Liliana, además de ser excelente maestra y mejor persona aún, sabía hablar con la gente y todo el mundo la quería. A ella sí se la extraña y mucho. A ella sí se la recuerda con cariño y amor porque fue eso lo que ella daba, día a día, a sus alumnos y a sus pares. Ella no dividía, ella multiplicaba. Las maestras estaban contentas y felices de trabajar y compartir momentos con ella. Grandes diferencias. Pero reales. Ya que ni el espejo te refleja, fijate si te pasa algo parecido a esto o todo lo contrario.
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 13:37:28 +0000