“La transformación del nombre Yahshúa dentro del judaísmo - TopicsExpress



          

“La transformación del nombre Yahshúa dentro del judaísmo rabinico” El cambio del nombre del Mesías ocurrió por diversos canales: Por razones de fonética hebrea el nombre del Hijo se puede verter correctamente como Yahoshúa, Yahushúa y Yahshúa. Durante el periodo postexilico y con la doctrina de la supresión del Nombre se cambio la a por e dando origen a Yehshúa. En esencia ¿A qué está subordina la sustitución de Yehshúa por Yahshúa? A la axiomática propensión de suprimir la forma poética del Shem ha Meforash o el Nombre Distinguido.10 Su gran aceptación por las congregaciones judío nazarenas de nuestros días se debe, en parte, a que permite ajustar la invocación del Mesías con la prohibición farisea del Nombre. Por lo demás, Yehshúa a diferen- cia de Jesús, sigue siendo una palabra hebrea cuyo significado es “salvación”. Pero Yehshúa no es el nombre autentico porque el malaj declaró a José que su nombre ya le había sido dado en los cielos: “Lla- marás su nombre... porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt. 1:21.) Si el Maestro traía la salva- ción a la creación entera, y de acuerdo con la profecía de Joel, dicha salvación está fundamentada totalmente en la invocación del Shem ha Meyujad o el Nombre Extraordinario, es lógico que el nombre dado al Unigénito en las felices regiones de luz no tenía por qué haberse amoldado a la enseñanza rabíni- ca. En Juan 5:43, el Salvador testificó: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre”; luego, en Juan 17:11 oró en estos términos: “...guárdalos en tu Nombre que me has dado.” Estas palabras tan claras no dejan lugar a incertidumbres, el Padre dio su Nombre al Redentor. El rabí Shaúl o Pablo también testificó acer- ca de ello: “Por esta razón doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en los cie- los y en la tierra,” (Ef. 3:14-15.) Otra consideración más: El Mesías posicionó su ministerio en la misma línea de los profetas del Tanak, todos ellos invocaron abiertamente el Nombre Memorial, y muchos de ellos tenían nombres con el elemento teofórico Yah o Yahú. 10. Causa desaliento observar que algunas congregaciones del noble pueblo judío mesiánico evitan a todo trance pronunciar el Nombre memorial pero no tienen escrúpulo alguno en utilizar el título pagano “Dios”. La transformación del nombre Yahshúa dentro del cristianismo 43 Una referencia procedente de la literatura apologética judía respalda esta aserción: El Toldoth Yes- hú,11 un antiguo tratado medieval de carácter anticristiano, escrito, según algunos en el siglo V E.C., y de acuerdo a otros en el siglo X E.C., señala que el nombre original del Maestro de Nazareth era Yahushúa o Yahoshúa. Luego, cuando vino a ser considerado hereje, su nombre fue cambiado a Yeshú como un insul- to rabinico deliberado. Ellos eliminaron la ultima letra de su nombre (el sonido a) para evitar toda impli- cación del Redentor con la salvación celestial. Las tres letras restantes WvyE fueron usadas como un acrónimo para “Yimaj shemav vzikro” “Sea su nombre y memoria borrada”: wrok]zwI wm;v] jMyI Estas pala- bras adoptan y expanden la ultima frase del Salmo 109:13. Yeshú se convirtió en un juego de palabras despectivo, en un conjuro en contra del cristianismo romano y bizantino. Siendo bastante común en la li- teratura polémica medieval hebrea y puede ser encontrada hasta en el Talmud (b.Sanedrín 43.)12 Un fenó- meno lingüístico similar lo encontramos en el libro hebreo de Mateo del Shem Tob, al inicio de la narrativa en los pasajes 1:21 y 25 el texto se refiere al Mesías de Israel como Yeshúa, después de esto en el resto de los pasajes lo menciona como Yeshú. La implicación es clara, el nombre del Maestro fue cam- biado. A partir del siglo III surgen otras deformaciones del nombre Yahshúa, las cuales reproducen la pre- disposición rabínica a clasificar al Emancipador como un falso profeta, blasfemo, idólatra y dios falso. Esta última por causa de la doctrina de la trinidad, y dado que la Toráh enseña: “No pronunciaras el nom- bre de sus dioses” (Éx. 3:13), el nombre del Mesías fue intencionalmente mal pronunciado, resultando la forma Yshúa. A la postre vino la peor deformación de todas, Ishú, que aun se usa en el hebreo moderno. La transformación del nombre Yahshúa dentro del cristianismo La evolución del nombre de Yahshúa en Jesús está intrínsecamente relacionado a la Septuaginta. Es- ta versión, como ya se dijo anteriormente, fue muy usada dentro de las congregaciones de origen judío helenista y exgentil y aún hoy día la Iglesia Ortodoxa Griega la usa como la versión oficial del Tanak, discutiblemente llamado Antiguo testamento. Pues bien, en la Septuaginta apareció Yesúa como una tras- cripción aproximada de Yehshúa, para desembocar posteriormente en Yesús, de ahí Jesús. Y ¿Cuál es el significado del nombre Jesús? Algunas fuentes afirman que esta palabra no posee ningún significado por ser una trascripción errónea. Otras, como Hans Lamer, lo derivan del nombre de la diosa griega de la cu- ración, que en el dialecto jonio se denominaba Ieso, y en el griego común Iaso, Iaso. Los escribas grie- gos cambiaron Ieso al masculino, Iesous, a fin de helenizar el nombre del Salvador y hacerlo más aceptable13 a la mayoría de los griegos y romanos que veneraban a Ieso.14 Como puede observarse, no hay resemblanza entre el nombre Yahshúa y el nombre Jesús. Uno es el verdadero y el otro es un substi- tuto. Uno significa “Yahwéh salva” y el otro “Curación”. Uno está íntimamente ligado a la revelación del cielo y el otro es claramente pagano. Asimismo es difícil concebir que la comunidad hebreo nazarena, profundamente arraigada en el ju- daísmo del Segundo Templo, cuya lengua materna era el hebreo; y segundo idioma el arameo, haya usado espontáneamente el nombre Jesús en sus tevilot o bautismos, ungimientos, alabanzas, oraciones, etcétera, en lugar de Yahshúa. Ese fenómeno debió ocurrir poco a poco y solamente dentro de las iglesias antise- 11. Varios textos del Toldoth Yeshú fueron publicados por Samuel Kraus, en la obra: Das Leben Jesu nach jüdischen Quellen, Berlín, Calvary, 1902; El texto es también publicado en la antología: Ozar Wikuhim, J. D. Eisenstein, Israel, 1969, paginas 226 - 235. 12. Hebrew Gospel of Mathew, George Howard, Mercer University Press, 1995, pagina 207. 13. Tal suplantación hace recordar la advertencia del Emancipador: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís. Si otro viene en su propio nombre, a aquél recibiréis”, (Jn. 5:43.) 14. A Greek-English Lexicon, Henry George Liddell and Robert Scott, articulo Jesus, 9th Rev edition, Clarendon Press, July 1996. Philologische Wochenschrift, Hans Lamer, No. 25, June 21, 1930, paginas 763-765. Wöerterbuch der Antike, Hans Lamer, articulo Jesus, French & European Publications, October 1, 1976.
Posted on: Fri, 22 Nov 2013 21:44:04 +0000

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