Lanzaré pequeños relatos de una o dos páginas para ver si os - TopicsExpress



          

Lanzaré pequeños relatos de una o dos páginas para ver si os gusta o no, criticadlos, haced lo que queráis, si os gusta, guay, si no, también guay. Simplemente quiero observar la repercusión que tendría en unos posibles futuros lectores. Salud. Este relato lo titulo: Enemy, el esquizofrénico Parte I. ‘LLegué a pensar en el suicidio, Mike. Pero no, Mike. No quiero suicidarme. Sería demasiado fácil. Tengo la pistola, el cargador y las balas. Lo tengo todo. Parece como si alguien quisiera ponerme a prueba y no sucumbiré ante él. Joder, Mike, salgamos de aquí. Este sitio apesta. Vamos, coge la chaqueta. Necesito un trago ya.’ Mi nombre es Enemy. La sociedad me pone de los nervios. Me mandaron al psiquiatra y me recetaron algunos calmantes y antipsicóticos, pero no suelo tomarlos. Es como joderme a mi mismo. No pienso joderme a mi mismo. Ya sabéis cómo funciona, si sabes demasiado, quieren que te calles. Vivo solo, sí, joder, solo, en un puto apartamento en la quinta con Boulevard Street. Pinto, hago música, escribo poesía, pero sobre todo, me encanta masturbarme y traer algunas chicas para que vean como lo hago, dicen que un tal Dalí hacía lo mismo. Es un auténtico placer. Dicen que estoy loco, que soy excéntrico y arrogante, pero no ven al artista que se oculta tras la máscara. Me cago en todos sus muertos. Nunca me entenderán. Normal, soy un genio. Tengo algo que hacer, ¿qué era? No sé, siempre estoy olvidando algo. Hijos de puta. ¿Por qué tuvisteis que joder mi mente en el colegio con todas esas estúpidas lecciones? No me interesaban. Yo ya lo sabía todo cuando tenía apenas cinco años. Bueno, voy a comer algo, llevo cinco días que no como. Tampoco cago, como es lógico. He quedado a las 2:22 pm con una puta, creo que me la chupará un rato y me pedirá unos 200 dólares. Vaya estafa. Cuando estaba casado, me salía gratis. Eso estaba bien. Vaya, que mierda. Al menos, Mike, mi amigo íntimo, siempre viene a verme. Es un gran hombre, ilustrado y con una vida magnífica. Acaba de publicar su nueva novela, se ha comprado un coche precioso y tiene todo lo que necesita. Ojalá fuese como él. Siempre estuvo ahí cuando lo necesité. Joder, ¿por qué? ¿por qué surgió una amistad tan sincera de un encuentro tan desdichado? Bueno, os contaré como conocí a Mike. El 8 de Agosto de 2020 iba caminando tranquilamente por la tercera con Candy Street, de camino a hacer mi compra semanal: algo de agua embotellada, jamón de york y cigarrillos. Aparte del whiskey, el whiskey me encanta, pero no me gusta el que tienen los chinos. Es jodidamente asqueroso. Prefiero el que venden cerca de aquella casa a la que nadie quiere acercarse. Desconozco la razón. Dicen por ahí que vive un loco, que está encantada. Yo que sé. No me importa una mierda. Cuando salí de aquel pequeño establecimiento, sombrío y lleno de estanterías, sucias como mi culo cuando tengo diarrea, choqué repentinamente con un hombre de buena apariencia. Vestía un traje de chaqueta negro, con el pelo bien cortado y una sonrisa de oreja a oreja. Parecía como si estuviese encantado de conocerse a sí mismo. Iba a por algo de coñac. Más tarde me enteraría de que una de sus aficiones secretas era compartir una buena botella de la licorería que ambos frecuentábamos mientras debatía con sus amigos sobre temas que a mí, personalmente, no me interesaban lo más mínimo. ¿Qué podría ayudarme el hablar de economía sumergida o de la caída bursátil en el año tal y cual? Una mierda. Nada. O eso creía yo. Un instante más tarde, el hombre me miró fijamente, como si me estuviese analizando, por lo que le dije en voz bien alta: - ¿Tiene algún tipo de problema con mi persona, caballero? Al parecer, el hombre se sorprendió y salió de la burbuja en la que estaba. - No, no. Acepte mis disculpes. Ha sido mirarle y reconocerme a mí mismo. No sé. Jodidamente extraño. - ¿Su nombre era…? - Oh, perdone la indiscreción. Mi nombre es Mike, Mike Ryan. Trabajo en el Empire State. Y usted, supongo que es un artista, ¿no? - Me parece que es usted un maldito hijo de perra, pero me cae bien. Y sí, soy un artista. Al menos, has reconocido lo que otros solo sospechan. Tiene usted talento. Tras esta pequeña conversación, Enemy decidió invitar a una copa en su desordenado apartamento. Tendrían que andar unos veinte minutos, pero así aprovecharía para conocer mejor a su invitado. Cuando llegaron al apartamento, Mike se sorprendió por la incesante cantidad de libros y cuadros que el hombre que acababa de conocer albergaba como si fuese algún tipo de bicho raro que prefiere leer a hacer una familia. - Aquí tienes una silla. Por favor. – Dijo Enemy con voz cansada, observando detenidamente los movimientos de su interlocutor. - Gracias. ¿Cómo se gana la vida, Enemy? - ¿Qué carajo le importa a usted eso? Tú has venido porque algo te ha atraído, pero verdaderamente ¿quieres saber a qué me dedico, cómo coño me gano apenas unos dólares a la semana? - Sí. – Respondió Mike Ryan firmemente. Siempre le gustó escuchar historias de extraños en su tiempo libre. Le hacía sentirse un poco más libre de lo que verdaderamente era. - Bueno, si así es, le contaré mi historia o al menos, todo lo que sé de ella: .....Continuará en Parte II si queréis.
Posted on: Tue, 10 Sep 2013 06:30:32 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015