Lo llevaron a la tristemente célebre casa de Punta Gorda. Bajó - TopicsExpress



          

Lo llevaron a la tristemente célebre casa de Punta Gorda. Bajó del camión, entró y lo empujaron hasta una planta superior. Le ataron las manos con alambre. El que parecía ser el jefe del lugar no se anduvo con vueltas: "estoy autorizado a hacer con usted lo que quiera, lo puedo matar, torturar, desaparecer". Dijo, además, que todo estaba autorizado por el entonces Comandante General del Ejército, Julio C. Vadora, y agregó: "pero yo voy a hacer otra cosa con usted: lo voy a transformar, para el día que salga de la cárcel dentro de treinta años, en una piltrafa humana…". A lo que el prisionero, Pedro Aguerre Albano, respondió: "Yo lo seré en ese momento, usted ya lo es". La anécdota es una buena muestra del talante del autor de Hermano, trabajaremos de presos. Nacido en 1927 en Artigas, Aguerre ingresó a la carrera militar y ya con el grado de Mayor en 1961 se perfeccionó en Francia. Integró la corriente constitucionalista "1815", inspirada por el fallecido Coronel Pedro Montañez, cuya memoria estas páginas homenajean, aunque se brinden datos y reflexiones que van mucho más allá del recuerdo de un camarada de armas de convicciones democráticas. elpais.uy/cultural/otra-voz-que-memoria.html
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 22:29:47 +0000

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