"La Princesa Jorobada" Por Rocío Alegría Treviño - TopicsExpress



          

"La Princesa Jorobada" Por Rocío Alegría Treviño (Cielo). Existía un hermoso reino cerca de Francia, el Rey era un ser extraordinario lleno de virtudes, amaba la música, el teatro, la danza, la literatura, era todo un poeta, además amaba a su pueblo, nadie carecía de nada, la gente lo apreciaba porque siempre tenían en sus casas alimento y abrigo, era un rey único, muy generoso y bondadoso, había mandado construir un Parque muy hermoso, con juegos y columpios para los niños, había música., comida y todo era regalado, existían árboles que sus ramas colgaban de tanta fruta, misma que la gente disfrutaba en sus días de asueto. Sin embargo el rey a veces se entristecía, pues tenía varias hijas y ninguna se había casado, eran presumidas, remilgosas y despreciaban a todos los pretendientes que se presentaban, ellas no eran una belleza, pasaban como cualquier chica sin ninguna gracia ni belleza. El rey quería tener nietos y no veía la manera, sin embargo cifró sus esperanzas en su hija más bella, era la segunda de todas, ella si era muy bella, tenía unos bellos ojos negros grandes como profundos lagos. cuya inmensidad que reflejaba enternecía a cualquiera, demostraba ser bondadosa, amigable y buena; se rodeaba de amigos y hacía lindas veladas a la luz de la luna, donde sus amigos tocaban la guitarra y entonaban canciones románticas y melodiosas. Pero él nunca veía que ella se enamorara de alguien, sólo era amistosa. Al tiempo, su hija hermosa llamada Lilia, se encontró con un joven al que decía amar, era alto, guapo, robusto, con hermosos ojos verdes llamado Renato, este joven le agradaba al rey, sabía que no tenía dinero, pero que era trabajador y honrado, así que le dijo a su hija Lilia que debería de casarse, que él aprobaba esa unión, más sin embargo Lilia comenzó a coquetear con otros jóvenes, molestando con ello a Renato, que triste se alejaba cada vez más de ella. Su padre le llamó la atención, y le dio que no debía de portarse así, que Renato la amaba de verdad y que con sus acciones sólo hacía sufrir al joven, ella se burlaba, decía y qué. . . . Al rato se le pasa padre. . Y vendrá a rogarme, soy la Hija del Rey recuerdas? Y además está perdido por mí, así que yo haré lo que desee, cuando me canse, le pediré que vuelva si es que no me busca antes, es muy rogón. No. . . Le dice el Rey, no es rogón, viene a pedirte que respetes tu relación y a recordarte que te ama de verdad. Bah . . . Dice Lilia, al fin y al cabo volverá como perrito faldero, ya lo verás. El Rey muy enojado habla con Renato, pidiendo disculpe a su caprichosa hija. Renato le dice. . . Yo amo tanto a su hija, que si ella quiere ser feliz así, sola, dejaré de molestarla y me iré lejos de ella, para que no me vea más. . . . . !No por favor! Le dice el Rey, mira, te daré trabajo aquí en mi Palacio, para que estés cerca de ella. A regañadientes Renato aceptó, pues no debía contrariar al Rey. Y veía como Lilia se burlaba de él aceptando que otros hombres la besaran y abrazaran delante de él. Había por los alrededores el rumor de que habían visto una Hermosa Hada, que vestía ricas sedas de color verde, azul tornasol y violeta, con una cabellera sedosa y hermosa, que irradiaba destellos de luz como las estrellas, que bajaba en una nube y sanaba a los enfermos o ayudaba a los viajeros. Un día Renato por órdenes del Rey tuvo que ir por el médico lejos de ahí, pues en el reino solo había magos y brujos, se había enfermado la reina y urgía la viese el médico. Preparó los caballos y una carroza para ir por el médico, en el camino comenzó a nublarse el cielo, gruesas gotas caían sobre sus espaldas, los rayos retumbaban y caían cerca de él. Solo se persignaba y seguía avanzando, en eso, como llovía