La Caridad Bien aventurados los que dan sin recordar, y los que - TopicsExpress



          

La Caridad Bien aventurados los que dan sin recordar, y los que reciben sin olvidar. Madre Teresa de Calcuta. 2. La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. Todas las responsabilidades y compromisos trazados por esta doctrina provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Ella da verdadera sustancia a la relación personal con Dios y con el prójimo; no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas. Para la Iglesia —aleccionada por el Evangelio—, la caridad es todo porque, como enseña San Juan (cf. 1 Jn 4,8.16) y como he recordado en mi primera Carta encíclica «Dios es caridad» (Deus caritas est): todo proviene de la caridad de Dios, todo adquiere forma por ella, y a ella tiende todo. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza. Por supuesto, el poder meritorio de la caridad es, como la virtud misma, susceptible de crecimiento infinito. Santo Tomás (II-II, Q. xxiv, 24 a. 24 y 8) menciona tres etapas principales: • liberación del pecado mortal por incansable resistencia a la tentación, • evasión de pecados veniales deliberados por la práctica asidua de la virtud, • unión con Dios a través de la recurrencia frecuente de actos de amor. A éstos, los escritores ascéticos tales como Álvarez de Paz, Santa Teresa, San Francisco de Sales, agregan muchos más grados, anticipándose así aún en este mundo "las muchas mansiones de la casa del Padre". Las prerrogativas de la caridad, sin embargo, no deben ser interpretadas como para incluir la no-admisibilidad. El decir de San Juan (1 Ep., iii, 6), "Todo el que permanece en Él (Dios), no peca", significa sin duda la permanencia especial de la caridad principalmente en sus mayores grados, pero no es garantía absoluta contra la posible pérdida de él; aunque el hábito infundido nunca es disminuido por pecados veniales, una sola falta grave es suficiente para destruirla y así terminar con la unión y amistad del hombre con Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 1856 señala la importancia vital de la caridad para la vida cristiana. En esta virtud se encuentran la esencia y el núcleo del cristianismo, es el centro de la predicación de Cristo y es el mandato más importante. Jn 15, 12; 15,17; Jn 13,34. No se puede vivir la moral cristiana haciendo a un lado a la caridad. La caridad es la virtud reina, el mandamiento nuevo que nos dio Cristo, por lo tanto es la base de toda espiritualidad cristiana. Es el distintivo de los auténticos cristianos. La caridad es la virtud sobrenatural por la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Es la virtud por excelencia porque su objeto es el mismo Dios y el motivo del amor al prójimo es el mismo: el amor a Dios. Porque su bondad intrínseca, es la que nos une más a Dios, haciéndonos parte de Dios y dándonos su vida. 1 Jn. 4, 8 La Caridad le da vida a todas las demás virtudes, pues es necesaria para que éstas se dirijan a Dios, Ej. Yo puedo ser amable, sólo con el fin de obtener una recompensa, sin embargo, con la caridad, la amabilidad, se convierte en virtudes que se practica desinteresadamente por amor a los demás. Sin la caridad, las demás virtudes están como muertas. La caridad no termina con nuestra vida terrena, en la vida eterna viviremos continuamente la caridad. San Pablo nos lo menciona en 1 Cor. 13, 13; y 13, 87. Conclusión: Al realizar este trabajo, me detuve para descubrir conocimientos nuevos, de cosas muy escuchadas y hasta veces muy conversadas. Pude reflexionar a la luz del evangelio los textos que me motivaron de la DSI. Este documento abarca la totalidad del ser humanos, sus problemática, las más actuales, la vida diaria. El poder involucrarse en el mundo político actual. La opción por los pobres, un problema que nos pertenece a todos, los valores que nuestra sociedad fue perdiendo en esta postmodernidad, que avasalla con la falta de tiempo, con jóvenes desesperanzado, con una niñez llena de necesidades, la falta de trabajo…nos invita a pensar como reconstruir el reino de Dios, en el medio del caos. Los