La calle Inglaterra y el sentido profundo de las - TopicsExpress



          

La calle Inglaterra y el sentido profundo de las discusiones. Hace unos días recibí aquí un afiche refiriendo que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires habría cambiado el nombre de una calle 2 de Abril, colocándole el de Inglaterra. Eso afirmaba taxativamente el mensaje, sin dar más datos. Una afirmación muy temeraria, dado que, de ser cierta, sugeriría una intención de provocar reacciones intensas en la población con alguna inquietud nacional. No cabe duda que el nombre presuntamente primitivo invoca una guerra en la cual combatieron y murieron compatriotas, lo cual tiene un significado muy emotivo para todo argentino biennacido sin importar la opinión en referencia a la política histórica respecto de esas islas. Entonces, decidir cambiar ese nombre recordatorio por el de una nacionalidad del enemigo, resultaría insultante para muchos de nosotros. Mas... ¿Realmente fué así? Digamos, la manipulación de la información se puede hacer en cualquier sentido, no es patrimonio de un grupo en particular. Yo mismo podría utilizar mi ingenio para distorsionar datos con el objeto de influir en usted en favor de mis ideas. Si lo haré o no, no dependerá de mi capacidad o de la disponibilidad de herramientas al efecto, sino de mi ética. Y la ética es una disciplina transversal a toda ideología. La lógica es la búsqueda de la verdad. La ética, de la buena conducta. La sofística, el arte de validar hipótesis falsas, es decir de mentir sin que se note. Y la dialéctica, es simplemente el arte de ganar discusiones. Con verdad o sin ella. Estas son definiciones que suelo citar muchas veces en este sitio y nunca está mal recordarlas. Como no conozco el caso, fuí a buscar. Y encontré esta referencia que cito debajo. Al parecer, esta calle se llamaba Inglaterra, lo cual no tiene nada de malo. Inglaterra es uno de los países que integran el Reino Unido de Gran Bretaña y, por mucho que la política que hubiesen ejercido en la historia sus gobernantes, empresarios y banqueros y su influencia en el destino de nuestra Patria hayan sido lesivos para el interés de nuestro pueblo, eso no es motivo para repudiar su nombre. Es una nación como la nuestra. En todo caso, yo repudiaría mucho más a nuestros cipayos vendepatria, quienes por ganar unas monedas han venido entregando nuestros recursos y riquezas a factores de poder extranjero, ingleses o no, que a otro pueblo y al nombre de su nación. Aparentemente, el nombre 2 de Abril fue un rebautizo producto de un acto reivindicatorio informal, nunca fue oficializado y siempre continuó esa calle figurando como Inglaterra en el catastro de la ciudad. Ahora, si este gobierno municipal ha decidido no autorizar finalmente el nombre reivindicatorio de la guerra de Malvinas y mantener el oficial, es un hecho que no me extraña. El Gobernador y sus secuaces son cualquier cosa menos nacionalistas. No obstante es un hecho menor. Simbólico e indicador de modos de pensar, mas menor. Yo no repudio a los británicos ni a ninguna otra nación o pueblo del mundo, porque tanto ellos como nosotros somos seres humanos. Señalar a un pueblo como deleznable, salvo casos muy específicos y circunscriptos es, en general una torpeza. Yo repudio y me opongo a la acción de personas, grupos, organizaciones y entes virtuales que pretenden someter a los pueblos a la esclavitud de la codicia. Y esos factores no responden a una nacionalidad definida. Porque ellos no tienen nación, no tienen bandera, no tienen sentimientos humanos, no se integran a una sociedad o a un proyecto mutual. Son grupos que someten a las personas y a las instituciones en todo sitio, incluyendo la misma nación donde tienen sus sedes físicas. ¿O acaso creen ustedes que el Morgan Stanley o la Monsanto producen daños a las personas sólo aquí y no también en los EEUU de América? Ellos son psicópatas que van sólo tras su inmediato beneficio en cualquier sitio, sometiendo a todos a su dominio. Ayer, hoy y mañana estarán intentándolo. La existencia de la humanidad misma depende de que logremos neutralizar su acción e impongamos en todo el planeta una conducta social sustentable, racional y basada en el bien común. Ese es el fin último de las ideas políticas, de toda teoría de sociedad y Estado. La generación de un hombre nuevo que se motive a priorizar el conjunto y ponderar el entorno para orientar sus acciones. Todo lo demás es derivado de esos principios elementales. Si olvidamos esos valores y resumimos nuestras ideas en lo trivial o en lo emotivo, entonces jamás comprenderemos los problemas humanos. Mucho menos los solucionaremos.
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 14:55:49 +0000

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