LES RECOMIENDO Y COMPARTAN ESTA CARTA - PARA QUE ENTIENDA LA DURA REALIDAD QUE ESTA PASANDO DENTRO DE LA POLICÍA NACIONAL CARTA DE UN COMPAÑERO PRESO. Hola compañero, recibe un afectuoso abrazo, mi nombre es Orlando, tengo 32 años y estoy condenado a 9 años de cárcel. Ingrese a la policía nacional de 19 años por una gran vocación de servir que sentía después de haberme graduado de bachiller habiendo obtenido una beca gracias a mis capacidades, una beca para estudiar lo que quisiera y aunque la medicina me llamaba mucho la atención y para ello tenía el apoyo económico de mis padres que prácticamente me rogaron que estudiara esa carrera, pudo más mi vocación por la policía que los concejos de mis padres y familiares. Inicie mi proceso de incorporación, pase y en enero de 2001 me gradué como patrullero llegando a laborar a la fuerza disponible de Bogotá, orgulloso de lo q había logrado, no me cambiaba por nadie, por fin mi sueño se había hecho realidad, era policía y daría lo mejor para hacer mi trabajo perfecto. A los pocos meses y nuevamente gracias a mis capacidades se me dio la oportunidad de trabajar en la dipol, en donde laboraría los próximos 7 años, pero cada vez me sentía mas decepcionado al darme cuenta de muchas irregularidades, pero de cierta forma mi conciencia estaba tranquila porque mi trabajo lo hacía muy bien y fue reconocido en varias ocasiones con condecoraciones, pero solo me basto haber tenido una diferencia por algo indebido con un oficial y a los tres días ya estaba desvinculado de allí y trasladado a trabajar a la mebog. Ya con casi 8 años en la policía y todavía de patrullero las cosas se me empezaron a complicar pues algunos beneficios que tenía en la dipol los había perdido y ya con 5 años de casado y 2 hijos y el mismo sueldo de un recién salido de la escuela, mi situación económica empezó a fallar, pues en la vigilancia empecé a gastar mas, muchas cosas del servicio me tocaba comprarlas de mi bolsillo y hasta una llanta me toco comprarle de mi sueldo a la moto en que patrullaba. En cierta ocasión en un procedimiento y por no dejarme matar me toco lesionar a un delincuente, y para que las cosas no pasaran a mayor me toco hacer un préstamo e indemnizarlo, y con esto peor, menos plata. Al principio me toco cambiarme de barrio, era peligroso pero el arriendo era mas barato, y con esto me quedaría más dinero del sueldo, pero también me toco salir de algunos electrodomésticos pues la necesidad tiene cara de perro y hambre no iba a aguantar y si que menos iba a pedir o recibir dinero en el servicio, pues gracias a Dios contaba con el apoyo de mi familia, ya q mi hermano menor había estudiado ingeniería civil y tenia un buen trabajo y en varias ocasiones me había prestado dinero que algún día le pagare. Ya con más de dos años en la vigilancia y después de tantas injusticias que estaban pasando, mi forma de ver las cosas empezaron a cambiar, ya mi hija mayor estaba en el colegio y los gastos por ese lado aumentaron, pues aunque estudiaba en el colegio de la policía me tocaba pagarle pensión y transporte, y en verdad en cierta ocasión llore de tristeza acostado en mi cama pues a mi hija le tocaba llevar 30 mil pesos para una actividad recreativa con sus compañeras de colegio, pero yo no tenía ni un solo peso y verla llorar por ello me partió el alma. Desgraciadamente y lejos delo que yo pensaba que era la policía, tenía conocimiento de varios torcidos de algunos oficiales que paradójicamente se enaltecían amenazando de enviar a la cárcel a aquellos policías que pedían o recibían dinero, y en verdad de que me serviría a mi de ser honesto si muchos de aquellos que nos dirigían les gustaba mas la plata que la policía, mi honestidad me tenía en la pobreza, y ni al gobierno ni a la dirección general le importaba esta situación, para ellos solo somos la mano de obra a la que pueden manejar como en la época de la esclavitud, nuestros derechos no existen, nuestro bienestar no les importa, solo nos quieren tramar de verbo, tratándonos como cuando usted engaña a su hijo con una colombina para que no llore. Y entonces empecé a pensar si todas las necesidades que estaba pasando se justificarían de cierta forma con mi vocación y mi honestidad, y en verdad ya me veía como un pendejo rechazando aquello que me hacía falta. Entonces empecé a recibir dinero que aunque no era mucho si solventaba muchas de mis necesidades, hasta que un día por querer ganarme 50 mil pesos fui capturado por el delito de concusión y aquí me encuentro pagando mi gran ERROR. Si aquí me encuentro pagando mi gran error “HABER INGRESADO A LA POLICÍA NACIONAL” Una gran institución pero una empresa mal dirigida, la policía es clave para el desarrollo económico y bienestar de los colombianos, pero a nadie le interesa el bienestar ni la solvencia económica de los que trabajan en la policía, es decir los de a pie. Para el gobierno somos unos iletrados, para los oficiales somos los esclavos, para los políticos somos un grupo con un gran número de votos en la familia. Tenemos un gobierno que te induce a la corrupción con esos sueldos, tenemos unos oficiales que te inducen a la miseria con ese apoyo, tenemos un trabajo que nos llevara a la muerte, a la cárcel o a la pobreza. Yo nunca pensé en ser corrupto, yo nunca pensé en ser deshonesto, pero la policía es un trabajo en el que la vida da muchas vueltas y así como están las cosas no sabemos a dónde vamos a parar, pero te digo que si esperas muchas cosas buenas en la vida, estas en el lugar equivocado Solo espero salir de aquí en un tiempo y con la ayuda de mi hermano estudiar lo que pude haber sido hace años. Nunca es tarde para empezar y me siento con capacidades para ser alguien importante en la vida,
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 12:27:44 +0000
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