La Historia de Lía: Hace un año exactamente, un año ya hace de - TopicsExpress



          

La Historia de Lía: Hace un año exactamente, un año ya hace de ese día, un día que recuerdo con persistencia y amor, ese día que fue el ultimo el que brilló mas aunque el clima no favorecía hace un año de eso un año ya. Caminando entre clases y esperas de profesores, esos ratos entre clases y mensajes de texto que venían e iban diciendo que nos veríamos luego de la cuarta hora de la mañana, que a la una,y a las 2, que si estarían o ya se fueron, así corrieron los pasos de la única que queríamos, pasar el resto del día juntos, luego de esperar sentado en el pasillo y con la idea de que Lía tenia asuntos por la tarde, aun así insistí que nos viéramos, era o miércoles o un martes, y la mañana fresca traía augurios de ser gris, sin embargo tenia que verla esa tarde, a la 1:55 pm saldría ella, y como era habitual la esperaba junto a la puerta de su clase, y justo allí marcada la hora con una hermosa sonrisa y sosteniendo sus libros junto a su pecho, con su bolso cruzado, su gorra y su sobretodo de lana me saluda - Hola ¿que haces allí?. solo podía sonreír y no gesticular palabra, solo las necesarias para dar una respuesta - esperándote, respondí hoy tenia muchas ganas de verte. Aunque no podíamos siempre era un gusto conversar y vernos, saliendo del edificio y con su particular forma de mirarme caminamos juntos para salir del colegio, y entre temas del clima y sus ocupaciones para la tarde caminábamos casi sin rumbo, miradas que cruzaban y sonrisas, risas coloridas, temía porque se acabara pronto esa alegría, conversaciones previas por chat, por mensajes y algunas llamadas que eran tan necesarias para los dos, y mientras continuábamos advertí lo peor, se iría, - no te vayas, por favor ven conmigo y continuemos esta conversación en los jardines del parque, a pesar de que tenia sus ocupaciones Lía accedió a ir conmigo al parque de los cedros, y mientras caminábamos hasta allá manteníamos la sustanciosa y entretenida conversación no diré mas que entre tantas cosas conversábamos de esos deseos de viajar, de ir al mundo exterior, visitar las playas y las montañas, de ver otros lares y caminar por rieles de trenes, de sumergirnos en las aguas del mar, mirar juntos el atardecer entre otras cosas, al fin, que llegamos al parque nos sentamos en unas banquetas que eran cubiertas con plantas, agua corriendo de la fuente y solo nosotros en nuestra conversación, - Parece que no somos los únicos que vienen a pasar la tarde. comenta Lía al ver la otra banqueta del parque ocupada por una pareja amorosa, nos miramos y nos reímos, entonces coloqué mi cabeza en su regazo, - he dormido poco estos días, un pensamiento me ha invadido estos meses, siento que estoy perdiendo algo que para mi es muy fuerte, pero se va apagando. Lía me mira con una sonrisa, - ya pasará todos los males se van curando con el tiempo. acariciaba mi cabello, y podía sentir sus dedos en mi frente. - tu cabello es lindo. yo solo respondí - no mas que el tuyo, espero que si alguna vez tenemos una pequeña hija, tenga tus ojos, tu cabello y tu hermosa sonrisa, de mi solo el apellido y el amor incondicional que tengo por ella. Lía se sonrojó al escuchar esto. - pero tu sabes que ahora no podemos pensar en eso, debemos esperar. Si, esperar, la espera de un día que ansié con todas mis fuerzas que pasara, - lo se mi amor, lo tengo siempre en mente, y se que esta mal lo que hacemos, pero te diré Lía que ya he olvidado lo que me agobiaba porque estoy aquí contigo, pierdo esos problemas y tu me das calma, tú me calmas, y eso lo amo, amo de ti ese sentimiento que provocas en mi, tu sonrisa, y tus ojos, tu cabello rojo, todo lo amo de ti. Y mirando el cielo entre las plantas una gota cayó en mi piel, era hora de que la lluvia cayera, teníamos que irnos, no sin antes, - acompáñame, ven conmigo, escapemos de esta ciudad y vayamos a otro lado, seamos algo nuevo en una nueva ciudad, estudiemos allá, vayámonos y dejemos todo atrás, tu y yo juntos. Lía me decía esto con tanta emoción y con una gran sonrisa, - me quiero ir, quiero estudiar en otro sitio, dejar esto atrás, y quiero que vengas conmigo, tu y yo conquistando el mundo. - yo la miraba y con mis ojos bien abiertos, sorprendido, pero ella quería ir conmigo. - Si quiero Lía, quiero ir contigo, tu me lo pides y yo iré contigo, hagamos realidad eso que tu quieres, te prometo que iré contigo a donde tu quieras. Lía estaba sorprendida ante mi respuesta y mas alegre estaba, mi promesa sigue en pie, aun llevo ese recuerdo después de un año, y aun la mantengo. El cielo oscureció pronto, y apenas eran las 4 de la tarde, Lía ya no podía quedarse mas tiempo, tenia que irse, pero quería pasar mas tiempo con ella, así le