzar a aceptar por fin que somos los hacedores de nuestro presente...; que los "males" de la tan mentada crisis no son obra y "gracia" de una denostada señora, que pide gastar de acuerdo a nuestros ingresos. Y si Merkel ganara para que dejáramos de endemoniarla... Semejante triunfo acarrea serios cuestionamientos. Seguramente la canciller que reengancha por tercer vez consecutiva con holgada ventaja, no es ni ángel, ni demonio; seguramente representa también un rigor y una seriedad de los que, en alguna medida, aún adolecemos. La mente y el corazón reparan en ese digno ocho por ciento obtenido por los Verdes alemanes, forjadores y pilares de los Verdes europeos. Nadie se lleve a engaños: apostamos por quienes apuestan decididamente por la Madre Tierra y la solidaridad humana, pero será preciso estudiar porqué se perpetúa la tan criticada mandataria. Estos acontecimientos interroguen a una sociedad como la nuestra, que siempre echa las culpas fuera, que vuelca todas las cargas en esa lejana señora; que no termina de encarar sus propios y evidentes fallos, que acostumbra verter la porquería en la acera más allá del Rhin... No celebro el triunfo de una mujer y de una formación que cuestionan ciertas conquistas sociales, que pretenden perpetuar un sistema materialista e individualista, una civilización caduca que considero preciso ir superando. Sin embargo premisa indispensable para construir otra sociedad más justa, más sostenible, más solidaria, es la asunción colectiva del valor de la responsabilidad; es asir con fuerza las riendas de nuestro futuro; hacernos, sin concesiones al victimismo, los dueños de nuestro destino. Ya no más balones tan fuera, tan lejos. Al fin y al cabo, ese otro mañana posible no se juega en la cancillería alemana, ni en el palacio de la Moncloa, ni en Ajuriaenea..., sino probablemente mucho más cerca, en lo más profundo de nosotros y nosotras mismas. Tenemos Merkel para rato, tenemos sobrado tiempo para reconocernos, no como las víctimas inocentes de las maquiavélicas maniobras de una "oscura" mujer, sino para asumirnos plenamente como los exclusivos constructores de un porvenir aún cargado de esperanza. ¡Presente el presidente! "… y se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor..."(Salvador Allende 11 de Septiembre de 1973, momentos antes de su muerte.) No creo que es política, menos aún ideología. No es tema de colores, menos aún de fracciones. El viento ya levantó los últimos panfletos… Si tan poderoso perdura aún el recuerdo, ha de tener que ver con el alma. Siquiera le roza en alguna esquina de su poliedro escondido. ¿Por qué nos siguen cantando aquellos cantos? ¿Qué mantiene sorprendentemente vivas aún esas antiguas melodías? ¿Por qué seguirá tan presente aquel presidente? ¿Por qué ninguno de los huracanes de la vida nos lo ha terminado de arrancar? Cuarenta años no han logrado sacar a Chile de nuestros corazones…, a Chile, Salvador Allende y sus anchas alamedas; a Pablo Neruda y Quilapayun… Con todo lo que ha llovido afuera, sobre todo adentro, tras cuatro décadas, Víctor Jara, Violeta Parra… siguen tarareando en medio de nuestras duchas, cocinas y paseos sin fin. ¿Qué no barre el viento de los años? Los nombres y fechas se olvidan. Las formas van sucumbiendo, pero queda la esencia, resta lo que no caduca, permanece el heroísmo, la renuncia; persiste el testimonio indeleble de la entrega altruista y generosa… Hoy hace justo cuarenta años le sacaron "muerto" de la Moneda, pero si nada ha movido a Allende de nuestros corazones es porque es y será modelo del líder volcado en los suyos hasta la muerte física. ¿Será el heroísmo en favor del prójimo lo que puja por anclarse en nuestro adentro? No se retire la asignatura de la historia en los colegios e institutos. Además de los irregulares en inglés, conviene las nuevas generaciones sepan del pulso y el sacrifico. El legado no fue gratuito. Sin resquicio alguno de rencor, sin ápice de odio para quienes intentaron frenar, con brutal violencia, el progreso humano, sepan nuestros jóvenes que al término de la noche de los tiempos, al final de la lucha de las clases, hubo hombres y mujeres que lo dieron todo para que podamos hoy disfrutar de este presente tan cargado de esperanza. Allende no ha muerto y el hombre y la mujer libres avanzan por aquellas alamedas construyendo por fin una sociedad mejor, más justa, solidaria y fraterna. ¡Gloria! ¡Luz sobre el dilema! El debate de Siria está en la calle, en los plazas reales y virtuales y ello ya de por sí es positivo, pues nos convierte en más partícipes del devenir colectivo, de la evolución planetaria. Cualquier guerra nos sacude, cualquier conflicto humano nos emplaza, no necesariamente a tomar posición por una de las partes, sino a optar por la vida, por la paz y el respeto a los derechos humanos. Siempre con el respeto debido a quien siente y late diferente, cada quien se sitúa el arrimo de quien considera está más a favor de estos valores eternos, universales, incuestionables. Esta valoración por delante, desnudos de prejuicios, habremos de procurar aproximarnos lo más posible a esa geografía de dolor. Convendrá que hagamos un esfuerzo de imaginación y pensemos cómo reaccionaríamos si nuestros hijos fueran por centenares masacrados con armas químicas en los arrabales de una gran