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La Fiesta De Los Primeros Frutos Introducción "… Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo [el domingo]" (Lv 23:10, 11). "…traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo [el domingo]" (Lv 23:10,11). Así como la Fiesta del Pan Sin Levadura representa la muerte y sepultura de Jesús, de igual manera la Fiesta de los Primeros Frutos simboliza y predice Su resurrección. A. ¿QUÉ SIGNIFICA LA FRASE PRIMEROS FRUTOS? En Palestina, la cosecha principal (siega) es durante el séptimo mes judío durante la Fiesta de los Tabernáculos (Septiembre/Octubre). Una vez, durante el mes de Abril (Abib), iba manejando a través de unos campos hermosos de trigo en Jordania. Contemplé algunos tallos de trigo que ascendían muy altos por sobre la cosecha principal. Le pregunté a un hermano local el porqué sucedía aquello. Él me explicó que esos eran tallos de trigo que habían madurado antes de la cosecha principal. Se le llamaban los primeros frutos. Fue plantado al mismo tiempo con las demás semillas, pero creció y estaba listo para ser cosechado en la primavera, adelantándose a la cosecha principal que venía más tarde. Ese trigo que maduraba temprano, continuaba siendo recogido en una gavilla y presentado en el templo como los primeros frutos de la siega hasta el año 70 d.C. (tiempo en el cual el templo fue destruido). Los sacerdotes mecían la gavilla ante Dios como una ofrenda mecida. Repentinamente, la Fiesta de los Primeros Frutos se hizo entendible en mi mente. 1. Pablo, Como Primeros Frutos Recuerdo que Pablo habló de sí mismo como "...a un abortivo, me apareció a mí..." (1 Co 15:8). Él se vio a sí mismo como uno de los primeros frutos de la Cosecha principal del pueblo judío, el cual, será salvo cuando Jesús aparezca por segunda vez (Lea Zacarías 12:10). Los primeros frutos son de esa manera. Son la cosecha que llega a la madurez antes de tiempo. El patrón del tiempo es lo que produce este fenómeno extraño en Israel. La mayoría de las siembras producen una cosecha pequeña en la primavera. La temporada normal para la cosecha es el verano o durante los meses de otoño. Esta pequeña siega fuera de tiempo es a lo que se le denomina Primeros Frutos. 2. Jesús Como Primeros Frutos. Usted recordará que Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto" (Jn 12:24). El propósito de plantar un saco de semilla de arroz en la tierra, es para que se multiplique en millones de otras semillas o granos de arroz semejantes a los que fueron sembrados. Después que la semilla muere, viene el proceso de resurrección. "Pero otra parte cayó … y dio fruto… y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno" (Mr 4:8). En Su muerte y sepultura, Jesús fue sembrado como una semilla. Jesús no solo se levantaría de los muertos, sino que los primeros frutos de la resurrección principal por venir en los días del fin (Lea Apocalipsis 20:4-6), también se levantarían de los muertos. Isaías profetizó en la persona de Jesús concerniente a Su resurrección. "Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán…" (Is 26:19). Cuando Cristo murió, descendió hasta el Infierno (Hades) y abrió las puertas de la prisión de multitudes que estaban en cautividad de muerte. "…así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches…" (Mt 12:40), "…que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra" (Ef 4:9), "…yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua" (Zac 9:11), "Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte… quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro" (Sal 107:14, 16). Recordemos ahora sus promesas: "…Después de tres días resucitaré" (Mt 27:63), "Destruirá a la muerte para siempre…" (Is 25:8), "De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte" (Os 13:14), "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán" (Jn 5:25). Mateo registra el cumplimiento de estas asombrosas profecías. "Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos" (Mateo 27:51-53). Esto describe los primeros frutos de la resurrección. Cuando Jesús invadió el Infierno o Hades, el lugar de los muertos, los cuerpos de muchas personas santas experimentaron la majestuosa resurrección obrada por el poder de Dios. Ellos fueron como las gavillas de trigo que habían madurado en la primavera. Esos tallos de trigo fueron mecidos en adoración y en alabanzas triunfantes delante del Dios del cielo en el templo como la ofrenda de los primeros frutos ofrecida al Señor. Estos fueron recogidos mucho antes de la cosecha principal. Esos primeros frutos, otorgan un propósito profético poderoso respecto a la seguridad de la gran y principal Cosecha que viene en camino en estos últimos días. Estas palabras describen esa gran Cosecha de resurrección: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero" (1 Ts 4:16). "En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles…" (1 Co 15:52). 