LA PESADILLA MORTAL: De pronto me di cuenta que soñaba. Me - TopicsExpress



          

LA PESADILLA MORTAL: De pronto me di cuenta que soñaba. Me encontraba en una casa desconocida, en una habitación amplia y vacía. En una de las paredes había una puerta, la abrí y salí a un pasillo todo blanco, que enseguida me recordó a un hospital. Avancé cautelosamente, temiendo que el sueño se volviera pesadilla. Escuché un chirrido detrás de mí, y al volverme vi a alguien aproximándose en una silla de ruedas. Tenía el cuerpo cubierto por una sábana blanca, como si fuera un muerto, la silla se movía sola, y su ocupante estaba inmóvil. Empecé a correr, y aquella cosa a perseguirme. El pasillo parecía no tener fin, y la silla y su aterrador ocupante casi me alcanzaban. Seguía corriendo cuando vi una puerta, cuando agarré el picaporte el muerto estiraba sus brazos hacia mí, pasé y la cerré enseguida. Al girar me invadió un vértigo repentino, y temí caer; pues me encontraba en el comienzo de una escalera. Desde la puerta hasta el primer peldaño no había más de medio metro, y la escalera era terriblemente empinada, y bajaba y bajaba hacia un abismo cuyo fondo no alcanzaba a ver. El descansillo en donde estaba parado y la escalera eran del ancho de la puerta, los peldaños eran parte de una roca muy lisa y gris, que a los lados se unía con la pared. Me encontraba el borde de una montaña, y estaba acorralado. Con la espalda recostada a la puerta, apenas bajaba la vista hacia el abismo y me invadía un vértigo espantoso. Sabía que sólo era una pesadilla, pero todo era tan real: el viento que me daba en la cara, las nubes grises del cielo, aquella pared de roca que descendía casi vertical. Pensé que si me arrojaba me iba a despertar. Me arrimé al borde del escalón y me fui inclinando de a poco, pero el miedo me pudo más y retrocedí un paso; era demasiado real. Sabía que en una pesadilla nada te puede hacer daño, y como el abismo me aterraba más que el muerto de la silla de ruedas, decidí entrar al pasillo y enfrentarlo. Entré al pasillo, el muerto me esperaba. Se movió bajo la sábana y, lentamente se puso de pié. Aunque me invadía un terror espantoso, grité y me arrojé hacia él, agarré la sábana y se la quité de un tirón. No puedo describir lo horrible que era, no encontraría las palabras. El monstruo me lanzó un manotazo hacia la cabeza, desde un costado, bloquee el golpe con el antebrazo, pero era tan potente que sentí un dolor fuerte en el hombro. Retrocedí unos pasos más asustado aún. Si era un sueño por qué sentía dolor. El monstruo avanzaba hacia mí cuando por suerte desperté. Ahora sé que algunas pesadillas si pueden hacerte daño. Tal vez la gente que amanece muerta sufrió una pesadilla
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 17:46:19 +0000

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