LE TIENEN MIEDO AL PUEBLO Con esa frase el Senador Amorín - TopicsExpress



          

LE TIENEN MIEDO AL PUEBLO Con esa frase el Senador Amorín descalificó la conducta del gobierno cuando el Intendente de Canelones suspendió los homenajes a Artigas y cuando más tarde, el 18 de Julio, día de la Jura de la Constitución, el gobierno de la República y su Presidente, el ex guerrillero tupamaro, José Mujica, marginó al Pueblo de los actos, se aisló de los que protestaban en un corral de vallas que él mismo armó y confirmó cuan lejos están del Pueblo. Las palabras del Senador Amorín fueron dichas el sábado pasado en el Club Platense en ocasión de un hermoso acto de su proclamación como Pre candidato del Partido Colorado Batllista a las elecciones internas. Con la participación de delegados de todos los departamentos de la República, un numeroso grupo de jóvenes dirigentes y con las palabras de Ikmal Amir se dio inicio a una reunión que estuvo presidida por las figuras de José Pedro Varela y José Batlle y Ordoñez. La seguridad, la educación, la salud, el IRPF, y sus necesaria derogación, la apertura al mundo para poder crecer, las oportunidades en lugar de las dádivas que hacen presos a aquellos que reciben pescado sin enseñárseles a pescar, constituyeron los ejes del discurso del candidato. “BATLLISTA DE LEY” es su lema, y es el trillo que este grupo de mujeres y hombres se comprometen a seguir. Prudencio Vázquez y Vega, que murió en Minas en brazos de Batlle y Ordoñez, fue el inspirador de toda una generación de jóvenes que se batió en El Quebracho contra la dictadura de Santos, y que gobernó el país hasta 1929. En aquel grupo universitario participaron todas las figuras más distinguidas de la sociedad uruguaya. Cinco futuros Presidentes estuvieron en El Quebracho: Batlle, Williman, Campistegui, Serrato, Viera. Zorrilla de San Martín fue Secretario del Comité que presidiera el Gral. Lorenzo Batlle. Los hombres más importantes del Partido Nacional también figuraron como líderes principales de ese gran movimiento. Interrogado por el gran historiador Juan Pivel Devoto, Campistegui le dijo: “la nuestra era una revolución dentro de otra”, los hechos le dieron la razón. Ese grupo humano con Colorados y Blancos gobernaron al país sin pausa desde el Consejo de Cuestas hasta la muerte el 20 de octubre de 1929 de José Batlle y Ordoñez. Entre todos ellos forjaron la identidad fundamental de esta Nación. Unos en el gobierno, otros en la oposición, oposición fuerte pero intelectualmente válida. En su momento Prudencio Vázquez y Vega que integraba el Partido Constitucionalista lo invitó al joven Batlle y Ordoñez a que participara de ese movimiento político. Él, colorado como su padre, sintió que las masas del Partido Colorado le iban a permitir desde el gobierno de la República, apoyado por tanta gente tan valiosa, modernizar al país. De la economía de sus gobiernos se ocupó fundamentalmente el Ing. José Serrato y otros hombres grandes que lo acompañaron. Batlle y Ordoñez se ocupó de la gente, respetándola, aún a aquellos que le pusieron una bomba para matarlo. Así fuimos armando la identidad de este país. Todos sujetos a la Ley que nos aseguraba nuestras libertades. Con disputas ardorosas entre nosotros, pero todos sujetos a la Ley, porque allí estaba el corazón de nuestra libertad. Crearon escuelas, liceos, universidades, trajeron a expertos europeos y americanos, protegieron las actividades industriales, se abrieron al mundo, y tuvieron la osadía de ponerse a la cabeza de las modernidades que en aquel momento estaban todavía en terrenos experimentales en Europa. Hoy estamos al borde de destruirlo todo, sin seguridad, sin educación, sin respeto a la Ley, asfixiados en un mundo que se abre, despreciando a la Constitución para someterla a las voluntades políticas del momento, instaurando un régimen semi dictatorial para controlar lo que los medios expresan, estamos ante un gobierno artífice de la destrucción de nuestras identidades más queridas. Los Batllistas de ley, como otros grupos del Partido Colorado, como todos los ciudadanos blancos e independientes de otras colectividades, como todas aquellas personas sin militancia política pero conscientes de su responsabilidad ciudadana, sentimos que no se puede esperar más. Que hay que detener y revertir este ímpetu anárquico y destructivo en que el gobierno ha sumido la vida del país. Esa es nuestra obligación. El Uruguay espera que cada uno cumpla con su deber. JORGE BATLLE
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 22:41:35 +0000

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