La trata de personas y la esclavitud aumentaron la riqueza de la - TopicsExpress



          

La trata de personas y la esclavitud aumentaron la riqueza de la Iglesia, algo de lo cual aún hoy vive. La Iglesia apoyó desde un pricipio la esclavitud, y la agudizó en muchos aspectos. El papa Nicolás V legitimó el comercio de esclavos en su bula “Divino amore communiti” (por amor divino a la comunidad) el 18 de Junio de 1452. Por esto el comercio de esclavos fue legal y no causó ningún escrúpulo en los participantes. El papa poseía esclavos. El papa Gregorio I mantuvo a cientos de esclavos en sus haciendas, y consintió las leyes que prohibían a los esclavos casarse con cristianos libres. Un esclavo era considerado como ganado. La Iglesia trataba a los esclavos como un “bien de la Iglesia” y esto valía como no vendible. La Iglesia tasaba el valor de los bienes eclesiásticos no según el dinero, sino según los esclavos. 7) Si a pesar de todo se liberaba a un esclavo, éste debía recompensar a la Iglesia con su patrimonio. 7) (4. Sínodo de Toledo) La Iglesia les prohibió a los esclavos hacer testamentos. A la muerte de un esclavo, sus ahorros iban a la Iglesia. Según santo Tomás de Aquino los esclavos eran “útiles para todo servicio”. La Iglesia hizo todo lo posible para mantener la esclavitud, y nada para eliminarla. Un obispo sólo podía liberar a un esclavo si éste ofrecía a dos en su reemplazo. Niños ilegítimos de sacerdotes fueron hechos esclavos eclesiásticos de por vida, esto también valía para niños abandonados. (3. sínodo de Toledo) El “santo” Martín de Tours (hoy representado en muchas iglesias repartiendo su abrigo), poseía 20.000 esclavos. También los conventos tenían esclavos tanto para el servicio de los conventos como para el servicio de los monjes. Miles de presos, eslavos y sarracenos fueron repartidos a los conventos en calidad de esclavos. La esclavitud perduró en las haciendas y en las propiedades papales hasta el siglo XI. “Se calcula que temporalmente por cada esclavo que llegaba vivo hasta lo costa africana, diez morían durante el transporte terrestre y otros diez más fallecían durante el viaje por mar.” El protestantismo siguió desde el comienzo el mismo camino, después de que Lutero había justificado teológicamente el vasallaje y la esclavitud. Hasta muy avanzado el siglo XIX, naciones evangélico-protestantes, y bajo el consentimiento teológico de los misioneros, comerciaban con esclavos y salían a la caza de esclavos. El primer barco de transporte de esclavos inglés se llamaba “Jesús”. Jesús predicó el amor al prójimo. Esto no es compatible con lo que hace la Iglesia. Para aquel que ahora diga que así fue en aquel tiempo, he aquí una frase del Corán: “Si un esclavo tuyo desea su certificado de libertad, entonces extiéndeselo si tu lo conoces como bueno, y dale una parte de tus riquezas que Dios te ha concedido” El comercio de esclavos con los indios Al principio, el obispo Rodríguez de Fosca estaba involucrado personalmente como cliente, apoyando así la venta de esclavos indígenas en Sevilla Colón le envió varias veces una gran cantidad de indígenas a España para el mercado de esclavos. Tan sólo en Febrero de 1495 fueron cuatro barcos con 500 indígenas cada uno, entre 12-35 años de edad. Colón, como hábil comerciante, estaba muy al tanto de la teología moral de su Iglesia, según la cual: “Esclavizar a no cristianos se justifica con el argumento de que los paganos de todos modos están destinados a la condenación eterna.” El 18.6.1452 el papa Nicolás V legitimó el comercio de esclavos mediante una bula, autorizando al rey de Portugal a “… conquistar a los países de los no creyentes, expulsar a sus habitantes, subyugarlos y obligarlos a una eterna servidumbre”. Ya que el papa actual (Juan Pablo II) se hace destacar tan maravillosamente con un “Mea culpa” de un tipo especial, echándole toda la culpa de los sangrientos crímenes no a la Iglesia y a sus papas sino a los “hijos e hijas” de la Iglesia, de lo expresado más arriba aquí se reproduce el texto original en latín – que a millones de indígenas les trajo una muerte brutal –, para refrescar la memoria al papa: “… invandendi, conquirendi, expugnandi et subjudandi illorumque personas in perpetuum servitutem redigendi …“ iglesia catolica Plano de carga de un barco para el transporte de esclavos. Durante siglos la Iglesia fomentó la esclavitud y mantenía esclavos propios.
Posted on: Fri, 29 Nov 2013 14:13:55 +0000

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