LA MADRE SU ROL EN EL HOGAR “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en Israel” (Jueces 5:7). Pienso que algo no anda bien cuando escucho decir: “La escuela, los maestros, la iglesia, el pastor, el líder deben hacer algo por mis hijos”. Esta es una idea altamente nociva que intenta convencernos de que los demás, y no nosotros los padres, son los responsables. Si algo va a acontecer en la vida de tus hijos será porque Dios habrá encontrado en ti a una mujer que asuma el rol protagónico que Él te entregó. Débora anhelaba un cambio y tomó la iniciativa, no se quejó, no se deprimió, no huyó, no buscó culpables sino que ocupó un rol que estaba vacío y dijo: Todo estaba mal hasta que me “levanté como madre”. Hay muchas madres que descuidan sus casas, abandonan a sus hijos y sobre todo los involucran en sus pleitos contra sus maridos obligando que sus hijos tomen partido por ellas o manipulándolos para odiar a sus padres. Las malas enseñanzas y consejos pueden destruir a tus hijos y marcarles un rumbo equivocado en la vida. 2 Crónicas22:1 "Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había venido con los árabes al campamento, había matado a todos los mayores; por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. 22:2 Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén . El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. 22:3 También él anduvo en los caminos de la casa de Acab: pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente. 22:4 Hizo pues lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición." Me pregunto: ¿No serán las señales de decadencia espiritual de nuestra amada nación una forma de señalarnos que ella está huérfana; qué hay hijos que no gozan del cuidado, protección y enseñanza de una madre? Ser madre es el privilegio más maravilloso que Dios pudo otorgarte, sin embargo conlleva una gran responsabilidad tanto física como espiritual. Observa lo que dice la Biblia en Tito 2:4-5 “… que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” 1.- En primer lugar la de ser ejemplo. Lo importante no es lo que decimos sino lo que hacemos. El dicho popular lo expresa: “Ver una vez es mejor que oír mil veces”. Tu propia vida será un mensaje más que elocuente para tus hijos y tu actitud frente a ella, tu manera de hablar, de enfrentar las adversidades, de resolver las frustraciones, los enojos, los pleitos impactarán la vida de tus hijos. No es lo que decimos, es lo que hacemos. Uno de los recuerdos más vividos de los últimos momentos de la vida de una madre, cuando ya se encontraba con escasa movilidad, era verla arrodillada orando. Uno de sus nietos la ayudaba a ponerse de rodillas y luego de pie. Nunca dio un sermón sobre la oración, su ejemplo dejó una huella imborrable en la memoria de toda su familia y en especial sus hijos. 2 Timoteo 1:5: trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu MADRE Eunice, y estoy seguro que en ti también. Proverbios 20:7: Camina en su integridad el justo; Sus Hijos son dichosos después de él. (Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo! NVI). Proverbios 14:26: En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus Hijos. 2.- Conviértete en una fuente de aliento para tus hijos. Necesitamos encontrar la medida adecuada entre la corrección y el estímulo. Por lo general tendemos a corregir, lo cual es importante, pero mejor es ayudarlos a ver lo importante que ellos son para ustedes como sus madres y para Dios. No te canses de decirles cuánto Dios los ama. El mundo les dirá que no pueden, que no sirven, que no dan la talla, pero ustedes madres pueden acercarlos a su verdadero valor: son la niña de los ojos de nuestro Dios. Valiosísimos, queridos, siempre amados. Recuérdales que pueden hacer frente a todo porque Jesús los fortalece y esta con ellos. Madres sean equilibradas no sean tan duras con sus hijos ni mucho menos consentidoras con los porque los van a echar a perder. Proverbios 29:15: La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su MADRE. Efesios 6:4. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Proverbios 4:3: Porque yo también fui HIJO de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. 3.- Y finalmente pelea por la vida de tus hijos. No te resignes a perderlos, a dejar que el mundo los atrape. Si son pequeños toma tiempo para leerles un historia bíblica y a orar por ellos. Comparte un tiempo especial con tus hijos, no los descuides, ni entregues tu responsabilidad en terceras personas. Si son grandes continúa orando y declarando la Palabra de Dios sobre sus vidas. Fija tu mirada en lo que Dios dice de ellos y no en lo que las circunstancias u otras personas te lleguen a decir de ellos. Madres sean vigías de sus hogares, estén atentas a la dirección que están tomando tus hijos, enséñales la Palabra y háblales de acuerdo a la palabra. Proverbios 6:20: Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu MADRE; Proverbios 31:27: Ella vigila la marcha de su casa, y no come el pan de la ociosidad (BDLA) 1 Reyes 3:26: Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. Isaías 49:15a “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?” Isaías 66:13: Como aquel a quien CONSUELA su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 01:32:44 +0000
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