LA BOLSA PLASTICA por Gustavo Adolfo Lanza Ordóñez Fácil de llevar, lígera, impermeable, manejable, utilitaria y acomodadiza, la bolsa plástica se ha hecho conveniente y casi imprescindible. Por esta razón ocurre que sin importar el lugar en donde se esté, un vistazo en nuestro derredor mostrará siempre su existencia. HISTORIA La invención del plástico se debe a John Hyatt quien en 1860 participó en un concurso que buscaba un producto sustituto del márfil. Se le llamó celuloide y pronto fue utilizado en la fabricación de mangos de cuchillos, anteojos y películas cinematográficas. Alexander Parkes patenta en 1861 la parquesina, un producto que él mismo describía como rígido, opaco, flexible, resistente al agua, susceptible a colorear, y fácil de trabajar. Sin embargo, era muy inflamable y su producción no duró más de diez años. En 1907, Leo Baekeland inventa la baquelita, una resina sintética muy popular que marca el comienzo de la Edad del Plástico. Era barata, versátil y no inflamable. Hermann Staudinger en 1920 comienza los estudios teóricos sobre la estructura y propiedades de los polímeros naturales y sintéticos. Sus teorías dieron base al desarrollo científico de la química macromolecular que hasta el momento se basaba en inventos casuales como los de Hyatt y Parkes. PROBLEMAS En un principio los plásticos se obtenían de resinas vegetales, pero actualmente la mayoría provienen de derivados del petróleo que son abundantes y baratos. Sus usos son tan variados, que se empiezan a utilizar desde la cuna, y no se para de sacarles provecho.. La gran variedad de plásticos puede ser reciclada en su gran mayoría, pero el costo que representa, está fuera del alcance de casi la totalidad de las alcaldías del planeta. El problema principal es que siendo un elemento inerte necesita varios siglos para desintegrarse. Esto conlleva serias consecuencias ecológicas. Según la filóloga Marta Martínez Liébana en su artículo "Bolsas de plástico: las flores del mal", asegura que fue en los años 70 del siglo pasado cuando las tiendas de comestibles de USA y el Reino Unido, las adoptaron como un modo gratuito de distribuir sus productos. Nadie se imaginó en aquel momento que esos inofensivos utensilios serían los responsables de la muerte anual de miles de aves y animales marinos, que se vuelven víctimas por enredarse en ellas o por confundirlas con objetos comestibles. Pero la muerte causada por desechos plásticos también alcanza a la población humana que, en muchas ocasiones, cae perjudicada por las inundaciones provocadas por alcantarillados pluviales taponados. SOLUCIONES La guerra contra las bolsas plásticas comenzó en Leaf Rapids, un pueblo minero de Canadá, donde su alcalde ordenó dejar de distribuir bolsas de un solo uso so pena de multas de hasta mil dólares canadienses. También en la ciudad norteamericana de San Francisco se planea prohibir el uso porque además de no ser biodegradables, ensucian las calles y ahogan la vida animal de la zona. China, siguiendo los pasos de Irlanda, Ruanda y Bangladesh, acaba de prohibir la distribución de bolsas plásticas ultrafinas, con la finalidad de proteger el medio ambiente y ahorrar energía. Entre los países que han tomado medidas al respecto están India, Francia, España, Taiwan, kenia y Dinamarca. Ante la muerte de animales y el estrechamiento de los corales, la comunidad mundial ha comenzado a tomar consciencia del problema y a exigir soluciones. En consecuencia, algunos investigadores han desarrollado productos sustitutos, como las denominadas eco-bolsas, que son plásticas pero que tienen la virtud de degradarse rápidamente, aspecto que se ha conseguido debido a la inyección de un ión metálico que se agrega a la mezla de polietileno, durante su producción. BOLSAS BIODEGRADABLES Hay otras tecnologías que no dependen del petróleo, como la del maíz por ejemplo, que aunque es más cara, a la larga traerá beneficios para todos los ocupantes del planeta. También se debe hacer hincapié en no volver al uso de las bolsas de papel, porque con eso se contribuye a la desaparición de los bosques y al incremento de los problemas del clima. Las bolsas de tela ecológicas son una solución indiscutible y sus fabricantes, que son muchos y están en todas partes, se empeñan en hacerlas atractivas y cómodas. También pueden utilizarse los famosos carritos y cestas que no son muy conocidos por las generaciones actuales, pero cuyo uso debe volver, como lo promueven muchos organismos internacionales que velan por el cuidado del medio ambiente. ¿QUE SE PUEDE HACER? En los países donde no hay controles gubernamentales, se debe colaborar de diferentes maneras, tanto colaborando a nivel personal como exigiendo a las autoridades que se involucren en el problema. Si se estuviese dispuesto a una pequeña incomodidad y se dejaran de aceptar bolsas plásticas en todas las tiendas de consumo, se ayudaría mucho a la biodiversidad y a la belleza de los países. El compromiso es de todos y es ineludible.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 23:32:01 +0000
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