derechos humanos, Se violan no solo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan desigualdades, la situación de extrema pobreza adquiere rostros que deberíamos reconocer como a Cristo sufriente que nos interpela y nos cuestiona, Dios es el fin último de sus criaturas y por ningún motivo puede privarse al bien común de su dimensión trascendente que excede y al mismo tiempo da cumplimiento a la dimensión histórica. Esta perspectiva alcanza la plenitud a luz de la fe en la pascua de Jesús, que ilumina en plenitud la realización del verdadero bien común de la humanidad. Gracias a EL por medio de Él y en vista de Él toda la realidad incluida la sociedad humana puede ser conducida a su Bien Supremo, a su cumplimiento. Una visión puramente histórica y materialista terminaría por transformar el bien común en un simple bienestar socioeconómico, carente de finalidad trascendente, es decir, de su más Profunda razón de ser. (Van Thuan) Ver, Juzgar, Actuar: La acción es el proyecto de transformación de la realidad. Equivale a trazar tareas y quehaceres, de acuerdo al juicio de la situación según el plan de Dios. La tercera fase del método corresponde a la pregunta ¿Qué debemos hacer para cambiar la situación? Es el momento de concretizar en una acción transformadora lo que se ha Comprendido acerca de la realidad (ver) y lo que se ha descubierto del plan de Dios sobre ella (juzgar). Es el momento del compromiso por una praxis nueva. Es preciso que esos espacios de diálogo se institucionalicen. Los consejos pastorales parroquiales y diocesanos han significado una buena iniciativa para orientar una pastoral orgánica. Pero, ¿en cuántas de nuestras parroquias urbanas existen consejos pastorales creativos y corresponsables de su acción pastoral? ¿Existen en nuestras diócesis consejos pastorales urbanos dedicados a concebir y llevar adelante la pastoral de la urbe como un todo? ... Como consecuencia podemos concluir lógicamente que el hombre de nuestro tiempo ha perdido la capacidad de observar y la capacidad de asombrarse. El mundo va tan deprisa que no hay tiempo para pensar, para reflexionar, para observar. Es un desgaste terrible que ocasiona la pérdida de la observación y del asombro. Ya nada es capaz de generar una ilusión, un deseo, una incógnita en el mundo. Todo parece ya alcanzado, ya descifrado que no hay espacio para la sorpresa, lo inédito, lo trascendente. “Hay numerosos signos preocupantes que, al principio del tercer milenio, perturban el horizonte del Continente europeo que, « aun teniendo cuantiosos signos de fe y testimonio, y en un clima de convivencia indudablemente más libre y más unida, siente todo el desgaste que la historia, antigua y reciente, ha producido en las fibras más profundas de sus pueblos, engendrando a menudo desilusión ».”Juan Pablo II, • Personalmente creo que es necesario, un verdadero análisis de la realidad en cada decanato o parroquia en el momento de elaborar los planes parroquiales, ya que si no se realizara en esa forma, estarían sustentados en el vacío, nunca serían planes reales y los resultados serían escasos o nulos. • Los desafíos que se presentan de este análisis, tienen que ser vistos como cuestionamientos que nos dan vitalidad y que ayudan a dinamizarnos, a ser creativos, a inventar formas, caminos, en lugar de pensar que son piedras que impedirán lograr nuestras metas. • Todo nuestro trabajo se fundamenta en una teología que parte de nuestras realidades: “Dios está presente en la ciudad”, en los barrios, en los distintos grupos culturales, en mi edificio, con mis vecinos. • Es necesario considerar el valor pastoral en los procesos evangelizadores, dándole el valor correspondiente a la evaluación, ya que de no realizarse, se cometerían los mismos errores una y otra vez, sin saber porqué y no se avanzaría. • La espiritualidad misionera existe en nuestras comunidades, es esencial, ya que los ministros son pastores que van y vienen, de casa en casa, de hogar de ancianos a geriátricos, para dar ánimo a las comunidades. • “La formación es un elemento indispensable, puesto que nadie acaba de ser