ciudad. Primero clamaríamos al cielo impotentes interrogando por ese merecimiento, seguramente después nuestro clamor desesperado se dirigiría a la potencia bélica capaz de detener semejante sangría. Nuestros hijos están bien a resguardo, lejos del alcance de las armas químicas del salvaje dictador de turno y ello nos puede distanciar del apoyo a la intervención limitada que se gesta. No podemos caminar, no podemos pronunciarnos si no es con todos nuestros sueños a cuestas, pero antes de ponernos a soñar y volar que es lo que verdaderamente anhelamos, la vida ha de ser respetada, más si cabe la de los niños. ¿No sobra acoso a quien puja por defender la vida? Observamos con respeto, pero no sin pena, como en los foros, en las redes sociales, en los correos electrónicos se arremete contra el mejor líder mundial que seguramente en estos momentos podemos permitirnos también soñar. No falte la consideración a quienes opinan contrariamente, pero creo que hemos ya jugado demasiado al antiamericanismo, hemos perdido en exceso memoria. ¿No habrá que distinguir Vietnam de Siria o Nixon y Reagan de Obama? ¿No será más fácil sumarnos al eco generalizado, al “no a la guerra”…, como si del otro lado estuviéramos deseando que retumbe aún más la caja de los truenos? ¿No será más cómodo sumarnos a cierta inercia colectiva, al coro del desprestigio y de descalificación a Obama? ¿Por qué ese empeño en despojarle del Nobel? Hubiéramos querido oír el “no a la guerra” también durante los más de dos años de impunes masacres por parte del sanguinario Al Asad. Nos hubiera gustado ver en las redes sociales esa misma firmeza ante los tiranos de China, Rusia y China que apoyan al bárbaro de Damasco. ¿Será preciso recordar sus curriculums? Obama no nos ha defraudado, otra cosa es que haya podido llegar a donde nosotros quisiéramos. Claro que podemos pedirle más, claro que ese es nuestro deber, pero no olvidemos que él no podrá avanzar más que lo que el conjunto de la todavía nacionalista y, en gran medida, materialista sociedad americana, es capaz de asumir. No, no se calientan los motores de los Tomahawk ni por petróleo, ni por ambición de territorios, ni por imponer una ideología, sino por parar los pies a un tirano que masacra a la población civil. A veces en la vida hay que tomar resoluciones difíciles, a veces la contumacia del mal reclama respuestas drásticas. Reza la sabiduría arcana que la ley del karma sólo se ceba con aquellos seres que reiterada y conscientemente persuaden en causar el mal al prójimo. Dice la sabiduría divina que el uso de la violencia sólo está permitida en defensa de la vida en peligro. No perdemos el Norte cuando llegamos a comprender la postura del presidente de los EEUU. Quien pretenda despojar a Obama de su Nobel de la paz, que nos diga de paso cómo se frena a quien destruye por millares la vida de la población civil inocente. A fuerza de despechos podemos terminar por arrancarle de la solapa a Obama el Nobel de la paz. Cuando por esta misma ley de las inercias venzan los republicanos y sus petroleras sin escrúpulos y sus amigos del rifle y su orgullo avasallador…, por favor hagamos un mínimo ejercicio de contención de nostalgias, si es caso recordemos este linchamiento del que nosotros también participamos. Cierto que ha llovido mucho desde el arranque ilusionado del primer mandato. Cierto que muchas de nuestras expectativas con Obama no se han cumplido, pero la política es el arte de los posibles, del máximo pujar sin prescindir de los consensos. No, Obama no nos ha terminado de defraudar, porque será difícil afirmar que nosotros hubiéramos logrado desde su puesto hacer más que él en materia de libertades, de emigración, de ampliación de la sanidad, de concordia internacional… Con todo lo que ha ocurrido, aún no deseamos dejarle solo a este mandatario de color. En sus momentos más difíciles, no nos sumamos al coro que le tumba y arranca medallas. Pedimos para que la conciencia americana avance en materia de solidaridad, de anhelo de compartir, de respeto a la Tierra…, y así su presidente también poder ir más lejos, gobernar en clave de más auténtico y ambicioso progreso. Tecleo y a la vez estoy disparando. Me hago consciente de ello. Asumo todo el hierro que camuflan estas letras. Tan responsable es el piloto, como el gobernante, como en este caso quien les apoya desde el teclado en medio de la cómoda paz de su escritorio. Sólo Dios sabe de la puntería de nuestras letras, si aciertan o yerran en su objetivo y por lo tanto desvarían del verdadero Objetivo, del superior Plan. Los debates nos pueden ayudar, pero cada quien ha de salir solo, “a pelo” de sus disyuntivas más íntimas. Todos los días medito sobre ello. Escribir estas letras es presionar botones que causan destrucción y muerte. Hay artículos que encarnan responsabilidad añadida. Nada de ello se nos escapa. Asumimos esta responsabilidad no por gusto, sino por deber, por compromiso con la vida inocente amenazada. Cada quien ha de atender, también al teclado, a sus más profundos reclamos. No cese nuestro reclamo de luz al Cielo para que podamos ver con claridad en medio de tan delicada cuestión. Koldo Aldai claraluz.org portaldorado
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 16:56:30 +0000

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