muy fuerte y no se veía el camino, choca con una enorme roca, rompiéndose una rueda de la carreta, preocupado por la salud de la reina, pensó en hacer el viaje a pie, pues la carreta ya no podía seguir y con los rayos los caballos se soltaron y huyeron despavoridos a refugiarse de los truenos y la intensa lluvia; parecía que se deshacía el cielo. Triste emprendió la caminata, cubriéndose con una gruesa manta. Se secaba el agua de la cara para poder ver el camino, pues tropezaba y caía en pozos, era un vendaval, terrible, con mucho viento que aullaba por los confines haciendo estremecer su corazón. De pronto, al estar caído ve destellos y luz es brillantes, ante él estaba la hermosa hada, de la que habían platicado, estaba asombrado, era una belleza, además del misticismo que la envolvía, le dio la mano para ayudarlo a levantarse y le dijo. . . No te preocupes, la reina ha sanado, tus plegarias que has ido diciendo todo el camino han sido escuchadas por el Universo, los ángeles sanadores están con ella y pronto estará bien, así que te pido que regreses y tomes un rico baño de agua tibia y te acuestes. Renato no salía de su asombro, escuchar esa melodiosa voz que era como música para sus oídos, era fascinante. Mira. . . Le dice la hermosa Hada, el agua se ha calado, los caballos regresaron y la rueda ya está reparada. No lo podía creer!!! Que maravilla, decía. Se quedó prendado de la hermosa Hada. Regresó al reino y tal como dijo la bellísima joven, la reina estaba curada. El rey escuchó el relato del joven y estaba muy agradecido, en eso entra Lilia y le dice. . . Renato, ya no estés enojado conmigo, ya me portaré bien, es más hay que casarnos. El joven le contestó. . . Lo siento bella Lilia, pero hoy me dí cuenta de que ya no te amo. La joven corrió enojada hasta la casa del brujo, le pidió que le diera algo para hacer que Renato se muriera, estaba muy enojada. El rey preocupado le dijo al brujo que no le hiciera caso, que este joven era muy bueno y era su culpa por tanto haberlo despreciado y humillado delante de él y sus amigos. Mas el brujo le dijo, que el maleficio estaba hecho, que él no podía desobedecer a la hija del Rey y el joven moriría irremediablemente. Enojado el rey regaña a su hija, quien le contesta, de mí nadie se burla ni me desprecia, él pagará caro su desprecio. . . Pero tú fuiste la que lo despreciaste y humillaste siempre, que querías, que toda la vida estuviera esperando? Sin embargo la bella Hada, también se había enamorado del joven Renato y supo lo que se cernía sobre él una maldad muy poderosa, se puso a orar a el Dios del Universo, a loa Arcángeles y Ángeles para proteger al joven, éste se encontraba sumido en un sopor extraño, no podía despertar y se presentaban ante él imágenes horrendas, tenía mucho miedo y estaba aterrorizado. La hermosa Hada fue hasta su casa, puso su mano en la frente y Renato dejó de temblar, de pronto sintió su cuerpo que lo invadía una hermosa luz que lo llenaba de energía y a la vez una hermosa paz. abrió los ojos y al ver a la bella Hada se sintió feliz y se dieron un abrazo lleno de amor. Mientras tanto, la princesa Lilia, se quería enderezar y no podía, toda la maldad que deseó para Renato, se le regresó a ella en una enorme joroba, que no la dejaba casi moverse, desesperada gritaba que le quitaran eso de encima, además le causaba mucha comezón, el rey no sabía que hacer ante esta tragedia. Se puso a llorar y le dijo a su hija, Ves Hija mía que nunca debemos desear el mal a nadie, porque se regresa multiplicado? Y abrazó a su pobre hija que se había convertido en La Princesa Jorobada, mientras el joven Renato vivía feliz al lado de la Hermosa Hada. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 02:29:34 +0000

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