La literatura epistolar de María Antonia de la Paz y Figueroa - TopicsExpress



          

La literatura epistolar de María Antonia de la Paz y Figueroa (1730-1799) Estamos frente a una autora cuyo caudal conocido de cartas supera el medio centenar de piezas. Se conoce, por lo demás, por varios indicios y referencias explícitas, la existencia de muchas cartas más, hoy perdidas u olvidadas en archivos provinciales, o familiares, que quizá el celo de los investigadores históricos saque a la luz. Hasta tanto el conjunto de cartas de mano de Antonia Monclá y Santander no sea rescatado, el epistolario de María Antonia campea como el más caudaloso escrito por mujer en nuestro siglo XVIII. Después de la expulsión colectiva de los jesuitas de los territorios españoles por real decreto de Carlos II, ejecutado en el Plata por el gobernador Bucarelli en 1767, hecho que, como se ha probado, generó hondas modificaciones culturales e inculturales en el Plata. La obra de la Compañía parecía, entonces, disuelta para siempre. En ese momento se da en tierra argentina la aparición de una mujer excepcional, como no puede exhibir otra la iglesia católica argentina en su historia: María Antonia de la Paz y Figueroa. Esta mujer nació en un pueblo pequeño de Santiago del Estero - ¨Madre de ciudades¨-llamado Silípica. De allí que se menciona María Antonia como la ¨la flor de Silípica¨o ¨la virgen de Silípica¨. Ella adoptará el nombre religioso de ¨María Antonia de San José¨; será conocida y mencionada en su época como la Beata ¨de los Ejercicios¨y, a nivel afectivo y popular como ¨Mamá o Madre Antula¨ Ella asumió como una misión de su vida la difusión de los Ejercicios-que escribiremos con mayúscula, cuando no mencionemos a su fundador, para diferenciarlos de otras práticas espirituales- de San Ignacio de Loyola en todos los ámbitos que pudo hacerlo. Lo paradójico del caso es que durante la presencia y acción de los jesuitas en el Plata, dicha práctica devota no alcanzó e auge, trascendencia y adhesión popular como cuando, expulsos ellos, los asumiera María Antonia. A la vez, la diligencia de esta santiagueña desmiente la condición perezosa que, desde los díass hispánicos, se le daba a los de sus pagos. Fuente : ‘’El humanismo Indiano ´´ de Pedro Luis Barcia Presidente de la Academia Argentina de Letras
Posted on: Wed, 18 Sep 2013 03:22:53 +0000

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