La Cineteca Nacional, ese lugar que conocí gracias a mis maestros - TopicsExpress



          

La Cineteca Nacional, ese lugar que conocí gracias a mis maestros en la escuela mientras estudiaba la carrera, a pesar de que nunca fuí fan del cine comercial, tampoco conocía otro tipo de cine, en esas épocas era más bien fan de los documentales, de los pocos que tenía a mi alcance, ya que en la tele abierta, no era muy común verlos, salvo en canal 11 y canal 22, pero a veces los repetían demasiado, y para esas fechas ya no pasaban Cosmos en Televisa, por cierto, serie que me chutaba religiosamente si no mal recuerdo a las 8 pm, lo vi cuantas veces lo repitieron, los 2 factores que me atraparon en esa serie, uno, evidentemente la astronomía explicada de una manera sencilla, y dos, la música de Vangelis. Como comentaba anteriormente, entonces conocí la Cineteca, lugar en el que pasé muchas horas, y de donde salieron muuuchas reseñas de películas, fichas y demás cosas que nos encargaban, análisis de guión, de fotografía, etc. Ahí conocí un tipo de cine que me llenaba mucho más que el típico de Hollywood, que me hacía trabajar la cabezota y que me hacía en ocasiones alucinar, fué una etapa que disfruté enormemente a pesar de lo tortuosa que resulto en algunos momentos por aquello de las tareas, pero afortunadamente conocí directores nuevos, estilos que jamás hubiera imaginado, la locura convertida en filme, la cordura convertida en filme, y la creatividad desenfrenada aterrizada también en un filme. Aprendí a apreciar incluso películas que vi con anterioridad y que ni cuenta me di de lo que veía, como las películas del Indio Fernández, las de Jodoorowsky, las de Buñuel y la fotografía de Figueroa. Desde entonces el cine no volvió a ser el mismo en mis ojos. En fin, fueron momentos maravillosos, salir de la sala y discutir la cinta con mis compañeros de clase, (los de siempre), intercambiar puntos de vista y tomar un cafecito (Cuando nos alcanzaba el dinero para esos lujos) mientras nos dejábamos llevar por el momento del comentario. Hoy me doy cuenta que eso es algo que necesito que regrese a mi vida, ver mi Cine raro como le han llamado algunos, salir con ese sentimiento de satisfacción, esa sonrisa, con la película dándome vueltas en la cabeza y con ese antojo a cafecito. Debo agradecer a mis profesores Luis Anaya, Chucho (Chuchitzín) y Alfonso Franco Tiscareño por abrirme los ojos a un mundo maravilloso de un arte que no conocía, por engendrar en mi una visión crítica, de echarme a andar la piedra; así como también de haberme encausado a amar mi profesión, yo entré a la carrera porque sólo quería ser Ingeniero de Audio, pero afortunadamente conocí muchas cosas más que enriquecieron mi vida de un modo que no tenía idea. Debo extender también el agradecimiento a todos aquellos que también influyeron en mi gusto por el arte, y principalmente por la música, Juan Fernando Tabera Mendoza, Mario Varguez, Carlos R. Lugo Mendoza, Jorge Arcos, Ernesto R. Arcos Mendoza, Ruben Armando Arcos Mendoza, Edgar Munoz, Angela Edith Manriquez y por supuesto mi queridísimo carnal el Cheché, que también aportaron muchísimo para el disfrute de esas cosas que algunos llaman las cosas raras que me gustan
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 05:40:14 +0000

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