3. Los Huesos De José ¿Cuántos de nosotros hemos leído la historia de José y nos hemos preguntado acerca de su extraña petición?. "Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir… Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. Y murió José… y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto" (Gn 50:24-26). Unos trescientos años mas tarde, en los tiempos de Moisés leemos: "Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros" (Ex 13:19). ¿Por qué quería José que sus huesos fueran llevados de vuelta a la tierra prometida desde la tierra de Egipto?. Algunos concluyen que José era un profeta. Él previó el acontecimiento de eventos unos 18 siglos antes. José previó la venida del Mesías y, en su triunfo sobre la muerte, vio cuando muchos santos se levantaban de sus tumbas. Así que, José quería ser sepultado allá en la tierra prometida a fin de ser levantado como parte de los primeros frutos de la resurrección. Creo que es posible que, dado al espíritu profético de José, él entendía algo del propósito de Dios para los primeros frutos...y quería ser parte de los primeros frutos de la resurrección. ¿Qué cree usted? 4. Sembrados Como Una Semilla En Juan 12:24, Jesús dice: "si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto". Jesús estaba hablando acerca de Sí Mismo. Él estaba explicando a Sus discípulos el porqué tenía que ir a la cruz, morir y ser sepultado. Fue con el fin de que fuera sembrado como una semilla. En la resurrección, la semilla produciría una abundante Cosecha de frutos semejantes a Él. Jesús es descrito como los primeros frutos. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho" (1 Co 15:20). Los primeros frutos son la Cosecha temprana que testifica de la Cosecha, del mismo fruto, que vendrá después. (Stg 5:7) dice: "…Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador [Dios] espera el precioso fruto de la tierra…". B. LOS PRIMEROS FRUTOS DE CRISTO Así como el Pan Sin Levadura habla de nuestra huida pronta de la PRÁCTICA del pecado, los Primeros Frutos hablan de las primeras señales del carácter de Cristo en nosotros. Antes de la Pascua no había ninguna semejanza de Cristo en nosotros. DESPUÉS de nuestra Pascua quizá comenzó a existir alguna semejanza de Cristo en nuestra conducta HASTA que nos movimos hacia el Pan Sin Levadura y los Primeros Frutos. 1. El Fruto Del Espíritu Estos Primeros Frutos de Cristo en nosotros, son descritos en Gálatas. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…" (Ga 5:22, 23). Jesús nos enseñó: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí... El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Jn 15:4, 5, 8, 12 y 14). Los Primeros Frutos son aquellas primeras señales del fruto del Espíritu. Son reconocidas por las acciones compasivas practicadas (conducta) en beneficio de Cristo y Su iglesia. A medida que el Pan Sin Levadura nos saca fuera del pecado a través de la muerte y sepultura, los Primeros Frutos nos llevan al Amor a través de la resurrección y la vida. "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte" (1 Jn 3:14). Dios quiere que nosotros NOS MOVAMOS del pan sin levadura hacia el amor de los Primeros Frutos. 2. Renovados A Su Semejanza Muchas veces nuestro deseo de dejar el pecado detrás se convierte en justificación propia. Desarrollamos una actitud poco caritativa y presta para hacer juicios. Dios nos llama para que marchemos adelante después de purificarnos de la levadura, de la malicia e impiedad, HACIA la acción positiva del amor de los PRIMEROS FRUTOS. Cuando experimentamos los primeros frutos, la semejanza de Jesús está siendo formada en nosotros. En el espíritu ya somos como Él, por cuanto hemos recibido Su espíritu en nuestros corazones a través de la fe, hemos nacido de nuevo y somos hijos de nuestro Padre Celestial. En el alma, (afectos, voluntad e intelecto) vamos siendo renovados y formados a Su semejanza a medida que nos sometemos al Señorío del Espíritu en nuestras vidas (Lea Romanos 12:2). En el cuerpo, seremos como Él en la Gran Cosecha de la resurrección al final de la era de la iglesia. "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial" (1 Co 15:51, 52, 49). ¿No será ese un día maravilloso? ¡Aleluya! Pero por ahora, entremos a la experiencia de los Primeros Frutos. "Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne" (Ro 13:14). "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Ef 4:22-24) ¡AMÉN!
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 19:58:08 +0000

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