LA ORACIÓN DE JESÚS Una de las últimas peticiones que Jesús - TopicsExpress



          

LA ORACIÓN DE JESÚS Una de las últimas peticiones que Jesús hizo al Padre que fue que permaneciéramos en unidad y en un mismo sentir: “Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé...” Juan 17:11-13 Los discípulos de Jesús, aunque ya lo seguían a él, no eran perfectos en unidad. En más de una ocasión tuvieron disputas entre ellos o manifestaron su deseo de sobresalir sobre los otros, como cuando Juan y Jacobo pidieron sentarse a los lados de Jesús y los otros diez se enojaron, o cuando discutían quién habría de ser el mayor. En todo ese tiempo Jesús guardó a sus discípulos para que fueran uno, enseñándoles a guardar la unidad entre ellos. De igual forma debemos cuidar de mantener esa unidad entre los discípulos. Cuando Jesús estaba por irse oró en la Última Cena para que fueran uno. Como él los había guardado todo ese tiempo, ahora él rogaba al Padre para que fueran guardados del mal y mantuvieran esa unidad. Al mismo tiempo oró por todos aquellos que serían ganados a través de ellos, para que fuéramos uno. “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.” (Juan 17:20-23) Jesús también oró para que no hubieran divisiones entre aquellos que creerían en él al ser predicado el evangelio. Por esa razón no deberían haber divisiones entre las distintas redes. Jesús dijo que nos había dado la gloria que el Padre le había dado para que fuéramos uno. La unción de Dios une, no divide. Cuando permanecemos unidos a Jesús, permaneceremos unidos a su cuerpo. Cuando mantenemos esa unidad manifestamos al mundo el amor de Dios y así ellos creerán que el Hijo fue enviado a salvar a la humanidad.
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 17:37:48 +0000

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