La sangre se agolpó en su mente, el golpe y la sensación de - TopicsExpress



          

La sangre se agolpó en su mente, el golpe y la sensación de efecto dominó recorrió su cuerpo. No sabia que había pasado, la luz brillante cegó sus ojos y lo que siguió fue un golpe contundente en su cabeza que le hizo perder el equilibrio. La oscuridad la invadió por completo, su cuerpo desmadejado dejaba ver un hilo de sangre que salía de su frente y comenzaba a formar un charco en el piso del estacionamiento. Recobro el sentido en una habitación blanca, de tan brillante que era le hería la vista, levantó su mano hacia la frente notando que no había rastro alguno del corte que sufriera, solo una pequeña cicatriz. Recorrió con la mirada el lugar, estaba sobre una camilla acerada y no traía sus ropas, vestía una tunica tan blanca como la habitación, sólo ella y la camilla eran lo único dentro de ese lugar. Todavía aturdida trato de ponerse de pie, su mirada extrañada y con temor se dirigió a sus manos, lo que vio la dejó estremecida, de sus muñecas salían una especie de hilos como si fuese un títere o una marioneta, levanto con reticencia la manga de la bata que llevaba, no quería ver de donde provenían pero tampoco podía dejarlos pasar por alto, llamaban poderosamente su atención. Lo que vio la horrorizó y un grito escapó de su garganta, esos hilos eran pequeños conductores de un líquido azul que penetraba en sus venas, pero lo que mas la espeluzno fue que parecían una prolongación de sus brazos. Trató de arrancárselos pero fue inútil, estaba tan enfrascada en eso que no notó que se habría como una especie de puerta disimulada en la pared y un ser extraño aparecía por ella. El estupor la petrificó, lo que tenía frente a ella no era nada que se pareciera a un ser humano, todo lo contrario. Un ser de enormes ojos y cuerpo amorfo se hallaba frente a ella, lo primero que atinó a hacer fue tratar de huir, poner distancia entre ella y esa “cosa”, pero algo la hizo detenerse. Una voz en su mente con tono calido le transmitía una serenidad que en otro momento y dadas las circunstancia estaría lejos de sentir. Formas comenzaron a desfilar ante sus ojos en una secuencia de diapositivas en tamaño real, podía estirar su mano y tocarlas, al agudizar su vista notó que eran seres iguales al que estaba en la habitación con ella, pero tenían algo diferente. Lo diferente eran que se encontraban en un lugar que nunca había visto, a sus ojos era un lugar hermoso de montañas y colinas de un rojo-violeta nunca antes visto, el pasto no era verde como ella lo conocía era de un tono grisáceo y las flores parecía que carecían de pétalos, eran simples gajos con hojas y una semilla en la punta que asemejaba una flor. Sobre una de las montañas se perfilaba un río caudaloso de aguas negras, tan negras como la noche y en su orilla vio pequeños seres amorfos en postrera pose, como queriendo beber pero sin hacerlo. Ahí fue cuando notó que era lo diferente que notaba en esa imagen que se presentaba ante ella, era que estaban muriendo. Su planeta se estaba desintegrando, y ella había sido traída para desentrañar el misterio que les significaba la raza humana. Se comunicaban telepáticamente, así fue como le informaron que no tratara de sacarse lo que tenia en sus muñecas de eso dependía que ella siguiera con vida, le estaban transfundiendo oxigeno, para que pudiese seguir viva. Un sentimiento extraño se apoderó de ella, sentía pena por esos seres que morían sin remedio, pero a la vez se sentía usada como conejillo de indias para que ellos desentrañaran un misterio sobre su raza y su mundo. También le entraron dudas de que harían con ella una vez logrado su objetivo y cual sería su destino, el temor volvió a dominarla una vez más. El sueño comenzaba a llegar y no quería dormirse por temor a lo que pasaría, pero el cansancio se hacía sentir en su cuerpo y mucho mas en su mente, estaba extenuada. Deslizó su espalda por una de las brillantes paredes hasta quedar sentada en el suelo, estaba atrapada contra su voluntad. Colocó la cabeza sobre sus brazos cruzados en sus rodillas y se largó a llorar, se extrañó que de sus ojos no brotaran lágrimas, pero la congoja que sentía la percibía con cada fibra de su ser y su mente así se lo transmitía. Pasó su mano por su rostro notando que no caía ninguna lágrima, entonces la voz le habló otra vez. “No sirve de nada angustiarte, las lágrimas son una debilidad que dejan al que las derrama vacío del agua necesaria en el cuerpo para la subsistencia del organismo”. Hizo una mueca despectiva, alzando la voz le contestó. “Que saben ustedes de lágrimas o de dolor, me tienen acá para un único propósito y es para resolver no se que cosa, que saben de sentimientos” Miró nuevamente sus brazos y los hilos que la mantenían respirando, resignándose a dejarlos ahí porque de ello dependía su vida, una vida que no sabía cuanto iba a durar. Lentamente su cuerpo acuciando el cansancio cedió ante el sueño. Este se hizo por momentos placentero, soñaba con su niñez, su primer beso, la primera vez que hizo el amor, cuando sucumbió a su primer gran amor, la casa de sus padres, luego se tornó doloroso, el divorcio del hombre que creyó amar para siempre y que le resultó infiel, la angustia a no poder salir adelante sola con dos niños, la peregrinación sufrida en los primeros meses para conseguir trabajo y de repente la luz, su nueva casa comprada con el esfuerzo de su propio trabajo, el éxito que tenia como empresaria, sus hijos estudiando. Sus hijos, ahí en este punto del sueño se tornaron real, la angustia de no poder tocarlos y arroparlos, aun cuando ya eran adolescentes, la sacudió despertándola. La habitación en penumbras esta vez sin la brillante luz, no la deja notar donde se encuentra, pero el olor se le hace familiar, se revuelve inquieta tratando de deshacerse de las ropas que enredadas en sus piernas no la dejan moverse, se sienta de golpe y toca sus muñecas buscando algún indicio de los hilos, no encuentra nada. Sus ojos ya habituados a la penumbra, le muestran que se encuentra en su dormitorio, estira la mano y prende la luz de su mesa de noche, observa todo con detenimiento, cada cosa esta en su lugar. Lanza un suspiro y se deja caer bruscamente de espaldas en la cama, riéndose. La puerta de su habitación se abre y uno de sus hijos entra a ver de que se trata la risa, ella esta en la cama riéndose y lagrimas ruedan por sus mejillas, lo abraza y le dice cuanto los ama a él y a su hermano. Le relata brevemente el sueño que tuvo, que quedará como una anécdota más, se levanta camino al baño, abre la ducha lentamente se quita la bata mientras rememora el extraño sueño que tuvo, parada frente al espejo observando su rostro nota que hay algo imperceptible bajo el mechón de cabello que cae sobre su frente, lo levanta y ve una pequeña cicatriz, paralizada gira sus muñecas para verse y encuentra en ellas pequeñas incisiones en donde se encontraban los hilos. Entonces la realidad la abofetea, ha sido abducida pero… ¿quien le creerá?
Posted on: Tue, 17 Sep 2013 21:59:28 +0000

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