LA RAZÓN DE MUCHAS COSAS .... Favor leer lo que viene debajo del link, a propósito de lo del video, GRACIAS youtube/watch?v=q-nDl_7p2oQ "EL VERDADERO PROGRESO Qué difíciles que somos los humanos! Somos todos tan polifacéticos y contradictorios como complejos e insondables, tantas veces. Talvez no conozcan la realidad actual de Pueblo Garzón, en Maldonado; invito a que la conozcan pues es un buen ejemplo de lo arriba dicho, además de muy otras cosas más, también. Dicho pueblito está hoy ante una encrucijada que no es nueva en la realidad de hoy: acompañar al progreso o sucumbir ante él. Hace un tiempo, y a partir de la atenta e inteligente mirada de un inversor, comenzó a transformarse, alejándose paulatina pero ininterrumpidamente de su realidad anterior, "la de siempre"; la de un pueblito tranquilo, con raíces antiguas, de pocos pobladores, tranquilo y de tanto escasa actividad propia como de escasas perspectivas de cambio. Dicho cambio, centrado en la instalación de un restorán con promoción internacional, gracias a lo conocido de su autor, fue profundizándose ante la respuesta positiva obtenida sobre todo en el exterior lejano, poblándose ya no de visitantes de otras latitudes sino de nuevos pobladores con tal origen. Hoy es común oir entre sus silencios, más escasos que antes, a voces en varios y exóticos idiomas: son "los nuevos lugareños", llamados ya no sólo por el restorán sino por lo que el marketing del mismo prometía, un lugar pacífico, tranquilo, con amplias posibilidades de encontrar en él -o de construirla- la paz, la calma y la conexión con lo vital, que tan difícil -sino imposible- parece haber vuelto hallarla o hacerla en esas y otras distantes latitudes. El proyecto inicial dio sus resultados y la convergencia de gentes al lugar se ha vuelto importante y sostenida, tanto como para de hecho haber alterado ya su original o anterior forma de vida, su sociedad y sus costumbres. Hoy, está bajo la mira de nuevos inversores, los que se suman/sumarían/sumarán al que fue el catalizador (comprador de varias propiedades y campos, que aún no vende, según resulta de lo que se manifestó en una reciente asamblea in situ, de sus pobladores -ver -----), el dueño del restorán mencionado y factotum de la promoción del mismo, y con ésta, del pueblo mismo. Ante tal posibilidad, y ante el hecho de que la misma se anuncia con el énfasis puesto sin lugar a dudas ni disimulo en el lucro de sus autores, ante esa profundización de un cambio que ya ha costado, en pérdidas varias para sus originarios, cada vez menos dueños de su anterior estilo de vida como de la posibilidad de permanecer o crecer en su nativo terruño; ante todo esto y quién sabe cuánto más, se genera la disyuntiva que mencionaba arriba. El lucro no es, no ha sido jamás "una mala palabra"; quien invierte pretende, lógicamente, un retorno o renta de dicha inversión. Habrán, talvez, algunos Mecenas todavía en el mundo, no lo se, pero está claro que en este mundo que conocemos son escasos, si es que existen, y lo que prima es la lógica del capital, y centro de la misma, la lógica de la renta y del lucro. Si bien se puede tener infinitas posturas respecto a esto, lo cierto es que la realidad actual marca que así funcionan las cosas hoy, nos pese a quienes nos pese, les disguste a quienes les disguste. Ahora bien, hablar de lucro y de "afán de lucro" no es lo mismo: hay una clara distinción que pasa al menos por la dimensión, la intensidad, su "extensidad" y hasta por el propósito de ese lucro. Un lucro por el lucro mismo o por sus consecuencias (poder, prestigio, vana satisfacción, etcétera etcétera) no tiene un sostén ni moral ni social igual al del que cumpla o detente otros aspectos, otros motivos, otras formas, otras medidas. ¿Tiene, el capital y su lógica, el derecho de avasallar a una sociedad? (la posibilidad, claramente la tiene). ¿Tiene, el capital y su lógica, el derecho de desmedirse, desdecirse, desmadrarse, desdibujar a una realidad humana como un pueblo, una sociedad, un cierto número de gentes que ansía vivir como vivía, como fue su costumbre pero también su construcción, en general a lo largo de muchos años?. ¿Tiene el capital el derecho de, de hecho auyentar a los lugareños, por el cambio que genera no sólo en la forma de vida sino en "lo contante y sonante", los precios, las posibilidades para quienes antes las tenían muy medidas, y hoy resultan relativa pero claramente menores que las de "los nuevos lugareños"?. Esto que planteo aquí no tiene nada de "loquesea-fobia", es un planteo que pongo en voz alta sobre qué valores, además de los monetarios, se están hoy levantando e imponiendo, y cuáles las afectaciones que esto tiene sobre los otros valores que no lo son, económicos, económicos de la economía regida por el dinero. Ahora bien: ¿dónde está la delicada línea que podría marcar un presumiblemente existente equilibrio entre el progreso y su afán de lucro, y el respeto por otros valores, que no lo contemplan y que a veces hasta lo contradice?. ¿Existe éste, es posible?. ¿Es factible, construible, concebible?. ¿Habrá -no en el ejemplo, sino en la mentalidad humana- habrá apertura para buscarlo, y no simplemente hacer primar una u otra lógica, sea la de la del progreso, ya mencionada, y la del conservacionismo, con también sesgos fundamentalistas, muchas veces y talvez también en este caso/ejemplo? (ver la información de la asamblea ya citada). No tengo la respuesta, porque no se si la hay, y si la hay, seguro que no será única .. No tengo la respuesta pero sí la pregunta, y tantas más, y con eso me alcanza, para comenzar. Dentro de aquella muy someramente descrita realidad humana, realidad del ser humano, está sin dudas el apego a lo conocido. También, y primo hermano de éste, está el miedo al cambio. Ambas fuerzas, creo que indiscutiblemente presente en todos, en una forma u otra, en una proporción u otra, ambas fuerzas se suman al que podría llamarse, pronto y mal, un ser y hacer "conservador", contrapuesto en principio al hacer "progresista", contraposición que invita a pensar que en él no están las fuerzas de su opuesto, el no progresismo o conservadurismo. Dentro de la tal realidad humana, realidad del ser humano, también está y en todos el afán de crecer, el afán de ser mejores, de vivir más, el de logro, el de alivio, el de desahogo, el de cese de carencias, falencias, errores y otros muchos más "debes", que todos, todos de alguna manera u otra, detentamos en nuestro interior. Esa fuerza "de hacer" y la sana y lógica pretensión, expectativa, ansia y esperanza "de obtener" reside en todos, también. Entonces .. ¿cuándo entran en conflicto éstas, estas visiones, formas de ser, opciones de vida, realidades, fuerzas internas, o los intereses que, detrás de sus respectivas, provocan choques y alimentan fervores, avivan enojos y profundizan posiciones al punto tal de generarse conflictos?. Al menos se me ocurre un escenario: cuando los unos no escuchan, no entienden o/ni aceptan/respetan a la visión de los otros, no respetándola y haciendo "per se", sin miramientos del efecto TOTAL de su hacer. Ergo, la respuesta es el individualismo, el egoísmo, el egocentrismo y, prohijados por todos ellos, el total irrespeto por quienes no piensan/son/hacen "como uno" piensa/es/hace, actitud muy actual y con miras de haber llegado para quedarse, una de las tantas secuelas de un estilo de vida actual superficial, no comprometido, no esencial, consumista e individualista." Daniel Alamón 29/9/2013
Posted on: Sun, 29 Sep 2013 15:31:39 +0000
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