recordé que la había invitado anteriores veces a mi casa, y quería que esta vez fuera así, - ven conmigo, vayamos a mi casa, y terminemos de pasar nuestro día juntos. Lía no estaba convencida - no puedo mi amor, no puedo ir contigo, he quedado de verme con alguien y no puedo dejarlo. Era casi imposible convencerla, pero quería que ese día fuera perfecto hasta el final. - preciosa, te prepararé una deliciosa comida, veremos una película, y cuando sea tiempo regresaras a tu casa, ¿que me dices?. Al fin Lía accedió estaba totalmente decidida a ir conmigo, y tomamos un bus para llegar, pero la lluvia era fuerte, un diluvio casi encima de nosotros y estábamos empapados, era gracioso, pero era genial, mientras íbamos camino a mi casa, pasamos frente a la de ella, pues nuestros caminos eran los mismos pero ella se quedaba antes y yo al final, pasábamos por casa y ella rotundamente cambió de opinión, - no puedo, no puedo hacer esto, tengo que quedarme, tengo que irme a mi casa. - pero querida como te vas a quedar con esta lluvia torrencial, si te bajas yo iré contigo, te acompañare a tu puerta pero no te dejare sola, nos quedamos cerca de su casa, pero era la lluvia tan fuerte que estábamos mojados hasta los huesos, al cruzar la calle nos resguardamos en una parada, imposible la lluvia el viento y las grandes gotas hacían imposible la visibilidad, y la pobre Lía estaba mojada hasta los pies y temblaba de frío, hasta que ella preguntó - ¿podemos secarnos en tu casa?, ¿podemos calentarnos? ¿comer algo? y rápidamente respondí - ¡por supuesto! claro que si mi amor, todo lo que tu quieras créeme que si, entonces ¿quieres venir conmigo a mi casa?, ella respondió - si, si quiero. Cruzamos de nuevo la calle mojándonos mas, pero tomados de la mano, el primer bus que pasó, ese lo tomamos, nos subimos a el y sin soltarnos nos sentamos juntos, abrazados, tratando de calentarnos un poco, nos mirábamos y sonreíamos, reíamos de la aventurilla que teníamos, al llegar teníamos que cambiar de ruta, esperar un nuevo bus que nos dejara en mi casa, así corrimos, pero Lía soltó mi mano, - aquí no podemos, yo asentí con la cabeza y sonriendo, al fin el bus llegó y nos montamos, al fin estamos camino a casa, y pasando por el pasillo del bus empapados, Lía me mira y me dice - estos jeans se me caen, se me aflojan y se me van resbalando, yo solo reí, me parecía gracioso y la veía acomodarse el jean, al fin nos sentamos y abrazados tomados de las manos continuamos el camino. El bus que habíamos tomado no era el correcto así que nos dejo mas abajo de donde se suponía que llegaríamos, y tuvimos que bajarnos antes y no pasaba la ruta que nos llevaría a casa así que decidimos caminar, estábamos cansados, hambrientos y mojados, pero estábamos felices, estábamos juntos y eso nadie no los podía quitar y caminando logramos llegar a casa, abrí la puerta, acaricié a mi perro, entramos a casa, mojados y con frío fuimos atendidos, presente a Lía era la primera vez que estaba allí e inmediatamente la trataron con mucho cariño, pasé a mi habitación con ella, no podía dejarla en ese estado, - por favor mi vida, préstame una toalla para secarme, - esta bien mi amor, respondí - si quieres puedes cambiarte, te prestare algo de ropa mientras se seca la tuya. tomé unos jeans y una franela de mi closet, y se los dejé en mi cama, cerré la puerta, esperé afuera hasta que terminara de cambiarse, - mi vida dame tu ropa la pondré a secar mientras tanto, Lía me así hizo, tome su abrigo, su gorra, sus jeans y su blusa y lo coloque todo en cuerdas para que se secaran, al fin estábamos en casa, Lía estaba seca y cálida, la tome en mis brazos y la cubrí con mi edredón coloque alguna película en mi computadora y preparamos algo de comer, una bebida caliente, un té para el frío y así juntos sentados en la cama, cubiertos por el edredón, abrazados sonreíamos, comíamos, jugaba con los dedos de sus pies, y le besaba en la frente, tan cómodos y felices, podíamos quedarnos así para siempre, esperamos a que la ropa se secara y al final acabó la película, ya era tarde, era tiempo que Lía regresara a su casa, cerré la puerta de la habitación para que se cambiara de nuevo con tranquilidad, llamé un taxi, y tomados de la mano juntos, a Lía la despidieron con mucho afecto, la acompañe afuera, y con un beso en la mejilla se despidió de mi esa noche, prometimos escribirnos cuando llegara, prometimos que algún día juntos escaparíamos de esta ciudad, y ya hace un año de ese día, de esa tarde lluviosa, de esa película, de esa caminata, de esos manos juntas, de esas miradas y esos abrazos, de esa emoción que sentía al ver a Lía, hace un año y aún espero.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 05:56:31 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015