discípulo en esta vida. Todos los agentes de pastoral debemos siempre de estar aprendiendo, estar formándonos”. • Necesitamos parroquias misioneras, es decir que, “la Misión de Jesús, tiene una Iglesia y no que la Iglesia tiene una misión”, “La misión no es un evento pastoral de dos o tres meses o un año. Es el estilo de vida pastoral de una comunidad”, “necesitamos parroquias que no sean supermercados de servicios religiosos”, “no se trata de llamar misioneros para sólo para dar los sacramentos”. “Necesitamos una Iglesia que salga del Templo”. Conclusión personal: El método tiene que tener otras implicancias: Ver: por observar, contemplar Juzgar: por dialogar con la diversidad, con las diferencias. Actuar: evangelizar abiertamente a todos en todos los lugares. Conclusión final: La opción por los pobres: Mucho se habla y se dice en nuestro país y en el mundo, mucho también se ha escrito pero en verdad, se mira al pobre? Con la mirada de Jesús… Finalmente es preciso decir que la figura tradicional y clásica del pobre como ser miserable y andrajoso que va de puerta en puerta pidiendo una limosna está históricamente superada como figura de pobreza. Hoy tenemos del pobre una imagen menos romántica y más realista. Es la figura del oprimido de mil formas, que busca su liberación. Esa imagen crítica e internamente diferenciada del pobre es fundamental desde el punto de vista de la práctica concreta de la opción por los pobres, y requiere metodologías y estrategias específicas, aunque dentro de un mismo horizonte de liberación. Porque una cosa es el pueblo organizado y otra muy distinta el pueblo no organizado, que es la gran mayoría. La conciencia histórica de la pobreza como realidad colectiva y conflictiva hace surgir una forma nueva de realización del antiguo y siempre nuevo amor a los pobres (ágape). La opción por los pobres apunta a la dimensión social de la "caridad", o sea, al carácter político del amor evangélico. Se trata del aspecto estructural, colectivo, transformador y libertador, e incluso revolucionario, del evangelio vivo. La opción por los pobres es la moderna expresión de esa "caridad" que, al asumir determinaciones históricas actuales de la pobreza, exige una opción en su favor, a través de una toma de posición social, de una elección histórica. Opción por los pobres es, en fin, el nuevo rostro del amor cristiano; un amor síntesis, que armoniza e integra corazón y razón crítica, gestando en cada práctica señales de un mundo alternativo, anticipaciones del reino de Dios. Mas ¿podrá la opción por los pobres ser históricamente superada o constituirá siempre un imperativo ético? La opción por los pobres es en el fondo un imperativo ético de toda y de cualquier sociedad por más "reconciliada" que pretenda ser. Además esa opción lleva siempre a ver la sociedad a partir de los últimos, sean cuales sean: hoy los pobres socioeconómicos; mañana quizá los "desesperados de la vida". La opción por los pobres sólo cambia de forma histórica en la exacta medida en que cambia el aspecto de pobreza de la época de una sociedad. En ese sentido permanece válida la afirmación de Dios: "Siempre tendréis pobres entre vosotros" (Jn 12,8). El realismo cristiano contradice la ingenuidad de aquellas ideologías que, según palabras de Juan XXIII, "no tienen en cuenta las indudables imperfecciones de la naturaleza humana, como la enfermedad y el dolor, imperfecciones que no es posible remediar de ningún modo, evidentemente ni siquiera por los sistemas económicos y sociales más perfectos" (MM 213). Existen, además, pobrezas antropológicas incurables, por ser constitutivas no ya de esencia, sino de la condición humana. Siendo así; la opción por los pobres constituye un imperativo ético que deberá impregnar todas las que deberá impregnar todas las formas de organización social, relativizando sus avances, lanzando nuevos desafíos, convocando, en fin, a todos a crear formas siempre nuevas de organización social. tu.tv/videos/pobreza-en-argentina
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 10:37:37 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015