La Biblia nos dice, “El malo, por la altivez de su rostro, no - TopicsExpress



          

La Biblia nos dice, “El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios” Salmo 10:4. Entonces, el asunto no es cómo impresiona un hombre (de hablar suave, gracioso, sincero), sino más bien, la condición de su corazón para con Dios. El orgullo busca su propia gloria no la gloria de Dios. La Escritura también nos dice, “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” Prov. 16:18. Dios odia el orgullo de los hombres, y también odia a aquellos hombres que lo poseen: “Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad” Salmo 5:5. Aquellos que hacen iniquidad son los mismos hombres orgullosos que rechazan a Dios: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios... ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad?” (Salmo 14:1, 4). Y también, “Abominación es a Jehová todo altivo de corazón, ciertamente no quedará impune” (Prov. 16:5). El arrogante espiritual es aquél que se siente superior (sin mancha de pecado) al resto. Nuestro ejemplo en todas estas cosas es Cristo Jesús, “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:6-8). Cristo se humilló a sí mismo, muriendo para salvar a los pecadores. Como pecadores salvados solo por Su gracia, debiésemos reconocer humildemente esta verdad y darle a Él toda la gloria. La soberbia es el más grave pecado contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. El hombre se hace autónomo desconociendo su condición de creatura. La soberbia fue el primer pecado que se cometió en los tiempos inmemoriales con Satanás que se reveló contra Dios llevando se consigo a otros ángeles, y el mismo, ya en el tiempo del hombre, lo llevó al primer pecado de rebeldía, de autonomía, de auto dependencia, de autodominio. Es lo que Dios nos hace ver en su palabra desde el capítulo 3º del Génesis. La soberbia está a la raíz del pecado original y por eso es la fuente y raíz de todos los pecados, y es por lo tanto la puerta para todo otro pecado. La soberbia es fuente de muchos delitos; por eso se ora a Dios el Señor: “Guarda a tu siervo también del orgullo no sea que me domine; entonces seré irreprochable, libre de delito grave” Sal 19, 14. Vanidad, vanagloria, sobre autoestima, ostentación, hipocresía, jactancia, celos, violencia, rencores, prepotencia, son algunos de los vicios que engendra la soberbia. Mientras más se tenga en el corazón es mayor fuente de pecados. Nuestras actitudes. Algunas actitudes y posiciones que nos llevan a la soberbia: El sentido de identificación es que permite identificarnos con alguien, algo y nos da un sentido de pertenencia, por ejemplo yo soy samuel, yo soy de tal pais, yo soy profesionista, etc. Y con cada “etiqueta que nos agregamos afianzamos ese sentido de identidad. El Sentido de posesión nos hace “dueños” de algo o alguien, podemos ser dueños de bienes materiales como una casa, un carro y tomamos como propios nuestra esposa o esposo, nuestros hijos, o pueden ser bienes no materiales como sentirnos dueños de la “verdad, del conocimiento absoluto etc. El “sentirse Superior, nos hace creer que tenemos más privilegios que los demás, mas sabiduría, más conocimiento, más santidad, etc. El creer que tenemos derechos sobre algo o alguien, a veces estos derechos son dados por el medio en que vivimos, la sociedad, por las reglas con que vivimos y nos movemos. Etc. El sentirse indispensable, único que sin nosotros nada funciona correctamente etc. Todos ellos se combinan y forman parte de nuestra identidad y posición frente al mundo y frente a los demás.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 16:00:46 +0000

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