La lectura, una actitud de vida El hábito de la lectura nos - TopicsExpress



          

La lectura, una actitud de vida El hábito de la lectura nos ayuda a construir múltiples universos y realidades, lugares donde refugiarnos. Cada libro es una puerta a un mundo nuevo Salía del colegio y caminaba. Unos pocos metros eran suficientes para perderse en la magia de la fantasía. El misterio llegaba con Guy des Cars. Y mientras la niña transitaba, las caras de las personas inmersas en sus mundos ayudaban al juego inventado. Todos participaban aun sin saberlo, y era divertido. Llegaba a su casa, el destierro, la soledad. Pero enseguida se subía al tobogán de la magia otra vez y ahora la niña estaba en la casita de troncos de “Blancanieves y los siete enanitos”. Merendaba con café con leche calentito y unos pancitos humeantes, sentada en el medio de esos siete pequeños personajes, recibiendo todo ese amor y adoración. Otra vez esa cosquilla en la panza que invadía sus emociones, estaba contenta. La noche azoraba en su manto oscuro, y ahora era Corín Tellado quien la elevaba por los caminos secretos del amor, descubriendo emociones y sensaciones prohibidas, explorando lo desconocido. Esta niña solitaria, escondida, avergonzada, triste que transitaba por la vida de una forma poco habitual, no era una niña más; era única, pero no lo sabía. Nadie le indicó el camino, o tal vez ella no supo ver las flechas correctas. Pero qué suerte que llegaron los libros a su vida. Los diferentes autores le mostraron el mundo, el amor, el dolor, la libertad, la felicidad, le ayudaron a descubrir distintas emociones. Cuando tomaba un libro en sus manos, ella se sumergía en él, en cuerpo y alma, allí empezaba el viaje y continuaba hasta la última página. De esa forma surgía alguna vida inventada que ayudaba a pasar el momento. Entonces la palabra temida “fin” aparecía, y ella buscaba su consuelo en Khalil Gibran. Calmada se entregaba nuevamente a los brazos de este autor dejando que sus palabras consolaran su existir, tratando de entender el porqué de su camino tedioso. Así seguían pasando el tiempo y los libros por su vida. A veces llegaba Nietzsche y lo complicaba todo. No importaba, ella tenía salvadores como Pepe Sánchez de la revista El Tony, Patoruzú con Isidoro Cañones y las comidas de la Chacha. Ellos siempre estaban cerca, eran su todo, eran su vida, eran su salvación. Cuando los libros faltaban la vida se volvía real. El frío le calaba hasta los huesos y no era nada lindo. Enseguida la pequeña corría a la Biblioteca Popular -gracias a Dios que existía. Allí estaba su mundo, su historia y tal vez… el origen de su futuro. El libro fue su primer gran amor, luego siguió con el cuadernito y la lapicera. Allí pudo desangrar sus propias emociones, pudo extender su ser, sus angustias, sus temores, sus curiosidades y también sus sueños, sus deseos, su forma de querer transitar la vida. Allí comenzó a dibujarla día a día, con su propia taza de café calentito, con un abrazo verdadero y su corazoncito feliz, exultante, su mundo lleno de amor y verdad. El libro, el que sea, cobra vida cuando lo invitas a ingresar. El hábito de la lectura puede ayudarte a aprender, a divertirte, a emocionarte, a conocer, a vivir mejor, a ser feliz, a cumplir tus sueños. Esto te lo digo yo, que soy la chica de la historia. Graciela R. Ramos
Posted on: Tue, 17 Sep 2013 11:43:46 +0000

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